'Ser sacerdote era mi aspiración'
06 noviembre 2015
"El pastor asegura que sintió el llamado de Dios desde muy niño, aunque nunca pensó en ser obispo"
Héctor Contreras
Su padre fue seminarista de la orden franciscana, pero cambió el rumbo de su vida y se decidió por el matrimonio.Sin embargo, su inspiración cristiana sembró en él, desde muy niño la inquietud sacerdotal, refiere Monseñor Mario Espinosa Contreras, quien este domingo cumple 12 años de haber sido consagrado Obispo.
La imagen del Cristo resucitado de la Iglesia de San Damián, aparece junto a su biografía de la página en Internet del Episcopado Mexicano. Es el mismo Cristo que, según cuenta la tradición, le dijo a Francisco de Asís: "vete, repara mi casa, que, como ves, se viene del todo al suelo".
"Sentí el llamado de Dios desde muy chico, un deseo por ser sacerdote, no de ser Obispo. Nunca lo pensé; ser sacerdote era mi aspiración", mencionó en entrevista en su oficina en Catedral.
"En mi caso la vocación floreció porque el ambiente en el que me desarrollé era un ambiente donde se valoraba la vida sacerdotal, donde se estimaba a los sacerdotes y a los seminaristas. Mi papá fue seminarista franciscano tres años en Acámbaro, Michoacán, durante la persecución religiosa.
"Se salió porque vio que no era su camino, pero él siempre siguió una base de formación cristiana y franciscana. Era una persona con mucha austeridad de vida. La cruz franciscana siempre es bella".
Espinosa Contreras, que nació en Tepic el 22 de noviembre de 1949) fue el sexto de nueve hermanos.
Cursó sus estudios de Humanidades y Filosofía en el Seminario de Tepic, Teología en el Potinficio Seminario de Montezuma, en Estados Unidos y en el Seminario Interregional de Tula. Completó sus estudios teológicos en Roma, en la Pontificia Universidad Gregoriana, donde obtuvo la Licenciatura en Teología Espiritual.
Fue ordenado sacerdote el 14 de julio de 1973 para la Diócesis de Tepic. Ejerció el ministerio dedicándose a la formación sacerdotal, tanto en el pre-seminario como en el seminario de la diócesis.
Fue además Vicario parroquial y capellán en diversas comunidades. Trabajó luego en la Pontificia Universidad de México como profesor de espiritualidad.
Fue nombrado Obispo de Tehuacán el 2 de abril de 1996, relevando en el cargo al Obispo Norberto Rivera Carrera, y fue consagrado Obispo el 11 de mayo del mismo año.
El 3 de marzo del 2005 fue nombrado por el Papa Juan Pablo II como Obispo de Mazatlán, relevando al Obispo Rafael Barraza Sánchez, y tomó posesión del su cargo el 27 de mayo del mismo año.
Es representante de la Provincia Eclesiástica de Durango para el trienio 2007-2009 ante la Conferencia del Episcopado Mexicano.
¿La espiritualidad católica está en desuso?
La espiritualidad fundamentalmente es que uno tenga una vida interior, que uno se deje conducir en el espíritu, y que se muestre en la vida diaria. La espiritualidad no es un intimismo o quedarse en un aislamiento o en una esquina. La espiritualidad es la vida cotidiana, vivida con más intensidad e iluminada por el Evangelio, con más sentido de Dios. La espiritualidad no es simplemente vivir algunos momentos intensos, sino que se vive en todo lo que uno vive.
n Asumió grandes retos, Mazatlán cuenta con menor porcentaje de católicos que la media nacional.
Aquí se ha trabajado mucho, en el Siglo 20 hubo grandes sacerdotes, también los anteriores obispos han tenido una labor perseverante, callada, es estar con constancia en la invitación, en el ofrecimiento de servicio y evangelización.
Se han tenido frutos, especialmente en los 49 años de la vida diocesana. La historia en lo religioso de Sinaloa es parecida a la de Sonora y Baja California o la de Nuevo León. Fueron regiones que no tuvieron mucha evangelización en los primeros tres siglos del virreinato. Se ha trabajado y se tiene respuesta de las personas.
n Y la violencia desatada por el narcotráfico en Sinaloa.
Nosotros confiamos en que se haga realidad lo que ha propuesto el Congreso del Estado, esperamos que no quede en la palabra, sino que aterrice en hechos concretos, ellos proponen una alianza estatal, en lo que cabe nacional, para que nos unamos todos desde nuestros propios frentes, en favorecer condiciones de más seguridad en Sinaloa.
Falta una campaña estatal más decidida, más extensa, más amplia, y que vaya por la línea educativa de favorecer de diferentes formas que todos nos respetemos más. Es mucho lo que se puede hacer, a quienes corresponde esta alianza, tengan la creatividad, la inteligencia de diseñarla. Me pareció muy luminosa la idea, pero que no quede en una formulación verbal. Creo que puede dar mucho si se concretiza.
"Sentí el llamado de Dios desde muy chico, un deseo por ser sacerdote, no de ser Obispo. Nunca lo pensé; ser sacerdote era mi aspiración".
"Aquí se ha trabajado mucho, en el Siglo 20 hubo grandes sacerdotes, también los anteriores obispos han tenido una labor perseverante, callada, es estar con constancia en la invitación, en el ofrecimiento de servicio y evangelización".
Mario Espinosa Contreras
Obispo de Mazatlán