Esquizofrenia/Entrar y salir de la realidad
10 noviembre 2015
"En pleno Siglo 21, aún existe temores sobre este grupo de enfermedades mentales, su tratamiento es caro y quienes la padecen sufren además la exclusión social"
MAZATLÁN._Durante su infancia, Fernando Lem Torres fue un niño como cualquier otro, disfrutaba de salir a pasear con sus hermanos y seguir de cerca los pasos en el beisbol de su padre Rafael Lem Noriega, pero al cumplir 14 años, ese panorama cambió por completo cuando fue diagnosticado con esquizofrenia paranoide.La imagen en su mente de una balacera en su escuela y una persecución a su persona parecía tan real, que la contaba una y otra vez a sus padres y a todo el que se encontraba en su camino. El hecho que Fernando relata desde entonces nunca ocurrió.
María Ernestina Torres, madre de Fernando, desconoce las causas por las que su hijo desarrolló la enfermedad, pero ha permanecido durante años al cuidado de él, procurando que ingiera sus medicamentos diariamente.
"Fernando era un niño normal, hasta ese día comenzamos a notar que decía cosas que no tenían sentido. Me acuerdo que cuando llegó ese día a la casa, llegó asustado, temblando que lo venían siguiendo unas personas, y yo hablé con las maestras de la escuela que me dijeron que nada de lo que dijo él era cierto", relata María Ernestina.
Fue a partir de este evento que Fernando comenzó a crear cada vez con mayor frecuencia historias en las que la violencia estaba implícita, sintiéndose preso en una sociedad que no lo comprendía y que, lejos de ayudarlo, se alejaba de él, llegando, incluso, a tildarlo de loco.
Sus alucinaciones llegaron ha ser tan frecuentes que no tuvo más remedio que dejar la preparatoria trunca y desde entonces vive junto a su madre, siguiendo un tratamiento médico y emocional para controlar su enfermedad.
"Yo me brinqué la barda del colegio y le dije a mi mamá que estaban tirando balazos en la escuela, me querían matar y en eso comencé a temblar, así fue como la familia se vino abajo. Primero me llevaron a México, luego a Guadalajara, a Culiacán y ahorita estoy tomando terapias aquí", comenta el joven que ahora tiene 31 años.
Su padecimiento le ha puesto obstáculos en el camino sin lograr vencerlo. A pesar de su enfermedad, Fernando se ha destacado en deportes como el basquetbol, el futbol y el beisbol, además de aprender sobre refrigeración, mecánica, cocina, corte y confección y manualidades. Siendo su mayor sueño poder llegar a llevar una vida como cualquier persona y formar una familia.
"A Fernando le gusta siempre hacer muchas cosas; he ganado reconocimientos en deportes; pero lo que más quisiera Fernando es casarse y formar una familia", dice el joven que de vez en cuando tiende a hablar en tercera persona.
Fue diagnosticado hace 17 años y desde entonces su lucha por incluirse dentro los círculos sociales no termina, pues aún en nuestros días y con los hallazgos científicos y tecnológicos la esquizofrenia sigue siendo un trastorno escondido.
Bajo el tabú de la ignorancia
La psicóloga Dámaris Beltrán Eufracio ha dedicado tiempo a estudiar de cerca esta enfermedad que aún en el Siglo 21 continúa siendo un tabú.
"Es una enfermedad mental, que está dentro de la categoría de la psicosis. No es algo fácil de detectar, se caracteriza principalmente con la pérdida de la realidad; sin embargo, no se afecta la inteligencia, sino la percepción de las cosas, como se desconoce mucho sobre el tema, las mismas personas tienden a excluir a quienes las padecen", explica la psicóloga, integrante del Colegio de Psicólogos de Mazatlán.
"La esquizofrenia sigue siendo un tema tabú en México y mientras no lo sigamos considerando como algo que compete a la salud el problema seguirá creciendo".
n ¿Qué la provoca?
n La esquizofrenia paranoide es el tipo más común de esta enfermedad de entre seis tipos distintos. Aunque no hay una causa determinada existen factores que influyen en su desarrollo como una predisposición genética, el estrés, vivir en un medio urbano, la pobreza, la disfunción familiar, la discriminación racial, el desempleo y el abuso de sustancias nocivas.
n ¿Es curable?
Esta enfermedad no tiene cura, tiene periodos de crisis y estabilidad continuos, es como una montaña rusa. Un paciente que no esté en tratamiento no puede integrarse con seguridad a nivel social, puede incluso llegar a convertirse en un indigente porque al no ser tratados se observa la pérdida de interés en ellos mismos.
Síntomas; apoyo familiar, la clave
La esquizofrenia no posee un parámetro de síntomas definido, pero sí son detectables algunas de sus características en el comportamiento de las personas que la padecen.
"Los síntomas pueden ser positivos o negativos. Los positivos tienen que ver con una aceleración motriz, todo lo que tenga que ver con actividad, y los pasivos, implican una conducta de pasividad en la que llegan hasta adoptar una postura en estado fetal, no hablan o lo hacen en un tono bajo, no se mueven y esto puede llevarlos a sufrir una atrofia muscular", expone la especialista Beltrán Eufracio.
"La familia es pieza clave en el tratamiento de estas personas, si no se les apoya no pueden tener una buena calidad de vida".
Una enfermedad costosa
Mazatlán carece de un centro de atención para enfermedades mentales y el más próximo se encuentra ubicado en Culiacán, lo que dificulta una atención inmediata a esquizofrénicos.
"El diagnóstico puede ser dado por un psicólogo, pero un psiquiatra debe confirmarlo, solamente por consultar a un psiquiatra particular la persona debe pagar 500 pesos por semana, los medicamentos pueden llegar a costar de mil 500 a 2 mil pesos por mes cada uno, aparte del transporte que deben costear porque sólo en Culiacán existe una clínica donde se atienden estos padecimientos", describe Dámaris.
Existen estudios sobre la esquizofrenia que revelan que quienes no son atendidos con un tratamiento médico integral pueden llegar hasta el suicidio.
"Estos pacientes, cuando no son tratados, se observa la pérdida de interés hacia ellos mismos, estamos hablando de una enfermedad que está asociada con la depresión, por lo tanto, quienes la padecen tienen un alto índice de caer en el suicidio. Ellos pierden la capacidad de autocuidado con el tiempo, llevando a problemas como la desnutrición, la autolesión, ", advierte Beltrán Eufracio.
Calidad de vida
A pesar de su padecimiento, Fernando nunca perdió el interés por aprender cosas nuevas; pero se vio obligado a dejar su preparatoria trunca.
"Muchos de ellos dejan las escuelas porque, cómo un maestro se va a hacer cargo de un niño que está fluctuando entre realidad y fantasía", explica la psicóloga Damaris.
"Sólo el diagnóstico a tiempo es lo que va a determinar qué vida le espera a esa persona. La terapia ocupacional es benéfica para ellos, el mantenerlos realizando actividades, ellos pueden incorporarse al trabajo, siempre y cuando estén bajo supervisión médica y que la familia esté al pendiente".
n ¿Puede influir la violencia en el desarrollo de trastornos como la esquizofrenia?
La situación en la que vivimos aquí en Mazatlán, con esta ola de violencia, si podría influir para que se desencadenen más casos de esquizofrenia por el estrés social que se vive a diario.
Beltrán Eufracio agregó que el primer paso para tratar la esquizofrenia es informarse y que es urgente el establecimiento de una clínica especializada que atienda este tipo de casos como el de Fernando.