Los fraccionamientos, entre el temor y baches en Culiacán
"Vecinos de varias colonias ven sus calles, ya de por sí deterioradas, se convierten en zonas de cráteres con las lluvias"
CULIACÁN.- Para llegar al fraccionamiento Valles del Sol, en Culiacán, hay que viajar hacia el sur por el bulevar Jesús Kumate.
Luego tomar a la derecha y tomar una de las calles que te llevan por los bordos del canal más amplio del lugar.
Ese es el acceso principal para medio docena de fraccionamientos de Culiacán que cada vez que llueve tienen una preocupación.
Valles del Sol es uno de los sectores que se vieron afectados por las lluvias de hace dos semanas. En la calle principal, Valle de Culiacán, todavía hay una tufo a aguas negras, producto del mal estado del drenaje y el daño que han provocado las precipitaciones.
En las aceras y en las partes altas de las casas habitación, también hay indicios de lodo.
"Este fraccionamiento tiene como 10 años", afirma una ama de casa que charlaba con su vecina al mediodía de ayer, a media calle de la zona inundada por aguas negras.
"Cuando nos vendieron las casas nos dimos cuenta de que se inundaba cuando llovía, buscamos al dueño, pero nos huyó siempre".
"El año pasado nos fue peor", añadió la vecina, "se nos llenó todo de agua, hasta los colchones se mojaron. Ahora nada más alcanzaba el piso y luego vinieron y pusieron una bomba que se llevó rápido el agua".
En julio de 2014, el propio Alcalde de Culiacán, Sergio Torres Félix, aseguró que en el municipio había cerca de 140 fraccionamientos que no han sido recibidos por el Ayuntamiento, debido a la falta de documentación.
Esto ha provocado varios problemas para los vecinos, como que el alumbrado público aún no dependen del Ayuntamiento. Los baches, tampoco.
Torres Félix, en sus últimos discursos, ha dicho que ya no reciben fraccionamientos sin pavimento hidráulico.
Sin embargo, los vecinos de esta zona, demás de las inundaciones, deben lidiar con auténticos cráteres.
La calle Andrea, el acceso a los fraccionamientos La Estancia II y San Luis tienen baches de cerca de metro y medio de ancho y aproximados 10 centímetros de profundidad.
La calle Valle del Évora cuenta con la misma suerte; es el ingreso para el fraccionamiento San Luis y da al bulevar Luis G. Urbina, que está dividido por canales.
Ahí hay indicios de que alguna vez los canales tuvieron barandales.
"Yo tengo casi ocho años viviendo acá y no me ha tocado que se inunde", comentó una madre de familia en las afueras de un jardín de niños en la esquina de Urbina y la calle Manantial La Ciénega.
Las dependientes de una tortillería sí acusaron que a veces el agua del canal rebasa su capacidad y se convierte en un peligro.
"Está peligroso para los muchachos", afirmó.
"La semana pasada iba a pasar otra tragedia con un niño que también quería ir al canal por un huarache".
"Este canal le hace honor a su nombre, el Manantial se llama, pura agua aquí", comentó otra vecina.
Al menos cuatro personas en la zona confirmaron que han pasado años sin que el lugar reciba material para baches.
"Los llenan de tierra nada más", afirmó una de las que atienden de la tortillería.
Para salir del lugar, nuevamente hay atravesar otro fraccionamiento cuya vialidad principal se convierte en la ampliación Ramón López Velarde, pero del otro lado del canal.
"No está muy buena esa calle", advierten los vecinos.
Esta vialidad pasa por un lado de un edificio y no desentona con el tamaño y la consistencia de baches en la cinta asfáltica.
"Cuando nos vendieron las casas nos dimos cuenta de que se inundaba cuando llovía, buscamos al dueño, pero nos huyó siempre".
Vecina de Valles del Sol