"Parece el apocalipsis... narran sinaloenses sobre el sismo en la CDMX"

Sinaloenses vivieron con terror el fuerte sismo de 7.1 grados que hoy se registró en la Ciudad de México.

Blanca, una culiacanense que vive en la Ciudad de México mencionó estaba viendo la tele cuando todo empezó a temblar.

Hace 15 días le tocó sobrevivir un temblor similar. Pero en esa ocasión, se replegó en la pared de su cuarto con su familia.

Este día no fue así, en cuanto cimbró la tierra y todo empezó a moverse, salió corriendo a la calle.

"¡Nombre!, estoy en pánico, ahora sí lloré de miedo..., esto parece el apocalipsis", narró.

En el sector donde vive se cayeron varios edificios y al dar la vuelta, hay una escuela primaria.

"La gente estaba gritando como loca, queriendo sacar a sus hijos, estamos en la calle, todo mundo va de un lado a otro".

Los nervios se alteran cuando escuchan las sirenas de las ambulancias, el sobrevuelo de helicópteros, expone.

La luz se fue, de igual forma la señal de sus celulares.

"Estaba viendo la tele, salí corriendo, se caían cosas del techo", enfatizó Blanca.

Lo que se vive es una tragedia, una emergencia nacional como el 85, indicó.

"Aquí donde estamos, van cuatro muertos y 22 heridos".

Liz, narra que estaba en el tercer piso de su casa haciendo una llamada, cuando sintió el sismo.

"No pude salir y me puse en un muro entre la cocina y el comedor, todo empezó a moverse, a crujir, y a caerse las cosas".

Manifiesta que el miedo se apoderó de ella.

"Me sentí vulnerable, sola, escuchaba los gritos".

El terremoto de 1985 Liz lo vio en la tele, desde El Burrión, Guasave. Hecho que le impactó, sin saber que viviría algo similar en un mismo día.

"Ahora veo eso que se vivió en el 85 en vivo", comentó.

Miguel estaba en la Terminal 2 del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México. Cuando tembló, intentó correr pero no pudo. El piso se movía.

"Como cuando vas en una embarcación, quieres caminar de un extremo a otro, de una lancha por decirlo así, se va tamblando así mas o menos se siente"

El techo se sacudía fuerte y el piso también. La gente empezó a gritar.

Mientras unos corrían, otras personas se abrazaban de los pilares de la terminal.

Pensó que el temblor sería rápido, pero no fue así.

"Dije: ya se va a calmar, pero no, estaba fuerte, quería correr, pero no se podía porque la sacudida estaba bastante fuerte, sí pensé que se iba a desplomar el techo", abundó Miguel.

Se dio cuenta que ante una realidad, las recomendaciones de no correr, no empujar, mantener la calma, muchas veces no sirve, porque la gente lo que quiere es salir de inmediato.

Felipe, un testimonio más, comenta que estaba en el piso 17. Sonó la alerta sísmica y empezó a bajar.

"Una chava dijo: está temblando, corran, y en eso se movió bien cabrón".

Hubo personas que el miedo las paralizó, añadió.

En la desesperación por bajar y salvar sus vidas hubo un momento en que las piernas ya no respondían y los escalones se perdían, prosiguió.

Cuando descendía le tocó ver cómo un edificio se derrumbaba. Pensó que el edificio que descendía también le caería encima.

"La vi cercas, se movía horrible el edificio, me tocó ver uno cuando se vino abajo..., nomás escuchaba los vidrios caer, romperse".

Gritos, llantos, parte de lo vivido.

"La verdad no se lo deseo a nadie".