|
"Día de las madres"

"Ser madre: un compromiso de servicio"

"Liz Garza de Valdez funda su familia en el amor y la fe en Dios y la Virgen María, a través del Movimiento Apostólico de Schoenstatt"
05/05/2018

Ofelia Navarro

MAZATLÁN._ Para Liz Garza de Valdez, ser madre es un compromiso de servicio, soportado en la fe, pues considera que su ancla, su soporte es María, la Mater, en quien se apoya en su búsqueda diaria por ser mejor y con quien hizo, desde hace más de 20 años, una alianza.

Para lograr ser mejor esposa, mejor madre, mejor ciudadana, dice, se prepara constantemente, pues se considera una formadora de familia, en donde Dios siempre ha estado presente.

“Tengo la fortuna de haber conocido a un hombre maravilloso que es mi esposo, que creo que lo más me atrajo de él fueron precisamente sus valores; estudié hasta un nivel de maestría, trabajé en Monterrey y fuera, viajé, conocí muchísima gente y cuando encontré a mi esposo, encontré en él muchos valores que era lo que yo estaba buscando para formar una familia”.

Ya una vez que se casaron, pensaron en formar una familia; ella, graduada en Administración de Empresas, con una maestría, nunca dejó de trabajar, siempre tuvo la libertad para hacer lo que deseaba, siempre y cuando hubiera el compromiso de la familia es primero, un compromiso que comparten los dos.

Y en su afán por compartir sus conocimientos profesionales, sus valores y fe con los que ella había sido formada, llegó a Mazatlán y buscó dar clases.

“Una de mis pasiones es la educación, la enseñanza, y a pesar de que yo trabajé en empresas, cuando yo llegué a Mazatlán decidí dar clases a nivel profesional, pasaron por mí muchos muchachos de aquí y extranjeros, y siempre pensé: ‘yo quiero educar estos jóvenes tan tan bien como quiero que eduquen a los míos’, por eso me di en esa medida, en compromiso, responsabilidad, dureza, todo lo que puede pedir un maestro para que los muchachos realmente saquen todas sus cualidades y dones que los hagan brillar”.

Así pasaron algunos 20 años y en el inter fue formando a su propia familia.

“Solo dejé de trabajar cuando iban a nacer mis bebés, les dedicaba un año completo y mi esposo siempre cooperó, ayudó, entendió, y estando fuera de casa, viendo lo que el mundo necesita en cuestión de valores, de afuera tomaba lo que creía que podía necesitar en casa”, dice convencida.

“A los hijos se les tienen que dar responsabilidades, se les tiene que hablar con la verdad, se les tiene que amar incondicionalmente y esto no quiere decir que mi familia es perfecta, de ninguna manera, por supuesto que hay dramas, desencuentros, enojos, siempre ha habido de todo, bueno y malo, lo normal de una familia, lo que nunca falta en casa es una formación en donde Dios está presente, y esto viene a colación porque yo fui educada en escuelas católicas y las semillas ahí quedan y cuando uno se convierte en mamá, esa semilla se convierte en un árbol frondoso y uno lo quiere dar y cuando lo empiezas a dar, entiendes muchas cosas”.

Antes de casarse, ella asistió a un taller en donde se les habló de hacer una alianza con la Virgen María.

“Y ese taller a mí me transformó, fue una atracción inmediata con nuestra Madre”.

Cuando se casó y se vino de Monterrey, lo primero que hizo al llegar a Mazatlán fue presentarse con un sacerdote de la San Carlos Borromeo, para trabajar para la Virgen María, le expuso su proyecto y le dio luz verde, el primer día del taller llegó una señora, pero ella, emocionada invitó a sus amigas, por lo que a la siguiente semana le trajo 12 señoras, la evaluaron y le dio al Padre los resultados y así combinó su profesión, con el ser ama de casa y esposa.

El taller fue dando frutos, asegura, ella junto con otras señoras del mismo Movimiento Apostólico de Schoenstatt, siguieron trabajando con una filosofía basada en la educación, lo cual la llenó al 100 por ciento.

“Es un movimiento donde tú educas porque te dejas educar por la Virgen María, Dios escoge a María como Madre y María nos educa como madres, aquí empieza el trabajo de todos los días”, comparte convencida.

Encontró en Mazatlán a otras señoras que pertenecían al mismo movimiento y juntas empezaron a educar señoras, a educar mamás, dando talleres, reuniéndose, para hacer algún apostolado, y así han transcurrido 23 años.

“Hemos sentido la presencia de Dios y de la Virgen María muy cerca de nosotras. Algo que me queda claro es que María nos educa para ser mejores personas, y a lo largo de la vida podemos aspirar a ser mejores personas, mejores profesionistas, de alguna forma hemos usado esos conocimientos y esas virtudes que la Virgen nos enseña, precisamente para el bien de nuestros esposos e hijos, en nuestras reuniones semanales hacemos oración por nuestros esposos, nuestros hijos, nuestra comunidad y el mundo entero, porque esto te nutre, te llena y te transforma, no somos personas perfectas, pero somos personas que aspiramos a ser mejores, esto incluye todos los valores que nos son enseñados y la finalidad es la congruencia de vida, si yo educo a otras señoras en valores, la primera que tiene que vivirlos soy yo, es un reto muy grande y fuerte, que se hace con la ayuda de los hijos, porque ellos también educan, ellos nos enseñan tantas cosas, con la ayuda de nuestros esposo, cuando lo tenemos, es un trabajo de dos, cuando lo hay, hay señoras que han entrado al movimiento y que no tienen un compañero, pero eso no implica que ellas no buscan ser mejores madres, nosotras buscamos a lo largo de tantos años eso: aprender de este Movimiento Mariano a nivel mundial, nos sentimos parte de algo muy grande y al que cada vez se integran más señoras; eso es algo bonito porque el testimonio es una influencia, inicia con una alianza que se llama Vamos sellando una alianza de amor con la Virgen y lo que tratamos de hacer es invitarla a que camine con nosotros y en Mazatlán es Caminando con María”.

Se reúnen una vez por semana y en sus oraciones le piden a la Mater que siga caminando junto a ellas.

“Ella siempre va estar con nosotras, nunca nos va a dejar, nosotras nos podemos soltar, pero ella nunca nos dejará, es increíble, las personas que se acercan y buscan precisamente eso, la unión con María, madre de nuestro Señor y ella nos lleva a Él y ese es el fin único”.

Como movimiento, desean que su familia, esposo, hijos, parientes en general, gente que las ve, vean congruencia de vida y luego de eso que su libertad decida si esto es lo que las mueve a ser mejores personas.

“Esta fe que tratamos de seguir y de transmitir a otras señoras es la libertad interior, nadie debe forzar a otras personas a creer en lo que tú crees, pero sí está la invitación, y esa libertad de decir, yo quiero estar ahí, aprender; esa libertad es la que te va a mover a ir adentrándote en este misterio de Dios.

“Que nuestros hijos se acerquen por convicción, no por obligación, esto es fundamental, nadie puede vivir una vida en valores obligado, tiene que ser por libre convicción y, finalmente, otra cosa que en el movimiento nos enseñan es la autoeducación, y regresamos otra vez a la educación, yo puedo estar aprendiendo, pero yo soy responsable de seguir aprendiendo por mi cuenta, es algo que a mí me mueve mucho, nadie nos va a enseñar todo y nosotros debemos de tener el compromiso de seguirnos educando, esto lo paso a mis hijos y comparto con mi esposo, si queremos seguir siendo mejores en lo que hagamos, mis hijos como estudiantes, mi esposo como hombre de empresa, yo como maestra, todos tenemos la responsabilidad de mejorar de manera individual, así como Él se acerca a nosotros de una forma individual y personal, así también cada uno de nosotros somos responsables de ir creciendo en espiritualidad de manera personal”.

FAMILIA

Esposo: Fernando Valdez Solano

Hijos: Liz Mariana, Fernando y Alejandra

 

PARA SABER

El Movimiento Apostólico de Schoenstatt tiene 100 años a nivel mundial y 40 en México.

El movimiento se divide en ramas: Familias, Señoras y Jóvenes.

Si desea ser parte del Movimiento Apostólico de Schoenstatt: lizgarza prodigy.net.mx

Reuniones

Día: Miércoles

Horario: 9:30 a 11:00. Segundo grupo, de 18:00 a 19:50 horas

Lugar: Templo La Sagrada Familia

Periodismo ético, profesional y útil para ti.

Suscríbete y ayudanos a seguir
formando ciudadanos.


Suscríbete
Regístrate para leer nuestro artículo
Esto nos ayuda a identificarte mejor al poder ofrecerte información y servicios justo a tus necesidades al recibir ayuda de nuestros anunciantes.


¡Regístrate gratis!