Acuden fieles a felicitar a la Virgen Morena

"Visten a niños como el indio Juan Dieguito"

LOS MOCHIS._ Miles de feligreses rindieron tributo a la reina del cielo, la santa Virgen María de Guadalupe, madre de los mexicanos y emperatriz de América por el aniversario de la aparición del indio Juan Dieguito desde el sábado por la noche.
Ni el frío de la mañana importó, mucho menos los empujones de la multitud que acudió a felicitar a la morenita por el 479 aniversario de su aparición en el Cerro del Tepeyac.
Los niños y algunos adultos, ataviados con indumentaria de manta, paliacates, sombrero, trenzas para las niñas con listones en verde, blanco y rojo, huaraches y jorongo, llegaron de la mano de sus padres al interior del Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe a venerar a la Morenita del Tepeyac o simplemente a cumplir mandas.
Adentro se formó una larga fila que avanzaba poco a poco para estar unos segundo ante la imagen de la Virgen de Guadalupe.
Las notas religiosas se hicieron escuchar cuando el grupo de la iglesia las entonaba con sus instrumentos y los feligreses las coreaban.
Algunos niños se postraban de inmediato en el altar para entregar las flores que le llevan a la madre de todos los mexicanos.
Una fila de señoras con niños en brazos se apostaba ante el altar y ahí le pedían con fervor a la patrona de México por la familia, por sus enfermos, por el trabajo, por lo jóvenes y sobre todo porque no falte salud.
Todo el día se llevaron a cabo misas y la tradicional kermés anual donde se recaban fondo para beneficio de la parroquia donde se colocaron una serie de puestos para la venta de todo tipo de antojitos mexicanos.
Entre ellos, los católicos pudieron degustar tamales, champurrado, refrescos, café, chocolate, pasteles, tacos, pozole, menudo y demás.
Otra de las tradiciones del Día de la Virgen de Guadalupe es la toma de la fotografía para el recuerdo y para ello se colocaron diversos parajes donde sobresale la imagen de la guadalupana.
No pudieron faltar los tradicionales juego mecánicos y los puestos de churros, elotes y algodones de azúcar.
Por la tarde se llevó a cabo un desfile de carros alegóricos y el recinto católico se llenó de nuevo.
El Obispo de la Diócesis de Culiacán, Benjamín Jiménez Hernández, quien encabezó la misa solemne el sábado por la noche con motivo del Día de la Virgen de Guadalupe, así como los sacerdotes que oficiaron homilía ayer, insistieron en el llamado a los católicos que acudieron a rendir tributo a la emperatriz de México, de orar porque regrese la paz y la tranquilidad a Sinaloa.
Cada año se festeja a la Virgen de Guadalupe, además de que es el inicio de la temporada decembrina en la que se celebra el nacimiento de Jesucristo.