Héctor Zazueta Duarte, historia de una profesión
09 noviembre 2015
""El mejor trabajo es el que más nos gusta", sentencia Héctor Zazueta Duarte, el primer director del Hospital General Regional número 1 del Instituto Mexicano del Seguro Social"
CULIACÁN.- "El mejor trabajo es el que más nos gusta", sentencia Héctor Zazueta Duarte, el primer director del Hospital General Regional número 1 del Instituto Mexicano del Seguro Social.El del gastroenterólogo es un consultorio que huele a historia. Reconocimientos y certificaciones adoquinan sus paredes en una atmósfera aséptica, de orden y pulcritud.
Originario de Sataya, vio las primeras luces el 20 de septiembre de 1924 en la que fuera la casa de Juan de Dios Bátiz Paredes, fundador del Instituto Politécnico Nacional.
A sus 87 años la memoria la conserva intacta y los recuerdos fluyen en torrentes. Sin tropiezos. Y lo mismo habla de sus contemporáneos que de los actuales profesionistas.
Zazueta Duarte fundó y perteneció a diferentes agrupaciones médicas. Lo que tenía que aprender lo aprendió y nada, o casi nada, le fue ajeno. Y aunque hace dos años se dio de baja de la Secretaría de Hacienda, sigue practicando la medicina ya como una disciplina de vida.
HISTORIA DE UNA HISTORIA
El de Zazueta Duarte era un Culiacán casi sin usar, donde las cosas iban adquiriendo importancia conforme iban necesitándose. Eran los tiempos del Sudpacífico México Oriente y El Tacuarinero, los inicios de Pedro Infante en el estrellato y los pininos de José Ángel Ferrusquilla.
Él quería ser médico y para lograrlo tenía que irse a la Ciudad de México. Y el único medio de transporte era el ferrocarril. No había carreteras, no había aviones.
"Llegué en 1942 a la Ciudad de México a los 18 años. Había sólo tres escuelas de medicina. La Facultad de Medicina, la Escuela de Médicos Militares y la Escuela Superior de Medicina Rural, del Instituto Politécnico Nacional", recuerda.
Héctor regresó a Sataya en 1951 a realizar su servicio social de pregrado, y presentó el examen profesional el 17 de diciembre de 1952. Se trasladó a Ciudad Obregón a ejercer la medicina en el Hospital Civil de esa ciudad.
El facultativo obtiene la especialización en gastroenterología en el Instituto Nacional de Nutrición en 1960 y regresa a Culiacán. El Instituto Mexicano del Seguro Social aún no tenía hospital en la ciudad y subrogaba los servicios médicos a la Unión.
En mayo de 1961, previo a la inauguración del Hospital General Regional número 1 del IMSS, a Héctor Zazueta Duarte el presidente de la Unión Médica, Ignacio Alcaraz le pide hacerse cargo del hospital.
"Lo que yo quería era que me dieran la plaza de gastroenterólogo, quería trabajar en el hospital, no ser director. 'Bueno, si usted va a ser director, trabaje en el hospital todo lo que quiera' me dijo. Entonces, atendía y operaba enfermos".
Las enfermedades eran nuevas en ese tiempo. Algunas no tenían nombre y los médicos se fueron especializando conforme iban apareciendo las patologías. Lo mismo pasó con las enfermeras. Muchas, de ellas de afanadoras pasaron a enfermería.
La construcción del Hospital General Regional del IMSS fue un cambio radical, dice, donde pasaron a unas instalaciones modernas, con quirófanos y cuartos de encamado con aire acondicionado y oxígeno integral.
"El primer paso de la medicina moderna aquí en Culiacán fue que los médicos al principio crearon especialidades que no había aquí".
Todo era nuevo. El Alzheimer era diagnosticado como una enfermedad senil.
"La medicina era a la antigüita. Médicos generales que llegaban a Culiacán, que tenían gusto por atender niños, otros por atender partos o infecciones infecciosas, fueron creando las especialidades".
Héctor Zazueta Duarte no toma respiro. La historia trascurre sin obstáculos de memoria. Un brillo de nostalgia se advierte a través de los anteojos.
En diciembre de 1963 deja la dirección del Hospital General Regional número 1 y es nombrado jefe de cirugía y enseñanza en 1964.
UNA PROFESIÓN QUE EMBRUJA
"La medicina cuando tú te metes, te embrujas".
El brillo de los ojos de Héctor Zazueta Duarte se imponen a la opacidad de los años y la medicina adquiere matices de nostalgia.
--¿La medicina se ha deshumanizado?
--Lo que la gente no cree es que el médico sufra. Nosotros sufrimos junto con los enfermos. Es mentira que el médico no siente. Cómo no. Cuando un enfermo se nos muere, por dentro lloramos igual que como lloran por fuera los familiares.
La voz del facultativo tiembla y se percibe un llanto soterrado en sus palabras cuando recuerda la medicina del ayer.
"El médico tiene sinsabores muy grandes. Uno sufre cuando no puede aliviar, pero cuando tú haces algo y salvas una vida, tienes un gusto. Una satisfacción y reconocimiento personal".
Las enfermedades y las cirugías pierden su sentido en voz de quien es ajeno a la profesión. Y sólo adquiere dimensiones propias en el sentir y actuar del médico.
"Si un paciente tiene apendicitis y lo operas, y ese enfermo vive es gracias a que tú lo operaste. La gente dice 'ah, tuvo una apendicitis y lo operó'. Pero el médico que lo hace ya en lo personal siente una satisfacción personal, que te quedas con ella, que nadie lo va a saber más que tú. Y quizá cuando llegas a viejo es lo que te llega".
Esos recuerdos son los que lo siguen haciendo querer una profesión que es muy humana, confiesa.
Y es terminante.
"Son más las satisfacciones que tienes que los sufrimientos. Indudablemente que sí, porque son más los enfermos que curas y menos los que se te mueren".
NO ME ARREPIENTO DE HABER SIDO MÉDICO
Con una jubilación del Seguro Social desde mayo de 1985 y con un ejercicio de la medicina privada de 1960 hasta 2009, Héctor Zazueta Duarte se siente pleno. Y aunque ninguno de sus cuatro hijos siguió su profesión, los formó para que por ellos mismos se realizaran en el terreno profesional.
"No me arrepiento de haber sido médico. Pude vivir, tener satisfacciones, conocer lo que ha sido nuevo, lo que se ha avanzado, que eso es muy importante".
Y a pesar de haberse dado de baja de la Secretaría de Hacienda, sigue practicando la medicina como un estilo de vida, ya sin las formalidades de la profesión, y nutriéndose con los conocimientos de su especialidad en cuanto congreso que se realiza en el país.
--A estas alturas, ¿qué le falta a Héctor Zazueta Duarte?
"Me falta tener menos años. Digo, los años no son como dice la canción que se van. Los años se quedan y llega un momento en que uno tiene que ir dejando todas las preocupaciones que te deja la medicina por tu salud..."
¿QUIÉN ES HÉCTOR ZAZUETA DUARTE?
Egresado de la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de México
Médico adjunto a las salas de medicina y cirugía del Hospital Civil de Ciudad Obregón de 1955 a 1958
Socio activo y fundador de la Asociación de Médicos del Instituto Nacional de la Nutrición desde 1958
Socio numerario de la Asociación Mexicana de Gastroenterología y asociado emérito de la misma
Primer director del Hospital General Regional número 1 del IMSS
Presidente del Colegio Médico de Culiacán de 1964 a 1966
Fundador y primer presidente de la Asociación de Gastroenterología del Estado en 1970
Fundador y presidente de la Comisión de Arbitraje Médico del Estado de Sinaloa del 1 de abril de 2001 a junio de 2005