'A la ballena no le hemos sacado jugo'

José Abraham Sanz
18 marzo 2016

"Juanelo se emociona cuando recuerda cómo vio al cachalote en la misma bahía que a diario recorre"

Juanelo se emociona cuando recuerda cómo vio al cachalote en la misma bahía que a diario recorre.
Se veía grande y echaba agua para arriba, con fuerza, repite, pero hoy ya no la ha visto.
Han pasado cuatro días desde que el cachalote, una especie de ballena, entró y le cambió la emoción a los días en el puerto de Altata.
Ya no sólo es la deliciosa gastronomía, su nuevo y moderno malecón, los nuevos servicios de atracción o la pavimentación de sus calles aledañas, sino que previo a la Semana Santa, el puerto de Altata experimenta con su visita el avistamiento de una ballena.
Pero Juanelo, con todo y la emoción, se desespera. "Es que a la ballena no le hemos sacado jugo nosotros, todavía no; es que fue el domingo y muy tarde, pues...".
"De la ballena, no hemos agarrado dinero", se lamenta.
El domingo la vieron algunos, recuerda, muy cerca de la entrada.
"Se metió hasta allá hasta el fondo... pero iba pasando por aquí enfrente, aquí aquí cerquita, dijo un niño: ahí anda una ballena; estás pendejo, ¿cómo va a andar una ballena? Con este tiempo, ya está haciendo mucho calor, esas andan donde está muy hondo y con el agua fría. Eran como las 4 la de la tarde y yo la vi por allá a las 5:40... sí era una ballena", admite.
El panguero de 41 años, quien labora en el agua salada desde los 16 y combina sus habilidades de pescador con las de piloto de panga para completar un sueldo decente, espera una mejor Semana Santa.
Pero no es el único. Patricio también la vio y se emociona igual que Víctor.
Es mediodía, es jueves y no hay más que hacer que esperar visitantes adelantados hasta el antepenúltimo muelle del nuevo malecón. Es esperar o dar un rondín de vigilancia, como le llaman, a salir por si hay algo que reportar, para el lado de la boca que conecta a la bahía con altamar.
"Ayer todas las pangas que salieron, se fueron a buscar la ballena, al paseo. Metilio creo que nomás la vio", dice Patricio, de 65 años, otro panguero pescador altateño, dependiendo de la época del año.

- ¿Sí les movió todo el hecho de que viniera una ballena para acá?



A cómo no, pues la gente..

- ¿Les gustaría que se quede así?

Uh, cuánto vamos a cobrar, imagínate...



Luego Patricio y Juanelo se enfrascan en una charla rápida. "Como cuándo entraron los delfines, ¿te acuerdas?".


- ¿Entraron delfines?

Un chingo eran, hace como unos cinco años, una manchota. Hasta tres mil animales, de una sola mancha, para arriba. Imagínate.

Entre risas se apaga el recuerdo y vuelven a lo actual.
"Ese animal (el cachalote) se va a quedar aquí un buen rato, por la comida", mencionó.
Según sacan cuentas, ahí donde está, o creen que está, es muy hondo y hay mucha sardina.
Donde creen que está es para el fondo, para el lado del manglar de Altata, frente al muelle de las cooperativas pesqueras, que tiene una profundidad de 11 a 12 brazadas y que abundan los cardúmenes de sardina.
"Ayer vinieron los de Sagarpa. La hallaron", explicó Patricio. En realidad se refirió a elementos de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente, el delegado lo confirmó. "Ayer vinieron expertos, y sí, según está bien", expresó.
El miércoles, el encargado del despacho de la capitanía del puerto hasta ese día, Alejandro Apodaca, recordó que en 2014 y 2012 había noticias de ballenas muertas. Dijo que sólo venían a la bahía a morir.
Pero Patricio recuerda otras cosas.
"Se meten, aquí todo el tiempo se habían metido ballenas, pero tenía años que no entraba una. (Los de Profepa) Dijeron que estaba muy bien", dijo Patricio.
"Avienta el agua bien, normal, cuando la ballena está jodida la avientan desparpajada el agua y esa no", completó Juanelo.
"No es grande esa, es cachalote... son bravos esos, tiene diente, tiene dentadura", agregó Patricio.



- ¿Y qué pasó cuando la vieron?


Se arrancaron todos, lo malo que pasó es que la rodearon, pero la pobre no sabía para dónde irse.
Según los propios prestadores de servicios, la Profepa ya les advirtió que habrá multas si se acercan demasiado al animal.
"Ya nos dijeron que no nos arrimáramos mucho", recuerda Patricio.
"Que estuviéramos una distancia. Nos dieron papeles a todos que nos iban a multar".
"Sí, unos 50 metros nomás", agrega Juanelo.
Las cuentas siguen. Las pangas que traen Víctor de 21 años, y Patricio arrastran "donas", inflables en las que caben cuatro personas, cobran 200 pesos y pueden incluso subir un par de familiares a la panga.
Las pangas con techo de lona o tela gruesa, con música, bancos y chalecos salvavidas, cobran 300 pesos el paseo, da lo mismo que se rente para una ó 10 personas.
Y como pescadores se han organizado. Se colocan cada 15 días al fondo los 17 pangueros que ofrecen paseos y pertenecen a una cooperativa y al frente los otros 23 de la otra. Cada fin de semana, explican, hay mejor respuesta al fondo y entre semana para los del frente, por eso se rotan las locaciones.
"Ya mañana habrá mucha gente... aunque salen todos los plebes de la escuela, pero ese es puro desmadre, no creas que son paseos", reflexiona Víctor.

 

"Se meten, aquí todo el tiempo se habían metido ballenas, pero tenía años que no entraba una. (Los de Profepa) Dijeron que estaba muy bien".
Patricio
Habitante de Altata



Un cachalote es la nueva atracción de Altata.
Foto: Noroeste