Arena, sol y... mango
08 noviembre 2015
"En la escala de prioridades playeras, luego de nadar, broncearse y disfrutar una cerveza, viene el placer de comer un mango aderezado con arena y sol"
Miriam Ramírez
MAZATLÁN._ En la escala de prioridades playeras, luego de nadar, broncearse y disfrutar una cerveza, viene el placer de comer un mango aderezado con arena y sol.En vaso o palito, con limón, chile y sal o al natural, para algunos, un mango asoleado puede convertir el día de playa en la perfección terrenal.
Ricardo de la Cruz González es vendedor de fruta en la playa desde hace 15 años, su experiencia le permite confirmar la teoría.
"Quien viene a la playa y no come mango, no vino a la playa", asegura Ricardo.
A pesar de que la crisis turística también lo afecta, Ricardo expresa con sencillez que la venta de fruta es un negocio que funciona solo.
"Siempre están los antojados, está la moda de que las muchachitas nomás coman eso, luego los que salen de nadar y les da hambre, la fruta se vende sola", explica Ricardo.
Con una charola repleta de fruta sobre su cabeza, una base de madera en sus manos y un mandil blanco, básico para un vendedor de alimentos, Ricardo recorre las playas mazatlecas nueve meses al año.
El peregrinaje en busca de clientes comienza a mediodía y termina con la llegada del sol, de febrero a octubre el recorrido es diario.
"De los monos bichis a la altura de la Central Camionera, ni idea cuántas vueltas, un montón, es muy cansado pero la experiencia te hace inmune a la asoleada, no a que te hagas prieto, de esa no te salvas", comenta entre risas.
En temporada alta, el promedio de ventas oscila entre los 25 vasos al día, con mucha suerte, Ricardo puede llegar a vender hasta 40 vasos en un día de trabajo.
Los precios: 20 pesos el vaso, dos por 30 y hasta 15 pesos, dependiendo el tamaño.
Y cuando las playas son abandonadas por los locales y extranjeros y comer un mango con arena pierde el atractivo, Ricardo se dedica a buscar "chambitas".
"Son tres meses, enero, noviembre y diciembre, hago chambitas, lo que salga es bueno, también vendo fruta en mi casa, la que este de temporada", relata el vendedor playero.
Sandía o mango, Laura prefiere el mango, en bolsita para mayor comodidad, sal, limón y chile al gusto, otro cliente satisfecho.