ESPECIAL/Convierte el papel en ofrenda a las almas
09 noviembre 2015
"Doña Angélica Guadalupe aprendió a elaborar coronas de flores a los 12 años y ha trabajado por 44 años para contribuir al sustento familiar"
ESCUINAPA._ Una necesidad familiar ante un momento difícil se convirtió en una herencia apasionante para doña Angélica Guadalupe Amparo Inda.Esa herencia es la creación de papel de flores, tan bellas como las naturales, que acompañan en el dolor y en la alegría las festividades, pues con ellas se crean coronas para el Día de Muertos, para la Virgen de Guadalupe y para las festividades decembrinas.
"Desde los 12 años de edad empecé a ayudar a mi mamá a hacer las flores, primero eran las flores de base, la flor de grabado y cortador, los claveles y las hojas", expresa mientras acomoda una corona de flores que servirá para la tumba de un ser querido.
Su labor artesanal se la enseñó su mamá Ediburga Inda, ella había empezado a trabajar las flores de papel al quedar viuda con nueve hijos que mantener.
Las flores de papel se convirtieron en el sustento del hogar, eran hechas por doña Ediburga y por su hermana doña Rosario Inda Villa, ambas fallecieron pero dejaron vivo su legado, indica doña Angélica.
Ella aprendió la labor a los 12 años y la ha ejercido por 44 años contribuyendo así al sustento familiar, un trabajo que le ha resultado agradable en todos los sentidos.
"Me fascina hacer esto, me calma los nervios estar haciendo flores, me gusta mucho", expresa con emoción.
Es un trabajo artesanal laborioso, reconoce, pero fascinante pues ve como el papel bond, kakadu y el papel manila se convierte en rosales, orquídeas, azucenas, lirios, hojas verde intenso.
Ella convierte lo que parece un papel simple en creaciones que adornan las tumbas de los seres queridos, aunque eso implique trabajar en ello desde el mes de agosto que es cuando inicia sus labores para el Día de Muertos.
El papel bond sirve para hacer las flores de la base, los pinta con anilina o alcohol industrial, explica, mientras que el kakadu lo usa para transformar botones de rosal y rosales.
Las hojas que adornarán la corona están hechas de papel manila, que se pintan quedando un verde oscuro opaco, pero con parafina queda un color brillante intenso, señala.
A través de los años ha ido mejorando lo que su mamá le enseñó, pues los centros de las flores que se hacían de papel con aserrín, hoy los hace de ixtle con aserrín pero pintado con brillos para que luzca más manifiesta.
"Es algo en lo que se tarda uno mucho y nadie quiere aprender, tal vez por lo laborioso, así que siento que la tradición se va perdiendo", señala con pesar.
Ella aprendió de su mamá, pero desafortunadamente no ha encontrado a quien dejar esta herencia pues aunque en ocasiones llama a sus vecinas de edad pequeña a que aprendan, no hay interés reconoce.
La tradición se va perdiendo y lo va sintiendo cada vez más con el transcurrir del tiempo, indica, pues hoy las personas prefieren las flores naturales a las coronas de muerto y a las flores de papel.
"Sólo quienes siguen con la tradición siguen buscando las coronas y las flores de papel, pero la realidad es que esta tradición se va perdiendo", indica.
Y los números no mienten, hace algunos años aun vendía 100 coronas de flores para el Día de Muertos, el año pasado apenas vendió 50 coronas y con esfuerzo, manifiesta.
EL MATERIAL
Para elaborar coronas de flores:
Alambre, papel bond, kakadu, manila, ixtle, aserrín, papel celofán, alambre, anilina, alcohol industrial para pintar.
COSTOS
Cada una depende del número de flores, pueden costar entre 120 hasta 250 pesos cada una.
TIEMPO
Doña Angélica las empieza a crear las coronas desde agosto, también hace para el Día de la Virgen de Guadalupe. Además flores noches buenas rojas y doradas para las festividades de diciembre.
"Es algo (coronas de muerto) en lo que se tarda uno mucho y nadie quiere aprender, tal vez por lo laborioso, así que siento que la tradición se va perdiendo."
Angélica Guadalupe Amparo Inda