Llega agua a primer casa

Netzahualcoyotl Ceballos
07 noviembre 2015

"La vivienda más cercana al cause del río comienza a inundarse en Puerta de San Marcos"

SAN MARCOS._ La comunidad de Puerta de San Marcos ya comenzó a inundarse por el agua de la Presa Picachos. Hasta ayer por la tarde, el agua se había devorado el patio de la casa más cercana al cause del río, a punto de tocar las primeras paredes de ladrillo.
En las casas de este pueblo ya nadie vive, todas están desmanteladas y en ruinas. Sólo se acercan quienes quieren ver a Puerta de San Marcos por última vez o los que recogen madera y tejas para llevarlas a sus nuevas casas. Por lo demás, parece un pueblo fantasma.
La familia Tirado Bonilla fue una de las que visitaron por última vez a esta comunidad a punto de ser tragada por el agua.
"Hay oiga, se siente bien feo ver cómo el agua se acerca, ver todas las casas abandonadas... que tristeza", dijo una señora mientras recorría la orilla del patio inundado, donde basura y tarimas de madera flotaban por el agua de la presa.
Casas Viejas es otra comunidad que también quedó abandonada por sus habitantes. Aquí el agua estaba a tan sólo un metro de tocar la cerca de la casa más próxima al río, cuando hace unos días quedaba a kilómetros de distancia.
Un grupo de comuneros estaba demoliendo lo que una vez fue su vivienda para usar los ladrillos y las varillas en los nuevos pueblos. Uno de ellos aseguró estar a punto de llorar al ver la destrucción del lugar donde vivió por 40 años, pero se aguantó.
"Queremos juntar un poco de ladrillo para no dejar nada y que Gobierno no se siga riendo de nosotros. Nosotros no estamos contra la presa, sino contra la forma en que se han hecho las cosas", dijo uno de ellos.
"Como somos nacidos y criados aquí, no es fácil ver estas cosas, ver cómo se inundan las casas, pero al Gobierno se le hace muy fácil. Ya nada más no lloro porque se ve mal que un hombre llore".
El camino principal a Casas Viejas y Las Iguanas quedó bloqueado por el agua. Apenas hace un día todavía se podía atravesar en camioneta. Hoy eso es casi imposible por la profundidad del agua, y para muestra, un par de comuneros se encontraban en el camino arreglando su vehículo, después de arriesgarse a pasar.
Y aunque el agua todavía no llega por completo a las casas de Las Iguanas, hay familias que no han deshabitado sus hogares. La razones que expresaron son dos: o el Gobierno no les ha pagado, o no tienen casa asignada en el nuevo pueblo.
Los nuevos pueblos están bien pero las casitas están muy pequeñas y no nos han dicho cuál nos toca", dijo María del Carmen Aguirre, sentada mientras veía como un grupo de trabajadores desmantelaba su hogar.
En su pueblo, uno de los atractivos eran las aguas termales. Hoy todo eso quedó casi bajo el agua de la presa.


"Ya nada más no lloro porque se ve mal que un hombre llore".
Comunero