"Vaticinan para 2008 alza migratoria"

LA HABANA (NTX)._ Aumento de la emigración interna y externa, irregularidades del clima, enfermedades y crisis familiares por la vivienda, presagiaron ayer babalawos (padres de los secretos) cubanos, sacerdotes del sistema adivinatorio de Ifá, de la religión Yorubá.
En la denominada Letra del Año para Cuba y el Mundo en 2008, los sacerdotes de la unidad religiosa afrocubana (Santería) más practicada en la Isla, vaticinaron también incendios forestales y domésticos y alertaron contra "la intriga de un tercero (que) pueda afectar la relación de dos".
Con un lenguaje críptico por momentos, el babalawo Lázaro Cuesta dijo que las advertencias ofrecen "un horizonte de mayores esperanzas" pero rehusó dar connotación política a los "sucesos, recomendaciones y refranes" del veredicto de Ifá.
"Ifá no da previsiones, depende de la interpretación que cada cual quiere darle" a sus pronósticos, indicó el religioso, renuente a conectar el contenido de la Letra con la situación política del país y con la enfermedad del presidente Fidel Castro.
Castro, de 81 años, está ausente de la escena pública desde finales de julio de 2006 por una grave enfermedad gastrointestinal y sus cargos los ejerce en forma temporal su hermano Raúl.
Sin embargo, Cuesta subrayó que Cuba, como cualquier otro país, no será ajena a los cambios que se registran en el mundo con la crisis económica, los cambios climáticos, el aumento de los precios del petróleo y otras contingencias.
Víctor Betancourt, otro de los babalawos sentados en la mesa presidencial, aclaró que la Letra se refiere más bien a los cambios climáticos, y aseguró que "más que un reto político o social significa un reto de la Naturaleza".
La Letra dada a conocer este día fue resultado de una ceremonia el 31 de diciembre en la que intervinieron cientos de sacerdotes, de ellos poco más de 150 procedentes de otros países, correspondiente a la Comisión Organizadora de la Letra del Año "Miguel Febles Padrón".
Para la Comisión, el signo regente será "Iwori Rete" y gobernará el año Ogún (divinidad guerrera cuyo reino son los metales; protector de los militares; adorado en la ciudad Ire de Yesa, al oeste de Nigeria, sincretizada en la Iglesia católica con San Pedro y San Jorge.)
Entre las enfermedades de cuidado los babalawos advirtieron contra el peligro de sufrir locura, parásitos intestinales, enfermedades de la piel y serios trastornos de la personalidad.
Los acontecimientos de interés social hablaron de usurpación de derechos y funciones usando para ello la violencia y el engaño, y abogaron por crear condiciones de vivienda para poder asimilar un aumento de la población.
También los sacerdotes afrocubanos recomendaron evitar el maltrato a los jóvenes, vigilar de cerca su conducta, no justificar sus "actitudes incorrectas" y llamaron a rescatar valores éticos y morales.
"La inconformidad y el capricho no solucionan los problemas", fue otra de las recomendaciones y entre los refranes citaron que el gallo pica al pollón porque ve en él un futuro rival, sin precisar la alegoría.

El ritual

Cada 31 de diciembre, los babalawos, sacerdotes de la Regla de Ocha o Santería, se reúnen para "sacar" la "Letra del Año", especie de oráculo que determinan las divinidades (orishas) que regirán en el periodo y, por ende, cómo viene el año.
La Letra la dicta Ifá, el intermediario entre los orishas y el hombre, a través de un tablero de madera que representa el mundo.
El babalawo con menos tiempo de iniciado es el designado para sacar la Letra con una hilera de 16 piezas o ikines, atadas por un cordel vegetal. Con esa cadena, se recogen unas 4 mil combinaciones, en una especie de teoría de las probabilidades.
Según Cuesta, quien agradeció la atención de la prensa internacional, "la certeza" de las predicciones de Ifá ha despertado el interés de personas de las más diversas capas sociales, religiosas o no.