Roberto Tarriba Rojo, el visionario

José Alfredo Beltrán
14 noviembre 2015

"Este hombre emprendedor "descubrió" La Cruz y convirtió a su negocio en un emporio hortícola de talla internacional. Aquí su vida. Sus orígenes y huellas"

CULIACÁN._ Roberto Tarriba Rojo heredó de su abuelo la visión emprendedora. Cuando nadie en Sinaloa apostaba un centavo por las tierras del valle de Elota, él pregonaba a los cuatro vientos que había descubierto la "Mesopotamia sinaloense". 

"Estás loco", le decían sus colegas, los agricultores. 

Y al igual que aquella zona ubicada entre los legendarios ríos Tigris y Eufrates, que en la antigüedad empujaron el florecimiento del comercio babilonio, el microclima de La Cruz -cinco grados menos que el de Culiacán- convertirían a Agrícola Tarriba, fundada por don Roberto, en un emporio hortícola de alcance internacional. 

Hijo de Miguel Tarriba Echavarría y Guadalupe Rojo Vea, el agricultor nació en Bacubirito, poblado de Sinaloa municipio, en julio de 1927. Aunque la familia emigró a la capital, a la que su padre tuvo que trasladarse para desempeñar el cargo de Legislador local, de 1926 a 1928. Esto antes de que la Revolución mexicana se "institucionalizara" en el Partido Nacional Revolucionario, el antecedente del PRI, creado por el Presidente Plutarco Elías Calles. 

El pionero
La vena de hombre de empresas se la transmitió Miguel Tarriba Beltrán, que en la segunda mitad del siglo 19 fue pionero en actividades agrícolas y mineras, y cabeza de una de las familias pudientes de la época.
El historiador Herberto Sinagawa ha recreado episodios que describen la participación de Tarriba, de ascendientes españoles, en la bonanza de la región de Bacubirito, en la producción de minerales o el comercio. 

Incluso al abuelo se le atribuye el primer sistema de riego que hubo en Culiacán, así como las primeras acciones para electrificar la ciudad. 

Así contó Roberto Tarriba Rojo este episodio, en el libro Empresarios y Personajes Sinaloenses: "(Don Miguel Tarriba Beltrán fue) quien introdujo la energía eléctrica en Culiacán, casi como estaba instalada en Nueva York. Se trataba de la planta de Luz y Fuerza, fue cofundador de la misma en 1890… Y también fundó la Empresa de Agua de Culiacán en 1896…". 

Fue este negocio, proveedor de servicios de agua, el que conectó a Manuel Clouthier, ascendiente de "Maquío", con el abuelo de don Roberto en el mundo empresarial. En ésta Clouthier fue de los primeros accionistas. 

En la política, los unía su afinidad con el Presidente Porfirio Díaz, y el respaldo al Gobernador porfirista Francisco Cañedo. Ambos formaban parte de la élite local. 

Miguel Tarriba Beltrán, incluso, llegó a ser el representante del distrito de Sinaloa por la Convención Nacional Porfirista. 

En un reporte del 1 de marzo de 1909, el Archivo General de la Nación describe la influencia de familias pudientes de Sinaloa en los círculos de poder, a raíz del nombramiento de delegados a la Convención Nacional Porfirista. 

"La elección de los representantes por Sinaloa", cita el documento histórico, "recayó en destacados políticos, empresarios, intelectuales y profesionistas, todos ellos miembros de la élite política sinaloense. Todos, sin excepción, mantenían lazos con el poder local, y algunos a nivel nacional". 

"La característica que compartían: una posición comprometida con el poder político; grandes agricultores, como Tarriba; personajes cultos, al frente de periódicos, como Julio G. Arce y Peiro; grandes empresarios de la industria azucarera, Almada y Redo…", se consigna. 

Cuando estalló la Revolución mexicana el abuelo de don Roberto tuvo que emigrar a Estados Unidos, ya que al ser parte de los grupos locales afines a Porfirio Díaz, se vida corría peligro. 

Para 1923, pasada la revuelta revolucionaria, Miguel Tarriba Beltrán construiría el primer sistema de riego de Sinaloa, en su propio rancho, que le sería expropiado en 1936, en el sexenio del General Lázaro Cárdenas. La fortuna se fue esfumando. 

En esos ires y venires del abuelo y los hijos, dedicados al comercio y la agricultura, el pequeño Roberto se adentraría a las entrañas del negocio del campo. 

La vocación
Inquieto, a los 15 años el joven Roberto se asomó al mundo laboral. "Por necesidad económica", relató en varias ocasiones, lo que da cuenta las dificultades que enfrentó. Esta circunstancia le impediría realizar una carrera universitaria; su más alto nivel de estudios fue el de Contador Privado. 

En su tesis Cultura Organizacional en Empresas México-Americana. El caso Agrícola Tarriba, la investigadora Rosalinda Gámez Gastélum describe cómo el patriarca se abrió paso, entre no pocas dificultades. 

"Don Roberto Tarriba Rojo es el forjador del Grupo Tarriba, cuyos humildes orígenes nos hacen reflexionar sobre la importancia de trabajar duro, para alcanzar las metas trazadas en la vida y lograr los sueños de tener una empresa exitosa, no obstante no tener estudios universitarios, ni un gran capital inicial", señala la Doctora en Estudios Organizacionales por la Universidad Autónoma Metropolitana. 

Pero antes de encontrar su vocación, Roberto Tarriba Rojo laboraría en diversos oficios: desde camionero, comprador de semillas, vendedor de seguros, hasta de obrero, en una fundidora en los Estados Unidos. Probó suerte también en diversos giros: la porcicultura, la ganadería y hasta los servicios, como el del lavado y engrasado de automóviles. 

En 1947 prestaba sus servicios en el Banco Nacional de México y en una procesadora de tomate. Ese mismo año adquirió un camión. 

El descubrimiento
Año clave en su vida fue 1950, el del "descubrimiento". En éste empezó a sembrar, por partida doble: la tierra y el amor. 

Su primer cultivo fue de algodón en Sinaloa, su terruño, en las inmediaciones de la presa Tabalopa y el canal Dolores. A la par, empezó la conquista de Alejandrina Haza Rivas, con quien contrajo matrimonio en 1952. Año en que también cultivó por primera vez, tomates y pepinos, en el valle de Culiacán, aunque sin dedicarse de lleno a la agricultura, pues alternaba esta actividad con otros giros, como el de los camiones fleteros y las trilladoras. 

El 4 de febrero de 1954 tuvo su primer hijo, Roberto, quien sería pieza clave en el despegue de Agrícola Tarriba, fundada en 1965 en La Cruz, tras rentar terrenos donde cosechó las primeras legumbres. 

"Un día un amigo lo invitó a Ceuta a ver un equipo agrícola y le gustaron mucho la tierra y el clima para iniciar ahí su negocio. El primer año le fue mal, pero Morris Jordan, un amigo norteamericano, le dijo que no se preocupara, que el año siguiente le iría bien y sembraría el doble. Y así fue. Sembró unas 150 hectáreas de pepino", cuenta Jesús Héctor Muñoz Escobar en el libro Empresarios y Personajes Sinaloenses. 

El despegue
Para don Roberto dos factores fueron clave en el despegue de Agrícola Tarriba, considerada hoy una de las más grandes de América Latina: la familia y sus colaboradores. 

A sus hijos, a quienes terminaría vendiendo la Agrícola en 1987, tras enviudar de Alejandrina Haza Rivas, les inculcó el estudio. Roberto, el primogénito, se graduó de actuario, en la Universidad Nacional Autónoma de México. Iván egresó de la carrera de Informática, del Tecnológico de Monterrey. Los dos se convirtieron en motores de las empresas, hasta la fecha. 

Roberto moriría, súbitamente, el 21 de abril de 2004, cimbrando como pocas veces a la clase empresarial y política de Sinaloa. Iván quedó al frente. 

Hoy el Grupo Tarriba, de acuerdo con Gámez Gastélum, está integrado de seis eslabones principales: Agrícola Tarriba es la productora de legumbres; Farmer's Best International, la comercializadora de frutas y hortalizas en el mercado internacional. 

Agrícola Alex, en tanto, está orientada en la exportación de mangos; el cuarto eslabón es la Congeladora Ceuta, mientras que Transportes EMMAC maneja la concesión de Kenworth en Sinaloa y Sonora, especializada en camiones y tractocamiones, y finalmente Soluciones Dinámicas, que se especializa en la consultoría en manejo de personal y de nómina. 

Aunque el principal eslabón sigue siendo Agrícola Tarriba, cuya producción en miles de hectáreas de tomates saladette, pimientos, pepinos se exporta la mayoría a Estados Unidos, a través de la etiqueta Farmer's Best. 

Don Roberto explicaba así las claves del éxito de la agrícola: la venta a grandes volúmenes, un efectivo sistema de comercialización en cadenas de autoservicio norteamericanas, y sobre todo, productos de calidad y buen servicio.
Pero nada de ello sería posible sin un toque social, humano, a su obra. Y ese sello lo daría una mujer, su primera esposa: Alejandrina Haza Rivas.


CRONOLOGÍA DE SU VIDA
1927
En julio nace Roberto Tarriba Rojo.


1952
Incursiona en la agricultura.

1954
Nace su primogénito Roberto, quien daría a Agrícola Tarriba talla internacional.


1982
Nace Farmer's Best International en Nogales, Arizona.


1987
Vende la Agrícola a sus hijos, pero continúa formando nuevas empresas.


2004
El 21 de abril muere Roberto Tarriba Haza, a los 50 años; al frente de la agrícola queda su hermano, Iván.

2013
El 5 de abril muere el "descubridor" de La Cruz.


Fuentes Libro "Empresarios y Personajes Sinaloenses", de Jesús Héctor Muñoz Escobar, Editorial Pandora, 2006; Tesis "Cultura Organizacional de Empresas México-Americana. El caso Agrícola Tarriba", de Rosalinda Gámez Gastélum, UAM, 2003; Hemeroteca Noroeste, sitio web Mundia.com y entrevistas con personajes cercanos a Roberto Tarriba Rojo.


"Don Roberto Tarriba Rojo es el forjador del Grupo Tarriba, cuyos humildes orígenes nos hacen reflexionar sobre la importancia de trabajar duro, para alcanzar las metas trazadas en la vida".

Rosalinda Gámez Gastélum
Investigadora