Lleva Delia Guerrero su 'Retrospectiva' a La Paz

Míriam Noriega
25 febrero 2016

"La artista exhibirá en abril su obra en la Galería Carlos Olachea del Instituto de Cultura de Baja California"

Sus recuerdos, su vida en la pintura y sus “tesoros” más preciados sobre lienzo y papel, integran la Retrospectiva que la maestra Delia Guerrero exhibe en el tercer piso de la Galería Antonio López Sáenz y que mostrará a partir de abril en la Galería Carlos Olachea del Instituto de Cultura de Baja California, en La Paz.

Sobre la obra inaugurada en enero como parte de la muestra La retorica de lo imaginable, Tres artistas en la GAALS, junto al trabajo de Aníbal Angulo y de Guadalupe Aguilar, Guerrero destaca su emoción por ver de nuevo expuestas muchas de las piezas realizadas hace años, entre las de reciente creación que conforman una serie de aproximadamente 120 piezas que pronto cambiarán de galería.

“Esta Retrospectiva contiene una combinación de obras que ya son muy antiguas, aunque la mayor parte de la producción es reciente”, expresa la artista.

“Estoy aquí básicamente para compartir mi trabajo; en sí esto para mí es algo especial, no lo tenía pensado, no creí que podía tener mi obra de esta manera, le da dignidad a mi vida, me siento bien”.

En cuanto a la aplicación de las técnicas, la artista explicó que hay un perfecto nivel de conciencia para poderla aplicar donde la suma de una sobre otra, permite enriquecer el color o degradarlo, tal como lo hizo en varias de estas obras.

Aquí hay técnicas muy concretas, dijo, como óleos, grafito, acrílicos, mucho carbón, temple y acuarela, la mayor parte de la producción hecha en papel de algodón a través de lo que muestra su sensibilidad y emociones. 

“(En la obra) se involucran muchas cosas, una, es el conocimiento sobre la estructura de la forma; la otra, es lo que implica ser madre; en muchas de las siluetas hay intenciones de combinar algo que es más esencial que una imagen, que tiene un sentimiento o intención ordinaria, es algo que nos conmueve”, expresa.

Muchas de las piezas, dijo, también tienen que ver con situaciones de distintos tipos, pero que más que descriptivas, tienen una intención más estética sobre cada planteamiento.

“Mi pintura no tiene la intención de dar una demostración de estructuras de una pintura con matices. Hay cosas que se sienten como en una constante movilidad, no se ven inertes, hay una especie de ganas de estar vivo, de sentirse, de saber que puede mover los brazos, las piernas...”.

Entre sus cuadros que se desplazan por último piso de la GAALS, destacan los colores otoñales, así como lo humano, lo primitivo, un sin fin de intenciones que no pretenden ser ordinarias, sino estéticas.

“Son muchos focos de atención sobre algo y sobre nada a la vez, son búsquedas, esfuerzos de dar una descripción del manejo de técnicas, pero también en cuanto a estructura, mi mano y mi sentido siempre quieren dejar un testimonio no tan abstracto, sino humano”.

Entre estas piezas de obra reciente, tiene trabajos que datan de hace más de 10 años, incluso 20, los cuales exhibe con algunos títulos como Densidades y transparencias, así como Esbozos, parte que engloba toda su experiencia como dibujante, legado de grafitos y temples que datan hasta de hace 30 años y que algún día desea poder enmarcar.

Uno de los espacios resguarda los dibujos que la maestra ha realizado en el transcurso de su vida en el arte, entre los que están la colección en pastel y carbón que formó a la par de sus clases.

“Y no pudieron montar más porque el espacio no lo permitió”.

“Lo retrospectivo es como tener la misma esencia que se viene conmigo, no perderse en las intenciones que un sistema”, destacó sobre el título de la obra que tiene que ver con los sentimientos.

La maestra aplaude el trabajo de curaduría y diseño museográfico de su obra realizado por Minerva Solano, Stephanie Cortés, y César Hernández, ya que destaca que fungieron como una extensión de su cerebro y le dieron dignidad a su trabajo.

Recuerda su trayectoria

Su vida en la pintura es desde niña, hoy en día son 31 años los que tiene dedicados al arte, de los cuales 26 los compartió con la docencia en la Escuela de Artes Plásticas, donde daba clases de dibujo de figura humana, grabado y paisaje.

“El mejor camino que pude haber agarrado es la pintura”, expresa, luego de recordar que la medicina y la herbolaria también llamaban su atención.

Se escolarizó en escuelas rurales, donde sola se inició en el dibujo, dando forma y color a las flores y paisajes, ante de iniciar formalmente sus clases a los 17 años en la Escuela de Artes Plásticas.

Se casó con el maestro Héctor Valenzuela Meleros, quien fue una institución en la docencia formando pintores.

“Él es fundamental en todo esto (su obra) él está incrustado en todo esto porque, (aunque) nunca lo admití en mi mundo de la pintura y él me admiraba por eso; en la parte de esposo, era un dulce compañero”, recuerda.

EN ABRIL

La obra de la maestra viajará en abril a la Galería Carlos Olachea del Instituto de Cultura de Baja California, en La Paz.

EN LA GAALS

Conoce la obra en la Galería Antonio López Saenz del Isic de martes a viernes de 11:00 a 18:00 horas, y sábados de 11:00 a 15:00 horas.

SOBRE LA ARTISTA

Delia Guerrero Pintora. Nació en Casas Nuevas, Sinaloa de Leyva, el 8 de septiembre. Egresó de la Escuela de Artes Plásticas de la UAS. En 1991 fue directora de la misma; desde ese año sus exposiciones individuales han sido numerosas; sus colectivas, desde 1976 hasta la fecha, son más de ciento ochenta, y han sido realizadas en Sinaloa, Durango, Ciudad de México y Arizona, EUA. Obtuvo el premio de adquisición en cuatro ocasiones, y dos menciones honoríficas (1998 y 2000) en el Salón de la Plástica Sinaloense; además, ha sido seleccionada en la IV, V y VII Bienal de Artes Plásticas del Noroeste. En 1998 obtuvo mención honorífica en el Premio de Pintura Antonio López Sáenz. Es catedrática de la Escuela de Artes Plásticas de la UAS.