Los quemadores y el inicio de las lluvias

Ramón Peraza Vizcarra
07 noviembre 2015

"La presencia de quemadores en las playas de la región es una señal que indica la proximidad de la temporada de lluvias"

MAZATLÁN._ La presencia de quemadores en las playas de la región es una señal que indica la proximidad de la temporada de lluvias. El nombre de estos organismos se debe a la sensación de quemadura que experimenta una persona cuando es tocada o rozada por el tentáculo del animal. Los quemadores o Physalias son habitantes comunes de las aguas oceánicas superficiales calientes y llegan a las playas de la región arrastradas por los vientos y las corrientes oceánicas procedentes del sur.
El inicio de la temporada de lluvias en Sinaloa está conectado con el arribo de estos sistemas de corrientes y vientos que transportan agua y aire más cálido y muy húmedo, el cual al ascender en la atmósfera se enfría y se condensa.
En la región se presentan los vientos del sur, tercer cuadrante, durante los meses de mayo a octubre y dominan los vientos del norte, cuarto cuadrante, de noviembre a abril. Estos sistemas de vientos y la presencia de la época de lluvias están relacionados con la migración del sistema regional de baja presión sobre el oeste de México. Los vientos soplan del norte cuando la celda de baja presión se localiza al este del Golfo de California y se presentan los vientos del sur cuando esta celda emigra hacia el noroeste por el calentamiento de la región continental, sobre todo de la cabeza del Golfo y zonas aledañas; cuando esto sucede las corrientes de aire húmedo del Océano Pacífico, al seguir la pendiente barométrica, penetran hacia el interior del Golfo y a tierra adentro, donde al ascender se enfrían, produciéndose la condensación. De acuerdo al mecanismo que produce el ascenso del viento, se originan en la región durante el verano los tipos siguientes de precipitación:
Precipitación por convección: resulta del enfriamiento del aire por expansión cuando se eleva dentro de la atmósfera, enfriamiento adiabático, debido al calentamiento de la superficie sobre la que descansa. De este ascenso por convección resultan nubes cúmulos y cumulonimbus que pueden extenderse varios kilómetros en altura; la precipitación que producen puede ser abundante. El ascenso del aire por convección se realiza en la estación calurosa del año y en las horas más calientes del día. Las lluvias por convección no abarcan grandes extensiones porque las nubes cumuloninbus solo cubren superficies relativamente pequeñas; debido al ascenso rápido que experimenta el aire, precipitan su humedad también rápidamente, produciendo aguaceros de corta duración.
Precipitación orográfica: el aire se ve forzado a ascender cuando al penetrar tierra adentro incide sobre la Sierra Madre Occidental, se enfría adiabáticamente y produce precipitación.
Lluvias ciclónicas: en el Océano Pacífico, entre los 15°N y 20°N, se presentan durante los meses de junio a noviembre múltiples perturbaciones ciclónicas que generalmente siguen paralelas a la costa, pero en ocasiones penetran al territorio. Estas perturbaciones traen consigo lluvias de gran intensidad que provocan fuertes crecientes en los ríos y sus afluentes.
Volviendo a los quemadores, en el mar estos se distinguen como pequeñas burbujas flotantes de color azul-translucido, sin embargo el indicador más útil para saber que existen abundantes quemadores en el agua es cuando sobre la arena se encuentran numerosos organismos muertos, los que se reconocen por sus flotadores transparentes y los delgados tentáculos azulosos que se acumulan en la orilla de la playa.
Cuando una persona es tocada o rozada por el tentáculo de un quemador, las baterías de éste disparan una serie de cnidoblastos, células defensivas venenosas, cuyo veneno es una proteína neurotóxica que actúa paralizando a la mayoría de los animales pequeños. En el ser humano las reacciones son diferentes, variando en cada individuo. En algunas personas pueden ser leves y en otras graves, aunque esto depende también de la especie de Physalia, la cantidad de toxina suministrada, la magnitud del área afectada y la sensibilidad de la persona, ya que algunas pueden presentar fuertes reacciones alérgicas.
Afortunadamente, la especie común de las costas sinaloenses, Physalia utriculus, sólo produce por lo general lesiones leves.

RECOMENDACIONES
A continuación se presentan algunas recomendaciones para tratar las "quemaduras" producidas por estos animales:
1. Localice la zona afectada y observe cuidadosamente si presenta fragmentos de tentáculos adheridos, si es el caso, retire los fragmentos de tentáculos con las manos cubiertas con pañuelo, toalla o guantes. Lave la zona afectada con agua limpia y evite frotar con arena caliente ya que el tallar aumenta la zona dañada y la lesión empeora por el efecto abrasivo de la arena. Aunque predomine el dolor o comezón, no se debe de rascar, pues entonces la lesión suele extenderse.
2. Aplique hielo o compresas de agua fría en la zona afectada durante 10 a 20 minutos. Se recomienda cubrir el hielo con un trapo húmedo. Si es necesario siga aplicando hielo por más tiempo.
3. Si con la aplicación del hielo el dolor no disminuye o aparecen otros síntomas, acuda a los servicios médicos, donde probablemente le aplicaran anestésicos o ungüentos de cortisona para detener el dolor o la reacción alérgica.