"Vibra malecón con el ‘circo patasalada’"
MAZATLÁN._ El malecón vibró de luz y magia con el primer desfile del Carnaval Internacional de Mazatlán 2018 “Patasalada. El Circo de los Talentos”, que rindió un homenaje a los principales símbolos de la identidad porteña.
Por un momento, quedaron atrás los enojos por cierres viales, la maquinaria, los hombres trabajando y las molestias de la construcción.... Ha llegado el Carnaval.Desde días antes, las familias acamparon en distintos puntos de la Avenida del Mar en busca de contar con el mujer lugar para disfrutar de la marcha festiva, que dio inicio en el monumento al pescador, y terminó a la altura de la disco Valentino.
El lanzamiento de un cohetón marcó el arranque con la luz de la puesta de sol.
Los fieles adoradores de la fiesta no perdieron la oportunidad para escuchar desde los tradicionales papaquis hasta el reguetón de moda, mientras admiraban a sus soberanos abrirse paso entre la multitud, elevados en sus carrozas reales.
Pronto la emoción invadió el ambiente, el confeti se esparcía por los aires y la música se confundía con el sonar de las olas.
Las carrozas reales
La primera en aparecer fue la Reina del Carnaval, Alexa I.
El carruaje, donde destacaba una gran cornamenta sobre un fondo verde, fue recibido con extrañeza y desató las clásicas polémicas de Carnaval, al contrastar con el estilo majestuoso de las carrozas de antaño.
Lo mismo que el conjunto alegórico que envolvió a la Reina de los Juegos Florales, Sofía I, bajo la figura del mango como un producto que representa la cultura de trabajo y la exhaltación de la sensualidad de los sinaloenses.
En un destellante mundo marino, surgió de entre la música de viento la soberana Infantil, Gretel I, luciendo un vestido azul cuya cauda evocaba las olas del mar y cubría gran parte de la carroza real, donde un monumental pez espada era el símbolo dominante.El Carnaval de Mazatlán celebró también a la pesca del camarón, todo un símbolo “patasalada” que se materializó en el turno de Tulio I.
El Rey de la Alegría saludó a sus súbditos arriba de un barco camaronero convertido en alegoría itinerante, que sirvió como un espacio para rendir pleitesía a los ídolos Pedro Infante, Lola Beltrán y Cruz Lizárraga.
Una fiesta a la historia y a los personajes que han aportado su talento a Mazatlán, es lo que se vivió en este primer recorrido, que se prolongó por cerca de tres horas en las que se olvidaron los problemas económicos y la inseguridad.
Al terminar, los mares de gente comenzaron a fluir mientras sonaba la música: “Todo mundo vibrando. Todo mundo bailando. Esto huele a Carnaval.
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