¿Dulces o travesuras?
07 noviembre 2015
"Recorren niños disfrazados las calles de Mazatlán para pedir Halloween"
Dantiela Mendoza/ Karen Lule
MAZATLÁN._ El terror y la fantasía se unieron anoche para salir a pasear por las calles de los fraccionamientos residenciales de la ciudad, encontrando un ambiente casi de carnaval: con tumultos de gente, aglomeraciones viales y mucha diversión.La noche del 31 de octubre es quizá la única del año en que las arterias de El Cid pulsan aceleradas con el caminar de cientos de personas, tantas que no caben en las banquetas, unos van, otros vienen, pero todos gritando ¡queremos Halloween, queremos Halloween!
Situación similar se vio en los fraccionamientos de El Dorado, Lomas de Mazatlán y Gaviotas, donde familias de diferentes estratos sociales peregrinaron de casa en casa, con atuendos de fantasía pidieron golosinas a cambio de no hacer averías.
Aunque es una celebración extranjera, el Halloween tiene una gran popularidad entre las familias mazatlecas, incluso, hay adultos que se disfrazan para tomar parte del festejo.
"Cada año ofrecemos Halloween a quienes visitan nuestra casa, es maravilloso compartir, ahora nos preparamos con 300 kilos de dulces, porque cada vez viene más gente", expresó Corina Benítez de Lizárraga, vecina de Lomas de Mazatlán.
Atareada con el reparto de bolis, Marietta Ulloa señaló que desde hace 20 años ella y los Lizárraga Benítez se organizan para festejar el Halloween, al anochecer reparten los dulces a los niños, ya entrada la noche comparten una cena familiar.
En esta ocasión, la cena fueron tamales, de postre pastelitos en forma de calabaza.
Juliana Preciado Ríos, la Reina Infantil de Carnaval 2009, también aprovechó la Noche de Brujas para compartir el momento con cientos de niños que acudieron a su casa, en El Cid, a pedir Halloween.
"Todos los años mis papás hacen una fiesta de disfraces, ahora no alcancé a ponerme el disfraz porque ya era tarde, por eso ando con ropa normal, pero de todos modos estoy disfrutando de la fiesta, es muy emocionante darle los dulces a tantos niños", expresó la soberana de la niñez mazatleca.
Contenta de recibir a tantos niños, Juliana tuvo que ser apoyada por sus tías Katia Ríos y Magnolia Sánchez en el llenado de la canasta de donde tomaba los dulces para repartirlos, ya que repartió media tonelada de golosinas.
Gertrudis Cortijo, amiga de la familia Preciado Ríos, comentó que los niños empezaron a llegar desde las 17:00 horas a la residencia de Julio Preciado, porque cada año ahí hacen una gran fiesta y se reparten millones de dulces.
En El Cid, hubo necesidad de armar un operativo especial de vigilancia y control del acceso vehicular, ya que fueron tantas las personas que acudieron al fraccionamiento para pedir dulces.
Horas antes
Antes de oscurecer, las calles de la cuidad y algunos sitios públicos fueron invadidos por pequeños seres que por unos instantes se convirtieron en diablos, momias, vampiros y brujas.
Esto ocurrió ayer, en la noche de Hallowen. Centenares de niños se transformaron en todo tipo de personajes para visitar casas y negocios en busca de dulces.
Uno de los lugares más concurridos fue el centro comercial La Gran Plaza. Por los pasillos se observaron diablos de todas las edades, desde aquellos que permanecían dormidos en los brazos de sus madres, hasta los que corrían a toda prisa por el lugar.
Ahí se encontraba Alexia, quien, caracterizada de zombie con una bata roída, el cabello alborotado y grandes ojeras, caminaba por los pasillos en busca de dulces.
También había hadas y princesas que caminaban a lado de novias diabólicas, al igual que algunos super héroes que pedían Hallowen junto con momias y vampiros.
Mientras que en una banca, un pequeño lloraba y trataba de evitar que su madre le colocará el disfraz de calavera.
A este lugar los niños llegaban de manera constante, algunos en vehículos compactos, otros abarrotando las cajas de las camionetas ó a bordo de aurigas.
Otro de los lugares concurridos fueron cerca del mercado de la Juárez; cerca de ahí los niños abarrotaron la entrada de una de las dulcerías del lugar.
Por las calles de esta colonia desfilaron desde un cuarteto de brujas, un zombie en bicicleta hasta una mesa que tenía como ofrenda una cabeza humana.
Aún así, pocos fueron los establecimientos que respondieron a la petición de los menores de recibir Hallowen.