Herencia política: Los pasos de Fortunato

09 noviembre 2015

"Con más de 50 años como militante del PRI, Álvarez Castro se siente orgulloso de su trayectoria que incluye su paso por la Gubernatura de Sinaloa y la Alcaldía de Culiacán"

Guillermo Gallardo

CULIACÁN.- A sus 78 años, Fortunato Álvarez Castro es un hombre lúcido, activo, con memoria de "elefante".
Recuerda cada nombre, anécdota y fechas de los pasos por su vida personal y política.
Maestro y formador de cuadros en el PRI estatal, Álvarez Castro se ha caracterizado por ser el fiel de la balanza tricolor, en su trayectoria de más de 50 años como militante.
Aunque en 2010 se "rebeló" contra la imposición de Jesús Aguilar Padilla y votó por el abanderado de la oposición, Mario López Valdez, ahora insiste desde adentro para democratizar al partido.
La entrevista con el ex Gobernador se realiza en su casa, y para llegar a él hay que salir de la ciudad. Un fraccionamiento exclusivo con seguridad externa "da la bienvenida".
Los guardias piden una identificación y abren el portón eléctrico que se cierra casi inmediatamente después de que la visita entra.
El también ex Alcalde de Culiacán recibe a los visitantes por la puerta de servicio, pues la entrada principal está bloqueada por un jarrón gigante que adorna la sala.
Viste un pantalón negro y camisa de vestir, listo para la foto. Pregunta si está bien peinado y posa.
Su casa, dice, es adecuada para dos personas. Un cuarto de servicio, una cocina, comedor mediano, sala, baños, una recámara, vestidor y un pequeño patio trasero con césped, llenan su vida y la de su esposa María de Lourdes Zaragoza Moreno. A un costado vive su hijo Fortunato, quien está al pendiente de sus padres.
Orgulloso de su trayectoria, Álvarez Castro enseña las fotos del recuerdo desde que concluyó su carrera de abogado en el Distrito Federal, hasta su paso por los distintos cargos públicos y políticos.
En la sala, su mesa de centro muestra tres gafetes. Dos de ellos con el logotipo del PRI, como miembro del consejo político. Pero uno contrasta y dibuja el escenario político de 2010: un gafete de invitado especial a un mitin de Malova, candidato de la coalición El Cambio es Ahora por Sinaloa, hoy Gobernador.
Nada más estuvo al final de la campaña, aclara, pero afirma que no necesitaba ser visible en la contienda para darle votos a Malova. Su trayectoria e influencia política le acarreó muchos sufragios a la oposición.
De las paredes cuelgan dos cuadros, como homenaje a dos de los seres más queridos de la familia Álvarez Zaragoza: uno de su mamá Ciria René Castro Soto y otro de su suegra Matilde Moreno de Zaragoza.

Herencia paterna

Su pasión por la política la heredó de su papá Fortunato Álvarez Gaxiola, quien fue Alcalde de Guasave en el periodo 1945-1946, y dejó el cargo el último año para buscar una diputación local. Lo sustituyó en la Alcaldía Andrés F. Meyer (1947).
Álvarez Gaxiola había llegado a Guasave para trabajar como tenedor de libros en 1927. En este periodo conoció a su esposa Ciria René Castro Soto con quien se casó el 30 de diciembre de 1928.
Fue el 23 de mayo de 1933 cuando nació el hijo Fortunato, quien compartió su vida con sus hermanos Graciela y Mario.
Los primeros años de su vida transcurren entre El Burrión y Guasave. La primaria la realizó en la escuela "Agustina Ramírez", aunque fue su madre, maestra de profesión, quien le enseñó a leer y escribir.
Su papá entró a la política y fue electo Alcalde, cuando Fortunato concluía la primaria.
Dos años de secundaria los realizó en una escuela militarizada en Magdalena, Sonora, y el tercero lo culminó en la Universidad de Sinaloa, en Culiacán, luego de que su papá decidiera trasladar su residencia en 1947 a la capital, cuando fungía como Diputado local.
Posteriormente, el joven Fortunato se trasladó a la ciudad de México donde ingresó a la Facultad de Derecho de la UNAM, graduándose con excelencia académica en 1956.
Y ahí se quedó los primeros años de su ejercicio profesional fungiendo como proyectista en el Supremo Tribunal de Justicia del Distrito Federal, y como Secretario de Acuerdos.
Un grave suceso marcó su vida cuando su madre fallece en 1959, a los 52 años de edad.
Su papá se volvió a casar en 1960 con Cecilia Ahumada García, con quien procreó a Carlos Alberto, Cecilia y Guillermo.
El destino lo llevaría a la política a partir de 1961 y a radicar de nuevo a partir de 1963 en Culiacán, ciudad de la que se enamoró y jamás ha dejado.

Su vocación

Desde muy chico supo que iba a ser abogado, incluso, recuerda, es su maestro de secundaria a quien le debe su carrera.
El niño Álvarez Castro fue enviado por su padre en 1946, a la edad de 12 años, a estudiar la secundaria en un colegio militarizado de Magdalena, Sonora, donde realizó los dos primeros años. Ahí conoció y se hizo gran amigo de Roberto Tamayo Müller, quien también fue presidente municipal de Culiacán.
En esa época su papá decidió mudarse a Culiacán y rentó una casa por la calle Zaragoza. Entonces, Fortunato se regresa también con la familia.
Inició tomando clases de trigonometría en la Universidad de Sinaloa con el maestro Matías Ayala, quien se empeñaba en pasar al pizarrón a Fortunato.
"Un día me pasó al pizarrón y me dijo 'hoy ya sé lo que vas a ser de grande, vas a ser licenciado en Derecho y los problemas que se te van a presentar son estos: muere una persona y deja dos herederos y deja de herencia cuatro burros. ¿Cuántos burros le quedan a cada hijo?' Después de pensarla le dije dos burros para cada hijo. 'No', expresó el maestro, 'son un burro para cada hijo, porque dos se queda el licenciado con ellos, me dijo'".
Pasaron los años y un hijo del maestro Alfredo Ayala fue compañero de escuela de Fortunato, incluso vivieron en la misma casa en la ciudad de México.
"Nos reencontramos en Culiacán. Yo ya casado, me habla y me dice: Fortunato me caso con una alemana y quiero que seas mi testigo de boda. Con mucho gusto le dije...".
Ya en el Registro Civil se encuentra con su maestro, el papá de Alfredo, a quien le preguntó que si se acordaba de él. "'Como si fuera hoy'. ¿Se acuerda del ejemplo de los burros? 'Sí', me dijo, 'pero tú te quedaste con todos, porque eres licenciado en Derecho y político importante, no dejaste ni uno'; no, le dije, soy honrado y bien formado por hombres como usted", indica.

Ser Gobernador, una gran responsabilidad

Cuando regresó a Sinaloa, después de varios años de estancia en la ciudad de México, lo hizo por la puerta grande, pero nunca imaginó que a tan corta edad llegaría hasta el cargo más alto al que se pueda aspirar en el estado: ser Gobernador. Y lo logró por azares del destino.
Desde ahí la vida le sonrió, pues pudo "codearse" con los políticos más importantes del país, incluso con varios Presidentes de la República y Luis Donaldo Colosio, quien fue su amigo.
Cuenta que un día, estando en el Distrito Federal después de salir del trabajo, se encuentra con Leopoldo Sánchez Celis, quien en 1961 era Senador de la República.
Estaba con otros sinaloenses afuera del hotel Bamer cuando ve venir al joven, a quien conocía por el padre Álvarez Gaxiola. Lo abraza y lo invita al día siguiente al hotel, donde le ofrece trabajo.
Entonces Fortunato inicia sus labores políticas en el despacho privado de Sánchez Celis en el Distrito Federal.
La estatura política del Senador creció y en 1962 es designado candidato a la Gubernatura de Sinaloa.
Al ser una de las personas de más confianza, Sánchez Celis, al ganar la Gubernatura, nombró a Fortunato en enero de 1963 Oficial Mayor del Gobierno del Estado.
En este periodo conoció a María de Lourdes Zaragoza Moreno, quien era Señorita Casino 1963. Se enamoró y se casó con ella el 20 de julio de ese mismo año.
Su carrera creció rápidamente, pues el Secretario de Gobierno, Alejandro Barrantes, se separó del cargo para contender por la Presidencia Municipal de Culiacán.
Entonces, Sánchez Celis lo hizo Secretario de Gobierno.
Pero una vez más, las circunstancias beneficiaron a Álvarez Castro, pues el Mandatario tuvo que ser operado de una enfermedad de los intestinos, lo que lo llevó a convalecer un año. Fortunato fue nombrado Gobernador provisional de Sinaloa el 4 de marzo de 1967.
"Fue una gran responsabilidad", asegura.
Después de su recuperación, Sánchez Celis reasumió el mando, luego de que Fortunato le diera un informe detallado de lo realizado durante su ausencia.

Su paso por la Alcaldía

Fortunato Álvarez Castro era dirigente estatal del PRI cuando en 1973 quiso ser Diputado federal, pero "no alcanzó hueso para él".
En cambio, el CEN del PRI le propuso que para el siguiente año él sería el candidato a Alcalde de Culiacán, y lo fue.
Ganó la elección y fungió como Presidente Municipal en el periodo de 1975-1977.
A él se le debe el impulso a las sindicaturas, principalmente Imala, pues en su periodo se compró el terreno donde se encuentra el balneario de aguas termales.
Narra que esa propiedad era de la familia Acosta.
"Mis suegros iban cada fin de semana a visitarlos porque en las recámaras de la casa pasaba el venero de aguas termales", manifiesta.
Al llegar a la Presidencia, Fortunato va con el señor Acosta y le pide que le venda el terreno, a lo que accedió y pagó 250 mil pesos por él.
Posteriormente el Cabildo expropió el lugar y se inició así el balneario.
Ante la inseguridad, durante su mandato construyó casetas de policías y creó la primera academia para agentes.
"Tuve la mejor policía", recuerda.
Pero el principal problema al que se enfrentó fue el narcotráfico, pues había enfrentamientos entre bandas rivales en las calles céntricas de Culiacán.
Por eso, dice, cuando le pidieron dar una ponencia ante el candidato de su partido a la Presidencia de la República, José López Portillo, decide hablar sobre el narcotráfico como un obstáculo al desarrollo.
En un principio los organizadores desaprobaron que diera un discurso de esa naturaleza, pero ya en gira, fue aprobado.
"...esta actividad (narcotráfico) constituye el problema regional más trascendental en nuestra vida política, económica y social, y significa, en lo internacional, un obstáculo para el desarrollo normal de nuestras relaciones con otros países", detalla la ponencia dada el 15 de mayo de 1976, la cual no ha perdido vigencia.
"...Coludidos con autoridades de diversos rangos establecen élites de impunidad, enseñoreándose en nuestra ciudad con poderes superiores a quienes tratamos de aplicar la ley...
"En todas las actividades de nuestro municipio y principalmente de la ciudad, participan con su poder real, siendo importantes cuentahabientes de la banca, servidos y buscados por profesionistas; grandes compradores de muebles e inmuebles; los mejores clientes de las empresas establecidas en plaza y los mayores inversionistas en toda clase de negocios", expone ante el abanderado del PRI.
Combate al narcotráfico y al lavado de dinero, promover actividades productivas, acciones contra la drogadicción, son las propuestas que hizo Álvarez Castro.
"Esta ponencia yo la presento a José López Portillo, ante el problema tan serio que se estaba viviendo en Sinaloa", asevera.
"Ya la situación estaba muy difícil porque personas dedicadas a esta actividad habían comprado bancos. Miguel Félix Gallardo adquiere el Banco de los Agricultores, el Banco de Sinaloa y le da el nombre de Banco del Sol"...
"El candidato (López Portillo) a la salida me dijo: qué valiente es usted".
El resultado de su intervención fue que al llegar a la Presidencia López Portillo lanzó la Operación Cóndor en Sinaloa a partir del 1 de enero de 1977, donde el Ejército intervino en la zona serrana.
Asegura que el resultado fue la salida de los grandes capos de ese entonces de la entidad.
El tema del narcotráfico es tan actual que el Presidente Felipe Calderón libra una batalla contra la delincuencia organizada que ha dejado más de 50 mil muertos en su sexenio.
El político pasó por diversos cargos adicionales en el PRI, desde dirigente estatal, como secretario técnico del consejo político, organizador de los comicios internos y delegado del PRI en varios estados de la República.
Álvarez Castro también fue delegado de la Profepa y de la entonces recién constituida Secretaría de Desarrollo Social, que estaba a cargo de Luis Donaldo Colosio.
Actualmente, el político aún participa en las decisiones de su partido como consejero político. 

'Lo mejor, vivir en Culiacán'

Fortunato Álvarez Castro destaca su amor por su esposa y por Culiacán:

¿Cuál fue la mejor y la peor época de su vida?
La mejor fue llegar a vivir a Culiacán de 29 años para ocupar el tercer cargo más importante en el Gobierno del Estado de Sinaloa y casarme con María Lourdes Zaragoza, de 30 años.
Yo llego a Culiacán para ocupar el cargo y me enamoro de la señorita Casino de Culiacán 1963 y entro con ella como chambelán al casino el 31 de diciembre, minutos antes de que llegara el Gobernador de Sinaloa, Leopoldo Sánchez Celis.

¿Qué es lo que más le preocupa?
No tengo preocupaciones porque mi familia, mis hermanos, mis hijos, me han respondido, al contrario, soy feliz por ver triunfar a mi hijo Fortunato Álvarez Zaragoza, sin recomendación de su padre.

¿Qué es lo que más le agrada?
Vivir en Culiacán, que es una ciudad de la que me enamoré de 14 años.

¿Lo que le hace reír más?
Divertirme con mis amigos en el campo de golf. Me hace reír el estar en mi palco en el estadio Ángel Flores, habiendo visto el juego inaugural del estadio desde el lateral derecho y ver lanzar la primera bola a un hombre, a Alfonso Zaragoza; quien la cachaba era el señor Constantino y el que bateaba era el "Grillo" de la Vega. Y ahora me hace feliz estar en mi palco atrás de home play, y máxime que yo jugué beisbol en primera y segunda fuerza, y tuve una oferta de contrato para jugar en EU, pero mi padre me dijo: deja el guante y agarra el libro.

¿Sus mayores éxitos?
Los tuve profesionales, en mi despacho, siendo abogado de empresas importantes, ser abogado de Manuel Clouthier del Rincón y de la AARC en defensa de la pequeña propiedad.

¿Qué defectos tiene?
Muchos defectos tengo. Ésos ni me los cargo, soy humano.

¿Lee algo?
Libros, periódicos de Culiacán.

¿Personajes que más admira?
El recuerdo de mis padres, de mi madre, de mi padre que me formaron.

¿En su tiempo libre qué hace?
Leer.
Por ejemplo, en septiembre es un mes muy importante para mí porque realizo mi chequeo médico y reanudo el salir temprano a caminar al Country Club, soy socio fundador.

¿Por qué ha luchado en su vida?
Mi lucha fue cumplir con mi madre, en paz descanse, que me enseñó en el campo a leer y escribir, sumar, multiplicar y dividir porque hasta los 7 años vivimos en El Burrión.

¿Qué sintió cuando le dijeron hazte cargo de Sinaloa?
Una gran responsabilidad.

Perfil

Trayectoria política de Fortunato Álvarez Castro

Gobernador Provisional de Sinaloa
Secretario General de Gobierno
Oficial Mayor del Gobierno del Estado
Alcalde de Culiacán
Dirigente estatal del PRI
Candidato a Diputado federal
Delegado de Profepa
Delegado de Sedesol
Encargado de procesos internos del PRI
Delegado del PRI en varios estados
Entre otros cargos