La vida es una payasada...

"Su vida es una payasada y la solemnidad no está en su lexicón. Lo de ellos es la irreverencia, el "chacoteo" y la carcajada... son payasos..."

CULIACÁN._ En el templo de La Lomita, el padre Rosario Enríquez oficia la misa. En primera fila los trabajadores de la risa con sus payasadas. Cometín y Turbolín, Brisita y Pulgarcito. Más atrás, Pipika y Floripondia, atentos a la palabra del señor... 

El presbítero metido en la dinámica de la carcajada ante las irreverencias de los payasos. Es la misa por el Día Internacional del Payaso que comienza hoy en Navolato con talleres, venta de souvenirs y las payaseadas. 

En la cima de Culiacán el payaso Cometín habla con un dejo de seriedad que pierde en un instante. "Siento la alegría por dentro. (La vida) es una payasada...", comenta al término de la oración. 

En el atrio el templete dispuesto está. La feligresía hace suyo al payaso de su agrado para inmortalizarse en los pixeles de su cámara. Atuendos llamativos, colores de carcajada y risas superlativas delineadas en el rostro en una película que cubre el rostro. La exageración en el vestido, la característica. 

"Señoras y señores... ores ores ores...", se escucha una voz con eco, "niños y niñas... iñas iñas iñas... con ustedes... edes edes edes... Pulgarcito y Chavita... ita ita ita... presentando... ando ando ando... el espectáculo...show show show... se descompuso...". 

Es la celebración anticipada de los 25 años de trayectoria artística de Pulgarcito que se empata con el Día Internacional del Payaso, que será el lunes. "...Y a continuación", sigue la voz en el escenario, "traído desde los Huizaches y más allá, el payaso internacionalmente irreconocible, y para todos ustedes, el payaso Pulgarcito...". 

Risas de quienes no vinieron y carcajadas de los que sí asistieron. "La vida no es una payasada, sino que a la hora de personificar a un payaso se trata de ver la vida alegre, divertida. De hecho, el payaso es una caricatura del ser humano", razona Peloto. Los niños se abalanzan al templete y los adultos registran la historia en sus artilugios. 

Pulgarcito y Chavita continúan con sus payasadas. El Sol se muestra magnánimo y cubre sus rayos bajo nubes que pueblan el cielo.

"Desde que estamos juntos", dice Chavita, "él dejó a su mujer y yo a la mía...". "Quiero aclarar", interrumpe Pulgarcito, "que no soy gay. Yo soy macho. Tengo mi chava... Él es mi chava...". 

La payasita Fifí merodea el escenario. Amarillo el bucle y rosa el vestido, presume sus 19 de carrera aunque se vea muy chiquita.

"La vida es una payasada para todo mundo porque tenemos esa chispa de payasito adentro", comenta, "lo que pasa es que nosotros la sacamos más rápido".

El padre Rosario Enríquez departe en La Lomita. Sonríe con las ocurrencias y acepta la invitación de posar para el recuerdo. Culiacán se extiende a la vista. Las carcajadas se magnifican en las alturas. "La vida es la vida", reflexiona Pipika, "y cada quien la vive como quiere. Los payasos, disfrutando; viendo a las personas que disfrutan con lo que disfrutamos nosotros...".