Son útiles parabuses, pero riesgosos

Dantiela Mendoza
09 noviembre 2015

"Son útiles parabuses, pero riesgosos"

MAZATLÁN.- Que la Avenida del Mar tenga mobiliario urbano moderno y funcional es muy bueno, pero tiene algunos riesgos, reconoció la doctora en arquitectura Leticia Alvarado Fuentes al referirse a los parabuses que recién se instalaron en la Avenida del Mar,
"¡Por supuesto que qué bueno que se tenga en Mazatlán mobiliario urbano moderno, funcional y bello! Tal y como son éstos parabuses; desafortunadamente, este tipo de inversión se realiza en zonas que ya de por sí son bellas", consideró.
Sin embargo, para la directora del Grupo Recrea el riesgo es que las casetas se conviertan en escaparates para publicidad o que no reciban el mantenimiento debido y terminen siendo contaminantes del paseo costero.
"Desafortunadamente, y esa es la historia de los equipamientos y mobiliarios urbanos de nuestra ciudad, estos equipamientos resultan muy útiles para vender publicidad y entonces el bello diseño se convierte en meramente funcional", dijo.
Pero dicha funcionalidad no es para el usuario directo, explicó, sino para el comerciante de los espacios publicitarios y para el funcionario que coludido, los autorizó. Tal es el caso de los puentes peatonales que hace pocos años se construyeron, que ahora están llenos de propaganda y no son usados por los peatones.
"Los espacios así utilizados se convierten en contaminantes visuales que desordenan la de por sí caótica imagen de nuestra ciudad; ahora ¿en el Malecón? ¡En nuestra fachada principal! ¡Imperdonable que así llegue a suceder!", expresó.
Alvarado Fuentes citó que mucho se ha criticado por algunos grupos la existencia de edificios a la orilla del mar, como La Casa del Marino, porque "tapan" la hermosa imagen paisajística.
Otro aspecto que no es aceptable, es que como muchos otros de los proyectos en Mazatlán, se realiza sin considerar a todos los usuarios de los espacios: a los activos, a los pasivos y a quienes no los utilizarán.
Para las casetas que se instalaron en el malecón, se consideró a los usuarios que esperan el camión, y que a partir de ahora, se supone tendrán un espacio dónde sentarse, si no está muy caliente el material de la banca y dónde guarecerse del sol, si la inclinación del sol y la ubicación del techo del parabús lo permiten.
"No se consideró a los demás usuarios del espacio del malecón: ni a los transeúntes, ni a los deportistas que caminan o corren, ni mucho menos a los usuarios de patines y bicicletas que utilizan el malecón, con todo derecho", criticó la urbanista.
Y es que, en el proyecto de ampliación del malecón elaborado en 2003 consideró a esta parte en la que hoy se ubican los parabuses, como área para circular en bicicleta, tal y como ahora diversos grupos de ciclistas organizados y de ONG's propulsan para que se oficialice como la primera ciclovía de la ciudad.Tabla