Se deteriora el Trópico de Cáncer

"Olvidan el monumento; ahora es un basurero"

Samuel Parra

A su alrededor hay basura, vegetación seca y animales muertos. Según la cartografía, el Trópico de Cáncer es una línea imaginaria, que cruza justamente por Mazatlán. Por eso se construyó un monumento para representar este hecho... aún así es un basurero.
Sobre el kilómetro 21 más 455, de la carretera libre rumbo a Culiacán, alguien colocó un monolito de piedra en forma de esfera cuya pintura blanca hoy se cae a pedazos, mientras persisten los rayones de crayola y mensajes de graffiti.
También escribieron mensajes de amor con varios nombres encerrados en un corazón; otros prefirieron dejar nada más su primer nombre y la fecha mientras que, un tercer grupo, escribió sus "placas" o apodos que usan entre las comunidades de pandilleros.
Para los conductores que viajan en dirección norte o sur, el monumento es un paradero en el que se detienen para tomarse una fotografía, pero la pestilencia de un puerco en estado de putrefacción puede espantarlos.
Los visitantes deben subir por un camino enmontado si quieren llegar hasta el figura esférica; también hay que pasar por matorrales espinosos o muy tupidos que dificultan la movilización.
La falta de basureros provoca que las personas arrojen al suelo sus envases de plástico, botellas de vidrio, empaques para la comida e incluso ropa vieja.
A menos de 20 metros del sitio mencionado, hay lote de objetos desechados con partes de muebles, electrodomésticos, neumáticos, ropa y cartones de distintos tamaños.
Tampoco existe un sistema de iluminación para los conductores que hagan una parada en la noche, ya que a este sitio también se puede acceder por automóvil y puede servir como área de descanso.
Eliézer Zúñiga Guajardo, director del Acuario de Mazatlán, aseguró que en agosto la paramunicipal realizará una campaña para rehabilitar el monumento y sea un sitio agradable para los turistas.