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"CASO DE ABUSO SEXUAL"

"Podrían demandar a Obispo de Culiacán por no denunciar a pederasta"

"La sentencia contra un sacerdote en la Ciudad de México por abuso de menores podría involucrar a Jonás Guerrero Corona"
22/03/2018

Gabriel Mercado

El Obispo de la diócesis de Culiacán, Jonás Guerrero Corona, podría enfrentar una demanda penal y civil acusado de complicidad en el caso de pederastia donde fue sentenciado la semana pasada a 63 años de cárcel el sacerdote Carlos López Valdés en la Ciudad de México.

Esto lo aseguró en entrevista telefónica Luis Ángel Salas, abogado y miembro del Grupo de Acción por los Derechos Humanos y la Justicia Social, organización civil que apoyó en todo el proceso a la víctima.

Salas dijo que analizan interponer estos recursos legales en contra de Guerrero Corona, el Obispo de Colima Marcelino Hernández y quien fuera Arzobispo Primado de la Diócesis de México, Norberto Rivera Carrera, al conocer ellos de los abusos cometidos por López Valdés y no poner el asunto ante las autoridades judiciales.

El abogado comentó que, de acuerdo a documentos en manos de la Procuraduría de Justicia de la Ciudad de México, el 13 de marzo del año 2007, el mismo Jonás envió un extrañamiento a Carlos López por “varias denuncias”, siete días antes que acudiera la madre de Jesús a presentar la denuncia de forma verbal ante Guerrero Corona.

“Él (Jonás) conoce del caso muchísimo antes de que la mamá de Jesús vaya y denuncie a Carlos, de hecho, nosotros tenemos un documento que él reconoce y firma, y lo reconoce ante la autoridad judicial, que el 13 de marzo le entregó una carta de extrañamiento, la mamá de Jesús habla con él hasta el 20 de marzo, o sea, él ya le había presentado un extrañamiento, a menos que fuese vidente, o a menos que tuviese una bola de cristal, pudo haber hecho eso”, mencionó Luis Ángel.

Según los documentos, le solicitaban en el extrañamiento al clérigo “atendiera su problemática”, y acudiera ante un terapeuta. El 2 de abril de 2007 lo confrontó Jonás junto con Marcelino y un presbítero de apellido Mercado, aceptando López Valdés sus “conductas inadecuadas”, solicitándole ellos se atendiera, y al siguiente día le impusieron una amonestación canónica para que cambiara su conducta y “evitar el escándalo”.

“Efectivamente nosotros estamos en momento de estudio para presentar la denuncia (penal) y también presentar una demanda con carácter civil, pero la denuncia no iría digamos en contra de Jonás y Marcelino, sino también en contra de Norberto, obviamente aquí no estamos hablando de omisiones, aquí estamos hablando de complicidad, o sea, bueno fuera que fueran omisos, pero tú no puedes decir, porque tú no eres diplomático ni tienes fuero ni nada, y que tú digas: 'yo lo que hice fue utilizar el derecho canónico al cual me veo obligado'. A ver, tú estás en México, eres mexicano, estás sujeto a las leyes mexicanas, no eres diplomático, no eres un funcionario, no tienes ningún tipo de cargo, nomás dime por qué no denuncias, por qué no presentaste a Carlos frente a una autoridad judicial si tenías conocimiento y si aceptó los hechos frente a ti”, destacó.

Escucha la entrevista aquí ⬇

 

Obispo negó todo en los testimonios

Sin embargo, Ángel Salas señaló que durante los testimonios ante la Procuraduría y las preguntas que los abogados les hicieron ante el juzgado, Jonás negó siempre la información, pese a que sí tenía conocimiento del caso.

“Jonás comparece hasta el 13 de octubre de 2015, y dice textualmente, citando: 'yo me enteré del proceso que se está llevando por los medios de comunicación, por lo que me presento', o sea, ahí incurre en la primera mentira, porque él desde el 2007 ya sabía”, refirió.

“De hecho nosotros tenemos otro documento, que es un memorándum, que hace el vicario judicial, Alberto Pacheco que hoy está finado, cuando él también comparece ante la Procuraduría y niega los hechos, sin embargo, es el encargado de llevarle el proceso en el Tribunal Eclesiástico, y Alberto Pacheco refiere, el mismo Jonás refiere en su declaración turna los hechos al Tribunal Eclesiástico, mismo que los turna la congregación de la doctrina de la fe de la Santa Sede”, acotó.

En ese memorándum, dijo, quedó asentado que también Norberto Rivera tenía conocimiento de la situación.

Pero a las preguntas de los abogados Jonás Guerrero decía desconocer incluso la fecha de inicio del proceso y algunos detalles.

“Él niega, lo que se puede dilucidar ante las preguntas y respuestas es que sí niega la información, o sea, 'cómo yo te inicio un proceso y no sé por qué te lo inicio', o sea, él dice, 'yo lo inicié cuando vino la señora y de inmediato ya lo puse ante el Tribunal Eclesiástico, pero si la señora llegó el 20 de marzo, y él el 13 de marzo ya había entregado un extrañamiento... hay más denuncias, porque de hecho él lo dice en el documento que reconoce: 'debido a las denuncias en tu contra'”, añadió.

Hasta el año 2008 le pidieron la renuncia a Carlos López, y se dio la “suspensión a cautela”, por lo cual él seguía oficiando, recibiendo aún salario, ya que los únicos motivos por los cuales la Iglesia puede ejecutar la expulsión es por aborto o herejía. La suspensión definitiva vino por un decreto del Papa hasta el año 2011.

El abogado resaltó que como ciudadanos mexicanos los tres: Jonás, Marcelino y Norberto, tenían la obligación de denunciar al párroco ante las autoridades al tener conocimiento de este delito grave, y por ello interpondrían las denuncias correspondientes contra ellos para que la autoridad investigadora dilucide y clarifique el escalafón de mando y su participación conforme al conocimiento que tuvieron frente a los delitos, y además reparen el daño.

Aseveró que con los testimonios y la sentencia emitida contra el antes clérigo, pudieran imputar la responsabilidad ilícita de la Iglesia en este caso.

 

Jonás calla. Actuó conforme a la ley eclesiástica, defiende vocero

Sobre este caso el Obispo Jonás Guerrero prefirió no hacer ningún comentario. Indicó que sería el vocero del Obispado Esteban Robles quien atendería sobre el tema.

“Tengo una reunión en este momento”, expuso al encontrarlo en la entrada del Obispado.

“Tengo una reunión en este momento”, expuso.

En entrevista Esteban Robles reconoció que la ley eclesiástica no les sugiere interponer denuncias ante el ministerio publico contra delincuentes miembros de la Iglesia.

Sin embargo, defendió a Jonás Guerrero, señalando que él hizo “lo que tenía que hacer”, conforme a los protocolos y el derecho canónico.

Añadió que el caso se remonta a 1994, y Jonás fue Obispo años después, por lo que en su momento no habría tenido conocimiento de ese abuso.

Dijo que los mismos documentos existentes confirman que el hoy Obispo de Culiacán hizo lo debido al separar de su cargo a Carlos López, y con eso ya “quedaba en manos de las autoridades”.

Afirmó que ellos como institución buscan erradicar este mal dentro de las filas de sus sacerdotes y de los seminarios.

“En la medida de lo posible que estos criminales no formen parte de nuestras filas, ya que no toda la institución está así”, subrayó.

“Nos solidarizamos con nuestro Obispo Jonás Guerrero Corona, a quien ratificamos como un hombre que busca la verdad, como alguien que busca siempre el bien común en su labor episcopal que ha desarrollado en esta tierra, en Sinaloa, ya vamos para seis años”, mencionó.

 

¿La Iglesia se solidarizaría y respaldaría a Jonás en caso de una demanda?

“En todo momento”.

Aunque él llegó después de los hechos, hay algunos documentos de 2007 donde se menciona que él tuvo conocimiento en ese momento de lo que estaba cometiendo este sacerdote, pero no se toman acciones para ponerlo ante las autoridades, ¿la Iglesia cómo toma este tipo de casos, pueden o no pueden poner a un sacerdote, cuando tienen conocimiento de algún abuso, pueden ponerlo ante las autoridades judiciales?

“Estamos hablando de 2007, de 2007 a ahora las leyes han cambiado, si hablamos de parámetros de 2007, el Obispo Jonás Guerrero Corona actuó con la máxima penalidad que nosotros como lo indica el Derecho Canónico tenemos, entonces, el momento que queda fuera (Carlos López), quedó a disposición de la autoridad civil, en aquel momento Jonás Guerrero, en aquel momento Obispo auxiliar de la sexta vicaria de la Ciudad de México, él actúa conforme a los protocolos indicaban, y conforme al derecho canónico lo indica también realmente, pero nosotros tenemos un límite, y ese límite lo debe dar seguimiento la autoridad civil, se dejó a disposición a Carlos López, al delincuente, y ya la siguiente estancia debió haber actuado”.

Se menciona que fue separación temporal y viene hasta 2011 la separación total.

“Se le llama temporal en lo que llega la sentencia de Roma, y por nomenclatura temporal es que ya está fuera de sus funciones, la definitiva la que tiene que dar directamente Roma, cuando se pone a disposición a esta persona por haber cometido este delito, obviamente se retira de todo lo que tenga que ver con sus funciones”.

Aunque él siguió ejerciendo en ese tiempo.

“No por mandato de la Iglesia, en caso de que hubiese seguido ejerciendo, era penado también eso”.

¿Ejerció sin permiso?

Ejerció sin permiso, al estar retirado temporalmente significa estás retirado de tus funciones hasta que llegue la determinación total de Roma, él estuvo fuera por mandato del Obispo, y bueno, y nosotros qué, era un delincuente, para nosotros también era un delito, él canónicamente también llevó un delito, por el cual canónicamente también se le sentenció.

Dice que las leyes eclesiásticas han cambiado, ¿en qué han cambiado desde entonces?

“El hecho de que después de todo lo que ha ocurrido, pues ya, sí se debe dar parte a las autoridades, pero en aquel tiempo todavía nos llegaban (sic), tal vez en otro momento lo analicemos”.

¿En aquel entonces el mismo reglamento canónico les impedía a ustedes?

“Sí, mira, si la persona, el sacerdote cometía un delito se le retiraba temporalmente mientras se investigaba, también tengamos en cuenta algo, una cosa es lo que se dice, lo que se cuenta, lo que se sospecha, y otra cosa es encontrar a la persona, al delincuente, culpable, entonces, mientras se hicieron las investigaciones él quedó temporalmente suspendido. Insisto en lo mismo, la Iglesia tiene un límite, nosotros no tenemos cárcel, no tenemos ministerios públicos, queda a disposición, y si las víctimas no acusan, ¿ahí que podemos nosotros hacer?”.

El abogado menciona que podrían haber sido más casos, ya que según los documentos Jonás Guerrero tenía conocimiento de más denuncias.

“Pues que lo denuncien, si hay más casos que esta persona lo hizo, que lo denuncien, ahora ya está sentenciado, ¿no?, aquí es claro, cuando hay un delincuente, la Iglesia no va a proteger a ningún delincuente, tan es así que ya se procedió. En el 2007, lo que se tuvo que hacer históricamente hablando, se hizo.

 

 

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