"TEMA DE HOY: Cuidado con el complejo de imposibilidad"

¿Estás cojeando, cuando podrías andar con firmeza? ¿Sollozando cuando podrías estar silbando? ¿Llorando cuando podrías estar riendo?

¿Estás abrumado por tus problemas, enfrentándote a frustraciones que te desaniman, a dolores de corazón que te deprimen? ¿Estás aburrido de la vida, cansado de vivir, falto de gusto y estímulos? ¿Estás fijándote en alguien que consigue un gran éxito en una oportunidad que tú has abandonado?

¿Estás luchando con proyectos y sueños que podrían prosperar, que no contraen cuando podrían ir en aumento, que fracasan cuando podrían triunfar?

Los pensadores de imposibilidades son personas que pasan rápida y arrebatadamente por una idea propuesta, escudriñándola con unos ojos agudamente, buscando solamente los aspectos desagradables.

Buscan razones por las que algo no funcionará en lugar de describir medios por los que podrían funcionar. De este modo, están inclinados a decir por los que podrían funcionar. De este modo, están inclinados a decir “no” a una propuesta, no dando nunca oído franco a la idea.

Los pensadores de imposibilidades son personas que reaccionan inmediata, impulsiva, instintiva e impetuosamente a cualquier sugerencia positiva, con una colección abrumadora, no estudiada, e irresponsable de razones, por las que eso no se puede hacer o por las que es una idea mala, o de como algún otro trató de hacerlo y fracasó, o (y este es ordinariamente su argumento definitivo) ¡cuánto va a costar! Hay personas que sufren un peligroso mal mental, el complejo de imposibilidad.

Son imaginadores de problemas, pronosticadores de fracasos, descubridores de dificultades, visionarios de obstáculos, calculadores de gastos exagerados.

Su actitud produce duda, estimula el miedo y engendra un clima mental de pesimismo y de fatiga.

Son creadores de la desconfianza. ¿El resultado? Ideas positivas enterradas, sueños destrozados y proyectos torpedeados.