Hasta el día de ayer, pocas personas se habían animado a subir los primeros peldaños de la cuesta de enero con una boleta de empeño, los montepíos de la ciudad registraron muy poca actividad.
Personal de las casas de empeño comentó que a diferencia de otros años, el primer día hábil de enero no fue tan productivo como se esperaba, a lo largo de la jornada la llegada de pignorantes fue muy esporádica.
Lo más destacado fue en algunos "montes" fue que algunos de los clientes que acudieron a realizar transacciones fueron para sacar sus empeños o comprar prendas en remate, no para empeñarlas.
Normalmente en los primeros días del año hay descuentos atractivos en las mercancías en exhibición, incluso hay establecimientos que ofrecen rebajas en la compra de lotes de alhajas.
Y así fue que ni la música a todo volumen, ni los descuentos en tazas de interés o las promociones en pagos adelantados atrajeron a los pignorantes, sino más bien a los compradores y pagadores.
Sin embargo, la paciencia de los prestamistas es mucha, y si el primer día de actividades del año no hubo largas filas de personas queriendo obtener algunos pesos a cambio de bienes, pronto será.
Se estima que sea entre la segunda y tercera semana del mes de enero cuando los flujos de clientes y pignorantes repunten en las casas de empeño, una vez que pase la efervescencia festiva y se asiente la realidad económica de las familias.
CLIENTES
Los primeros clientes que recibieron las casas de empeño fueron a comprar, no a empeñar prendas.
- Los clientes aprovecharon los descuentos para comprar joyería.
- Algunos compraron lotes completos de alhajas.
- Entre las segunda y tercera semanas de enero se incrementa el flujo de pignorantes.
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