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"FLUYE APOYO"

"Ofrecen ayuda a la señora Marisela, en Culiacán"

"Lectores de Noroeste se solidarizaron con la adulta mayor que desde hace 23 años se encuentra postrada en cama y en ese lapso perdió su vista"

CULIACÁN._ Lectores de Noroeste se solidarizaron con Marisela, señora de la tercera edad, que desde hace 23 años se encuentra postrada en cama y en ese lapso perdió su vista.

La señora vive en una pequeña casa que carece de lo más elemental, en la colonia Ampliación Bicentenario, a un lado del basurón municipal.

La mujer quiere moverse, sin embargo, no puede, ya que una enfermedad la atacó, y la mandó a la cama, donde sólo escucha y habla. Los dedos de sus manos están chuecos. Como si fueran de hule, se doblaron.

Marisela, quien no recuerda cuántos años tiene, no pide atención médica, ya que asegura un doctor le dijo que no tenía lucha.

A quien quiera ayudarla, pidió despensas para tener la certeza del alimento diario, así como un colchón de esponja.

Un abanico le gustaría que le llevaran, debido que el que tiene, no sirve. Cuando lo apagan, después tienen dificultades para prenderlo. Una estufa, es otra petición que la señora lanza.

Desde la mañana de ayer, lectores se estuvieron comunicando ofreciendo ayuda.

Una pareja llegó a Noroeste y dejó 600 pesos para Marisela.

Una señora llamó y ofreció que mañana viernes dejará en las oficinas de este medio un ventilador y una despensa, además se compromete enviar una despensa cada 15 días.

Un lector llamó y ofreció una mensualidad de dinero a la señora por un año. Otra lectora aseguró hoy dejaría dinero en Noroeste.

Otro señor llamó ofreciendo una parrilla con cuatro quemadores y una colchoneta, sólo que Noroeste debe ir por la ayuda a su domicilio.

Varias personas más llamaron preguntando la dirección de la señora con la idea de tenderles la mano.

Postrada en cama, por muchos años lloró. No entendía por qué tenía que estar así.

La impotencia le llega hasta lo más profundo de su ser. No puede llorar más, dice.

Cuando quiere hacer sus necesidades fisiológicas, llama al familiar más cercano quien se encarga de acomodarle un bacín.

"Me duele mucho no poder trabajar, nada puedo hacer, antes lloraba mucho, no podía creer lo que me estaba pasando, es una tristeza no caminar, no ver, no moverme, ya me cansé de llorar", manifiesta.

Es desesperante estar en cama 24 horas, pero el "infierno" es mayor, cuando en Sinaloa ascienden las temperaturas. El viejo abanico es insuficiente.

Marisela vive con su hija, yerno y dos nietos en una pequeña vivienda, donde las paredes son de palos, y el techo está compuesto de vieja lámina galvanizada.

 

PARA APOYAR

Si desea ayudar a Marisela comuníquese a las oficinas de periódico Noroeste, al telefóno 759-81-00, extensiones 672 y 680.

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