Reelección de Rector

Ernesto Hernández Norzagaray
14 noviembre 2015

"¿Qué significado tiene que en este momento un grupo de universitarios presente una iniciativa de este calado a los diputados para su discusión y eventual reforma?"

La iniciativa de reforma que ha presentado un grupo de universitarios al Congreso del Estado para modificar el artículo 30, fracciones 4, 32 y 33 de la Ley Orgánica de la Universidad Autónoma de Sinaloa ha sorprendido seguramente a quienes están haciendo antesala y a los mismos miembros de la Comisión Permanente de Postulación, que deben presentar al Pleno del Consejo Universitario, -previa auscultación a la comunidad universitaria- una terna para elegir al Rector del periodo 2013-2017.
Sin embargo, no sólo este sector está sorprendido, hoy el tema tímidamente se empieza a comentar en los espacios universitarios porque es un asunto de interés público. Lo que suceda, o deje de suceder en la principal casa de estudios, de una u otra forma favorece o perjudica esta educación en el estado. No se olvide que en sus facultades y escuelas, centros de investigación y extensión universitarios, coinciden diariamente más de cien mil profesores, estudiantes y trabajadores administrativos e intendencia. La nuestra es una de las universidades más pobladas de todo el País y por lo tanto, una de las más afectadas por la disparidad existente en la inversión anual por alumno.
Pero, vayamos al punto: ¿Qué significado tiene que en este momento un grupo de universitarios presente una iniciativa de este calado a los diputados para su discusión y eventual reforma? y ¿cómo se inscribe en el momento político que vive la universidad y el estado? Vamos, ¿qué tan oportuno es?
Significado
La ley orgánica de la UAS contempla en el artículo 30 la no reelección del Rector. Quizá vio el riesgo de que alguien pudiera eternizarse en el cargo y adquirir tanto poder que podría desnaturalizar las funciones sustantivas de la universidad. Dispuso entonces que una vez concluida su gestión debería abandonar el cargo y volver a las actividades que realizaba. Una vuelta que está lejos de haber sucedido en nuestra universidad, donde los ex rectores siempre han buscado escalar cargos burocráticos, políticos o partidarios. Algunos con fortuna y otros, la verdad, dando pena ajena.
Quizá la novedad es que ahora se busca, mediante la iniciativa de marras, es la reelección de uno de los dos posibles. Aunque en sentido estricto uno de ellos como una manera de reconocerle su desempeño y lealtad. Pues no tendría ningún sentido plantearla, si no fuera para que el actual Rector ratificara su posición institucional. Y es ahí donde podría radicar un problema, porque formalmente una decisión sólo de un grupo de funcionarios universitarios y no del Pleno del Consejo Universitario, que debería ser de donde partiera tal iniciativa.
Sin embargo, de hacerlo el Rector en funciones se metería en un problema de forma y fondo, porque al ser el Presidente de la máxima instancia de Gobierno no puede, ni debe promover iniciativas que le favorezcan, sino al contrario, estimular la participación de los mejores académicos e investigadores.
Vamos, si lo hubiera hecho, quizá alborotaría el panal universitario, porque seguramente no es el único aspirante al cargo.
No obstante, no faltará quien diga, que si aparece esa proposición es porque el factótum de la política universitaria, Héctor Melesio Cuén Ojeda, así lo ha decidido y si hay obstáculos serán principalmente fuera del recinto universitario. Entonces, la iniciativa tiene un destinatario que es Víctor Antonio Corrales Burgueño, y por el momento el desenlace legislativo se augura incierto. Aunque en política nunca hay nada definitivo.
Elecciones
La coincidencia entre la sucesión rectoral, o la reelección, si así lo deciden los diputados, con las elecciones constitucionales no debería ser ningún problema porque son canales paralelos. Al contrario, ambas deberían ser un ejercicio que fortalezca la cultura cívica sinaloense. Sin embargo, el llamado factótum de la política universitaria ha creado un partido político y aspira como cualquier otro partido a ganar diputaciones, presidencias municipales y regidores, y para lograrlo está realizando la campaña más intensa y vistosa de todos los partidos para posicionar una nueva marca electoral: PAS (Partido Sinaloense).
Habría que decir que si se repiten los números alcanzados por Cuén Ojeda en su lucha por los votos de la Alcaldía de Culiacán y el Senado de la República, 172 y 189 mil, respectivamente, no debería tener dificultades para convertirse en la tercera fuerza electoral del estado, desplazando de ese lugar al Panal y probablemente quitándole muchos votos a la alianza PAN-PRD. Y dentro de ella, quizá más al PAN que al PRD, pues éste sólo puede aspirar a conservar sus dos diputados y algunas regidurías gracias al convenio que pactará la alianza con el blanquiazul.
La propuesta de reelección de Rector, entonces, no será un mero trámite legislativo, como el de las pensiones de los trabajadores del Gobierno del Estado, sino algo más complicado. No tanto porque la decisión agregue o quite votos a los partidos ahí representados, sino porque se inscribe en clave de fortalecimiento de una fuerza que aun con toda su actividad cotidiana fuera de la UAS, su base de apoyo mayor está ahí. Incluso, va de ahí hacia afuera.
No es casual que muchos universitarios hayan visto en el retraso del término de los cursos semestrales una jugada político administrativa que busca mantener a los universitarios en actividad antes que se vayan a disfrutar de las vacaciones de verano. Se busca, dicen, operar entre ellos para la elección constitucional. No creo en esa apreciación maniquea, los universitarios han dado muestran que están más allá de los partidos y más cerca de sus preocupaciones por el futuro profesional. No es fácil garantizar que voten en un sentido y menos en la soledad de la casilla. Sin embargo, los rumores corren. Incluso, si se buscaran compromisos electorales, habría voces discordantes que se opondrían a esta reforma legislativa, simplemente por cálculo político ya que si hay proceso interno en la UAS, lo que algunos ven es que así van tener una tarea doble.
Paso sin huarache
Ahora bien, en política la experiencia recomienda no dar paso sin huarache, sino al contrario, todo paso hay que darlo bien calzado. Es muy probable que los funcionarios universitarios de la iniciativa lo hagan por una simple formalidad asi acordada con las fracciones mayoritarias. Corrales Burgueño se vende bien como un Rector eficiente y lo mejor es su apariencia formal. Su discurso institucional. Y eso quizá ayude.
Cuén Ojeda ha dicho que prefiere ir solo con su partido a la elección de julio, antes que hacer alianza con otras formaciones políticas pues eso le permitiría "medir" la fuerza real del PAS, lo cual es muy razonable. Y para ello, su representante ante el CEE, Noé Quevedo ha solicitado una interpretación de la ley sobre si deben ir solos o acompañados en las campañas constitucionales. Si el CEE resuelve que lo que vale para los nuevos partidos nacionales no obliga a los estatales, entonces, todo partido estatal puede hacer las alianzas que considere estratégicas para su desarrollo. Me inclino que esta será la lectura del CEE, cuando debiera, por salud para el sistema de partidos, prevalecer el principio purificador federal. Y cada nuevo partido en Sinaloa demostrar que es capaz de alcanzar al menos el 2.5 por ciento de la votación emitida para conservar el registro. Incluso, eso debería valer para los federales que en el estado sólo alcanzan un puñado de votos y a cambio se les entregan millones de pesos cada año. Este es otro tema.
En fin, ¿qué ganamos y qué perdemos los universitarios con estos juegos del poder? Nada, absolutamente nada. Si el beneficio mayor de los universitarios es todo lo intrínseco a sus funciones sustantivas: docencia, investigación y extensión universitaria, no veo por dónde esto se vaya a mejorar si se ausculta o se reelige al actual Rector.
Lo único que quizá podríamos estar viendo, si las cosas se salen de control, es que esta iniciativa no la comparten la mayoría de los universitarios. Y esa posibilidad debería aquilatar el Congreso del Estado, no vaya suceder lo que alguna vez me confiaba Jesús Aguilar Padilla cuando, como Presidente de la Gran Comisión del Congreso del Estado, presentó un libro que coordinamos Carlos Maya y yo sobre la UAS.
La UAS –decía el ahora subsecretario de Agricultura- es un león dormido que los políticos nunca deberíamos despertar. Quizá no es para tanto y veremos simplemente un mero trámite legislativo. Como cualquier otro. Aunque igual puede tensar la cuerda, desatando manifestaciones de inconformidad como ha sucedido en otras épocas. Y eso sería, abrir esa caja de Pandora que ha estado cerrada.
Por lo pronto, está ahí la iniciativa de reelección.