"Malecón"

"Malecón"
MALECÓN
06/11/2015

    Franc...amente cuestionado
    Sin duda uno de los funcionarios de la naciente administración municipal más cuestionados es José Luis Franco, quien fue puesto por Jorge Abel López Sánchez al frente del Instituto Municipal de Cultura, Turismo y Arte de Mazatlán.
    Diversos personajes de gran peso en el ámbito cultural de Mazatlán han manifestado, a sotto voce, su desagrado con esa designación, pero las muestras de desencanto empiezan ya a adquirir nombre y apellido.
    Ayer el presidente de la Canaco, Eduardo Dávalos Zamora, cuestionó abiertamente la designación, al considerar que Franco no cumple con el perfil para el puesto.
    "Nos preocupa la calidad con que va a salir el Carnaval, porque prácticamente ya está a la vuelta de la esquina y el Carnaval no es la Feliart, es una fiesta más compleja", expresó el dirigente empresarial.
    "Votamos por él (López Sánchez), le dimos el voto de confianza a su administración, pero no estamos de acuerdo con la designación de Franco", expresó.
    También Jorge Fuentevilla, presidente de la Asociación Civil Amigos de la Ópera, calificó ayer como un error del Alcalde no dejar a Raúl Rico en la dirección del Instituto y nombrar a José Luis Franco en su lugar.
    "Las decisiones que está tomando el nuevo Presidente Municipal de Mazatlán, Jorge Abel López Sánchez, en el Instituto de Cultura, Turismo y Arte de Mazatlán me parecen caprichosas y erráticas, como muchas de las cosas que hacen los políticos, no entiendo por qué actúan así" expresó.
    Respecto a Franco, dijo que le da el beneficio de la duda:
    "No sé si tenga capacidad para dirigir una empresa de este tamaño, el tiempo lo dirá y la sociedad tendrá que exigirle que esté al nivel que demanda el Instituto de Cultura en este momento".

    Poco le duró
    Pese a que reiteradamente dijo que cumpliría con su compromiso de ser regidor de Mazatlán durante los tres años que dura el cargo, el cantante y empresario artístico Julio Preciado anunció que se regresa a la artisteada.
    Dice que se va, no porque los cocolazos estén duros en el Cabildo, ni porque sea mucha la friega y poca la paga, sino porque tiene compromisos laborales con algunas personas y empresas a las que tiene que cumplirles.
    Según señala, acaba de firmar contrato con una disquera, está por entrar a grabar su nuevo disco, y tiene algunos compromisos de presentaciones, así que antes de quedarle mal a alguno de sus tantos "amos", mejor se va.
    Y a lo mejor tiene razón, la regiduría son nada más tres años y su carrera artística es para toda la vida. Lo que no se vale es que todavía no va ni una semana de la administración y el "Gigante de la Banda" ya quiere tirar la toalla.
    Bueno, a lo mejor su intención fue desde un principio simplemente apuntalar con su popular presencia a Jorge Abel durante la campaña política.

    ¿Josefina?
    Ya pasó un día del anuncio que hizo el Gobernador Jesús Aguilar Padilla sobre cambios en el Gabinete de seguridad estatal y aún no podemos digerir y menos discernir por qué le dio a Josefina de Jesús García Ruiz, ex subprocuradora de justicia y ex síndica procuradora de Culiacán, la altísima responsabilidad de dirigir la Secretaría de Seguridad Pública Estatal, en sustitución de Ernesto Cebreros Murillo.
    En algunos medios, principalmente la radio, están queriendo vender la idea de que es un logro de género por ser una mujer la designada en el cargo, y que ella debe ser muy valiente porque en ese puesto su vida corre peligro.
    Qué bueno que las mujeres cada día accedan a mejores puestos y continúen incursionando en terrenos que los varones siguen monopolizando, pero este no es un caso únicamente de superación femenina.
    Sí hay un puesto en el Gobierno del Estado donde la vida de su titular no corre el más mínimo peligro ése es el cargo de Secretario de Seguridad Pública.
    A ninguna organización ni a algún integrante de la delincuencia exageradamente bien organizada le interesa atentar contra la vida del alto mando de esa dependencia, por una sencilla razón: la SSP no representa una amenaza para los malandrines ni les significa el menor temor.
    Da vergüenza ajena decirlo, pero el "trabajo" o las acciones de esa secretaría no afectan a los capos, narquillos, gatilleros, matones, lavadores, puchadores, similares y conexos.
    ¿Quién querría vengarse o impedir la labor del Secretario de Seguridad? Nadie.
    Sin querer queriendo, con la designación de García Ruiz el Gobierno estatal les envía un claro mensaje a los delincuentes.
    Veremos cuánto tiempo sostiene Aguilar Padilla a la señora en el puesto, y cuáles son los resultados.
    Hasta ahora la funcionaria ha respondido a las inquietudes de la prensa sobre su plan o estrategia en la secretaria con un lacónico y cuan disco rayado: "prevención, prevención, prevención..."
    Si supiera cómo se la gastan los policías estatales preventivos, entendería que se dedican a todo, menos a prevenir el delito.
    Los mismos agentes no tienen empacho en decir que se la pasan "chalineando" en las patrullas para completar pa'l chivo, porque el salario que perciben no les alcanza.
    Pobre de aquel elemento que no anda en patrulla porque lo asignaron a vigilar en alguna dependencia, simplemente no tiene chance de agarrar lana extra.
    Es común ver unidades de la SSP persiguiendo camionetonas, pararlas en lo oscurito, y cualquier desenterado puede creer que están cumpliendo con su trabajo preventivo, sin embargo, el único objetivo que tienen esas correteadas es que los "pesados" que viajan en los vehículos placosos se mochen con dinero.
    Los malandrines ya están acostumbrados a que los sigan los enfadosos preventivos, y al detenerse suelen saludarlos con la frase ¿Qué onda, plebes? y después de un breve intercambio de palabras protocolarias de la relación delincuentes-policías, estiran la mano con un puño de billetes que calman las preventivas ansias.
    Esa gente es la base de la pirámide preventiva con la que debe trabajar la Secretaria de Seguridad, aunque quien lidiará directamente con los policías estatales es el nuevo director de Policía Estatal Preventiva, el Mayor Alfredo Mejía Pérez.

    Se iba pero se queda
    Otro cambio que no desconcierta pero sí desata muchas especulaciones es el nombramiento del Rodolfo Osuna Lizárraga, como director de la Policía Ministerial del Estado.
    Hasta el día del enroque, era coordinador de la Unidad Especializada Antisecuestros desde el sexenio de Juan Millán Lizárraga.
    Osuna Lizárraga le habría renunciado en dos ocasiones a Aguilar Padilla para dedicarse a su propio negocio de seguridad privada, supuestamente la empresa Sistemas Avanzados en Electrónica, Seguridad y Comunicaciones, Siselse.
    Algo debe haber ocurrido para que el especialista en seguridad desistiera de abandonar las filas del Gobierno estatal y no sólo eso, aceptara asumir el cargo de director de la PME.
    Las lenguas serpentinas dicen que los movimientos en seguridad, sobre todo en el caso del ex comandante "Diego" son parte de un pacto entre Millán y Aguilar, por no decir que una imposición del primero.

    Malecón es columna institucional de esta casa editorial
    malecon@noroeste.com

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