'Allá el frío duele, aquí nada más entume'

Rafael Moreno
14 noviembre 2015

"Testigos narran cómo el invierno llega, sopla casi corrompiendo, pega y luego se va. Y el año que sigue es lo mismo"

EL PALMITO, Sinaloa._ Consolación se llama y tiene 54 años. Es la madre de cuatro hijos regados por otras partes del País.
Ella ha sido testigo de cómo el invierno llega, sopla casi corrompiendo, pega y luego se va. Y el año que sigue es lo mismo.
"El frío siempre es el mismo", asegura. "Tenga uno necesidad o no. La gente ya sabe".
Por eso es que no hay nada nuevo, son las mismas temperaturas cercanas a los 0 grados. Lo minimiza.
El Palmito se ubica a 1 mil 970 metros sobre el nivel del mar, es el poblado que despide a quienes se dirigen al estado de Durango por la vieja carretera de cuota.
Es conocido por sus gorditas rellenas y porque la mayoría de sus hombres trabajó en la construcción del Puente Baluarte, Récord Guinnes por ser el atirantado más alto del mundo. Es una de las zonas más frías de Sinaloa.
Quienes sufren, dicen, son los que se van a trabajar, pero ya están acostumbrados a ese frío. En el poblado hay agua potable y luz, pero la fortaleza contra las bajas temperaturas la tiene en sus chimeneas.
Una familia promedio puede gastar hasta 600 pesos en madera por mes en tiempo de frío.
"Los días más fríos vienen en febrero. Nada más neva allá arriba y en el deshielo se nos viene todo", recalcó Consolación. Cuando dicen "arriba" se refieren a La Ciudad, el primer poblado con servicios básicos en Durango, ubicado a 2 mil 957 metros sobre el nivel del mar.
Lo único que ha cambiado desde que comenzaron las olas de viento gélido es el horario de entrada de los pequeños en la escuela primaria 9 de Junio.
Aquel mismo jueves, en la semana pasada, cuando llegaron al plantel la escarcha era visible entre el amarillento color de la hierba lastimada.
"Aquí los niños tienen tiempos normales. Las mamás fueron las que pidieron el cambio y nosotros pedimos permiso ante la Secretaría de Educación", recalcó la directora Alma Alicia Camacho, de 32 años de servicio.
De ocho de la mañana entran a las nueve y media. Pese a las altas temperaturas, los niños visten con lo básico contra el frío.
Ellos están acostumbrados, asegura. Salen a receso y juegan normalito. Antes de entrar a clases se le da activación física y en la tarde tienen clases de zumba, para entrar en calor.
"Allá el frío duele, aquí nada más se entume", recalcó Camacho. "Lo que cala es el aire".
Para llegar de El Palmito a La Ciudad hay cerca de 60 kilómetros, pero la batalla contra las curvas, coronada por el ascenso a través del Espinazo del Diablo, hacen un camino de casi una hora.
Hay casi 1 mil metros de diferencia entre El Palmito, Sinaloa; y La Ciudad, Durango.
"Aquí es muy cambiante el cllima", recordó la maestra Omaira Rivera, de 30 años, directora del jardín de niños José María Hernández.
El martes pasado, recordó, cayó granizo y había mucha niebla, pero al día siguiente estuvo soleado.
"Así como podemos amanecer a menos cero grados, la temperatura va aumentando. En la noche otra vez baja", agregó.
Ella, y las maestras Mayra y Esmeralda, atienden a 85 niños entre los 4 y 6 años de edad.
"Aquí amanece el hielo en los techos. Gotean y forman capa de hielo en el piso", recordó la maestra Mayra.
El martes de la semana pasada se registraron en el lugar temperaturas de -3 grados. Guanacevi, en la zona norte de Durango, tiene el récord con cerca de -10 grados.
Su referencia más cercana es El Salto, ubicado a 45.7 kilómetros al oriente, en donde cayó aguanieve.
"Aquí se siente mucho el aire. Está frío, pero como el airecito está constante, te cala en los huesos, los oídos, en la cara. El aire está muy helado", renegó Omaira.
Le han dicho que se queja, aún y que llegó de Ciudad Juárez, Chihuahua. "Pero acá el frío es diferente, cala", explicó.
En La Ciudad son las 10 de la mañana y los niños apenas van llegando. Por el frío les dieron una hora más. Ellos llevan consigo guantes, abrigo y gorro. Mallas y botas altas las niñas.
En este jardín de niños hay cuatro aulas. Sólo hay fogón que se alimenta por madera en dos de ellas. Los niños a veces hacen cola para colocar un poco las manos cercanas al fogón, cuya chimenea atraviesa el techo. (José Abraham Sanz)

EL PALMITO
Recorren horario de clases 
Debido a las bajas temperaturas que oscilan entre los siete y seis grados bajo cero desde la tarde-noche del domingo, la supervisión escolar 046 decidió recorrer los horarios a partir de ayer en la primaria de la comunidad de El Palmito, misma donde se registran las temperaturas más bajas en el municipio.
"Se está entrando a clases a la hora que considere el director de la Primaria 9 de junio de 1910 de El Palmito, es decir, él decide y comunica a diario con autorización de nosotros como supervisión la hora de entrada a un total de 200 alumnos y docentes que laboran en el plantel; en ocasiones entran a las 8:30 de la mañana y salen media hora tarde de la hora normal", indicó Ramón Tisnado Castellanos, supervisor de la zona escolar 046.
Explicó que esta medida se está tomando desde el día de ayer y permanecerá hasta que se normalice el clima habitual de la comunidad.
"Es la única primaria en donde hemos tomado esta medida por el frío que azota la localidad, que es el más bajo de la zona serrana y por precaución de los educandos que son propensos a presentar problemas respiratorios", dijo.
Además, aseveró que el personal docente de la primaria a diario concientiza a los alumnos del uso de ropa adecuada al clima y sobre el cuidado para evitar enfermedades respiratorias. (Luis Peraza)