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"BEISBOL"

"Se diluye la fiesta tras revés de Tomateros ante Mayos en la LMP"

"Pese a que la afición guinda llegó confiada en que su equipo conseguiría el tercer triunfo, Navojoa se quedó con la victoria"

Tras una semana de ausencia, la “marea guinda” volvió a inundar las calles aledañas al nuevo estadio de Tomateros de Culiacán, que albergó el tercer juego de la serie final de la temporada 2017-2018 de la Liga Mexicana del Pacífico.

Luego de que Tomateros derrotó en los dos primeros juegos a Mayos en Navojoa la mentalidad no pudo ser otra que de confianza en el aficionado guinda, que desde temprano se dio cita al estadio.

Como ya es una tradición, la fiesta comenzó desde las inmediaciones del estadio donde sonó la música de banda y se hicieron los gritos de apoyo al club que estuvieron acompañados de un total convencimiento de que la serie concluirá en la capital sinaloense proclamando a los guindas como campeones del béisbol invernal.

“Arriba Tomateros vamos por la onceava”, “de aquí no salen vivos los Mayos” y “mañana se acaba todo, mis Tomateros van a ser campeones”, eran de las frase que resonaban entre el alarido de la gente.

Por otro lado, la poca afición sonorense que hizo el viaje hizo su arribo al estadio con un silencio sepulcral, sin embargo en el interior del estadio los papeles se invirtieron.

Los afición local se quedó callada en la cuarta entrada luego de que Jovan Rosas conectará cuadrangular de dos carreras, lo que hizo vibrar un pequeño rincón del estadio culiacanense con matracas y gritos de apoyo a los Mayos.

En la parte baja de ese mismo rollo vino el descuento de los guindas con anotación de Ronnier Mustelier a batazo de Justin Green, lo que hizo explotar el estadio y encender los sueños de victoria en la afición local, la cual nuevamente sufrió un “bajón” cuando el mismo Green fue puesto out en la registradora minutos después.

La fiesta continuó con las chicas de la porra guinda y las mascotas del club, así como el desfile interminable por el área de comida sin embargo anotaciones en la sexta y séptima entrada pusieron a la afición a dudar.

A como fue avanzando el último par de entradas la angustia se incrementó en la tribuna local, que antes del juego se mostraba convencida de que su equipo podría contra la pared a Navojoa.

“Ni modo, así es la pelota”, “mañana nos reponemos y el jueves se acaba la serie hombre, no pasa nada”, eran algunas de las frases de resignación pero de confianza que se escuchaban en los pasillos.

Al final los guindas no pudieron ligar su tercera victoria en fila y los Mayos se pusieron a una victoria de empatar la serie y obligar al regreso a casa, por lo que el encuentro de hoy será clave para ambos equipos.

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