¿A qué juegan los niños?

"Los infantes de hoy prefieren aprovechar su tiempo de juego para navegar con la tecnología"

CULIACÁN._ Gerardo López juega con cartas de Pokemon, Antonio Valdez escucha hip hop en su MP3, Julissa Moreno está absorta en la pantalla de un gameboy rosa, y muy cerca de ellos un grupo de niñas salta la cuerda, otro juega una "cascarita" de futbol y uno más se envía vía bluetooth las últimas imágenes o música.
Los niños y niñas están en el recreo en la primaria Álvaro Obregón, tienen entre 7 y 12 años, e integran a una generación especialista en consolas y juegos de video, en navegar por Internet y teléfonos celulares, y considera la mayoría de las diversiones infantiles de sus papás, como algo pasado de moda.
"Todavía venden trompos, baleros, yo los he visto, pero ya pasaron de moda, ahorita son los tazos, las cartas, los celulares, mi hermano tiene dos, y la computadora también me gusta, pero los otros juguetes ya son como más aburridos", expresó Manuel Aguilar, de 7 años.
Cerca de él, Job Pérez, de seis, trae un trompo de plástico en las manos, intenta colocarle la piola, y bailarlo, pero no lo consigue.
"Es bien difícil, mi amigo sí lo sabe bailar, pero yo no puedo, no me han enseñado todavía".
Otro grupo de menores corre, tratando de alejarse de un niño que lleva una bomba con agua sujeta con una piola, con la que trata de golpearlos, ya que al que se le reviente encima, pierde.
En los pasillos, la mayoría de los grupos se forman alrededor de un teléfono, videojuego portátil, pero hay infantes, como Antonio Valdez, que prefiere la música de su MP3.
"Traigo hip hop, rancheras, cumbias, me gusta de todo, siempre oigo música, pero también la compu y los tazos, me gustan", comentó el pequeño de 10 años.
La sicóloga Concepción Sarmiento considera que los divertimientos actuales van de acuerdo a la capacidad económica de las familias, ya que en las colonias marginadas o poblados, todavía es posible observar juegos más arcaicos.
Mientras la tecnología parece separar a las generaciones, los sueños siguen siendo los mismos, pues al igual que sus papás y sus abuelos, los niños de hoy quieren crecer rápido, ser doctores, bomberos, licenciados, maestros, pero sobre todo quieren seguir jugando.