'Techa' Periodista

José Alfredo Beltrán
07 noviembre 2015

"María Teresa Zazueta y Zazueta está por cerrar un ciclo al frente de la Escuela de Comunicación Social, forjadora de generaciones de periodistas y comunicadores desde 1964."

"María Teresa Zazueta y Zazueta soy yo. Una 'culichi tacuarinera'. Así nos decíamos antes, porque en la estación del tren, cuando pasaban los pasajeros, los vendedores gritaban '¡tacuarines!, ¡tacuarines!'. Culiacán era un pueblito. En 1930 tenía sólo 17 mil habitantes.

Cuna 'opositora'

"Nací el 4 de mayo de 1930, a las 12:05. Casi en el Día de la Santa Cruz. Por poco y me ponen 'Crucita'. Fui la primera que 'me les salvé' a mis papás, porque sus primeros niños murieron. Luego nacieron mis otros dos hermanos, Amado, que aún vive, y José Ernesto, que ya murió.
Amado Zazueta Villa y Guadalupe Zazueta fueron mis padres; mi mamá fue maestra rural en Bachigualato; conoció a mi papá, y se casó, muy jovencita.
En la mitad de la casa de mis abuelos, donde nacimos, se hacía el periódico La Opinión, que siempre fue de oposición.  Mi abuelo era 'maderista'. Por eso escuchaba mucho de los ideales que tuvieron los que anduvieron con Madero. Mi papá fue 'vasconcelista'.

--¿Qué significaba en esos años "ser oposición"; no es lo mismo "ser oposición" ahora, que a principios del siglo 20?
--¡Pues imagínate, con los Presidentes que teníamos!; el PRI nació un año antes que yo. Estaba en boga la lucha agraria, la lucha ideológica, cuando la universidad era socialista.
Mi papá no era creyente, pero sí socialista. Por ser "de oposición" lo apoyaba la gente, hubo una ocasión en que el Gobierno amenazó a quienes publicaran anuncios en La Opinión. Y la gente pagaba el anuncio, sin aparecer. Muchos años hubo persecución por diferentes causas, por cuestiones ideológicas, era muy pesado, muy fuerte.

--¿Su familia era conservadora, liberal?
--Mi familia fue plural. De ateos, creyentes, oficialistas y de oposición. Mi papá era anticomunista. Durante toda la infancia, mis hermanos y yo éramos muy cuidadosos, porque había muchos enemigos.
Cuando empezamos a ir a la escuela, en una ocasión, estando de Presidente Lázaro Cárdenas, cantaban la Internacional Socialista en las escuelas. Mi papá dijo que nosotros no íbamos ir a cantar un himno que no era nuestro, ni rendirle honores a un trapo rojo, haciéndolo honores en lugar de la bandera tricolor. Los inspectores nos seguían en las escuelas. Nos correteaban y salíamos hasta por las bardas.

Siempre fui metiche

"A los 7 años les di el gusto de escribirle mi primer artículo. Desde chiquilla me tocó oír las noticias de la Guerra Civil de España, siempre fui metiche, siempre había libros en mi casa; después, cuando nos quitan el periódico en 1943, todavía estaba la Guerra Mundial. Yo tenía 13 años. Todas esas cosas caóticas, políticas, me tocaron vivirlas.

--¿Cuál es la imagen que guarda de su primera relación con el periódico, la tinta?
--En primer lugar mis hermanos y yo jugábamos con la tinta; el periódico se hacía con equipo del siglo 19, era prensa plana, tipógrafos que levantaban de letra en letra, en contenedores, y tenían que lavar, "entintar" las planas, para meterlas a una máquina muy grande que mi abuelo había comprado. Era un periódico estándar, como Noroeste, los anuncios después empezaron a llegar con grabados.
El periódico estaba por la Ángel Flores (enfrente de la hoy Galería del Calzado), hasta que lo incautó el Gobierno estatal.

--Cuénteme el cierre de La Opinión...
--El Gobierno siempre estaba inconforme porque el periódico era de ataque, de oposición. Cuando se viene la Segunda Guerra Mundial, acusan al periódico de ser nazi, porque como iban ganando los del Eje, a los americanos, a los contrarios, todo eso lo captaba mi papá por una radio casera, y se publicaba en La Opinión.
Entonces pusieron al periódico en la "listas negras" de Washington; desde México, Periodistas le escribieron a mi papá, a quien respetaban mucho porque era "maderista", y se extrañaban que estuviera en la "lista negra". Incluso le pidieron que recibiera gente de Estados Unidos para que supervisara el periódico, y mi abuelo reaccionó con mucha dignidad, y dijo que eso nunca, jamás.
Luego le armaron un problema obrero, le quitaron el periódico. Mi abuelo era diabético, murió a los 71 años, y la opinión pública se les echó encima (al Gobierno), nos regresaron la imprenta, pero ya no se hizo el periódico, sólo trabajos comerciales y luego nos fuimos a México.

Frida Kahlo y yo

"Con el maestro Carlos Septién García estudié Periodismo, en la Ciudad de México. Terminé la carrera el 15 de diciembre de 1951. Cuando me gradué empecé a dar clases; primero trabajaba en El Universal, en la revista Semana. Un día le piden a Septién que mande un reportero a Novedades. "Oiga, le pedimos un reportero ¿y nos manda una mujer?", le reclamaron. 'Es profesional', respondió. Y me quedé en Novedades.

--¿Cómo era la "reporteada" en esos años?
--No había mujeres. Tenía 22 años. Descansaban los periodistas distintos días. Cuando iba al Aeropuerto, decía "periódico Novedades", me lo creían. Era un gran diario en esos años, junto a Excélsior y El Universal.

--¿No había grabadoras, computadoras?
--No. Nada, eran máquinas de escribir. El maestro Septién nos decía que teníamos que andar como los policías, que siempre traían dos pistolas. Nosotros debíamos traer dos lápices, por si fallaba uno.

--¿A qué personaje recuerda más de esa época?
--A Frida Kahlo. El Jefe Publicidad me pidió que hiciera una serie "Lo leí en Novedades", entrevistas a puras mujeres famosas. A algunas les daba flojera decirme por qué leían el periódico. No todas me daban el texto. "¡Usted póngale!", me decían, "y yo se los leía, y me lo aprobaban".
En una ocasión me mandó entrevistar a Frida Kahlo. Su hermana nos recibió muy amablemente, me dijo que tuviera  consideración, que Frida tenía carácter difícil, y estaba muy enferma. Ya cuando entramos al salón, donde Frida estaba acostada, primero me preguntó qué andaba haciendo, porque le extrañó que una muchacha fuera a entrevistarla.
"Yo soy periodista profesional, salí de la escuela", le respondí.

--¿Cómo fue el encuentro con Frida?
--Me dijo "¡Si me cambia una palabra de lo que le diga, yo hablo para que la corran del periódico!". Empezó a dictarme, que Novedades era un "vocero del imperialismo". Puse todo, todo lo que ella me dijo. Ya que terminé, se suavizó, y empezó a platicarme, interesarse en lo personal, "que era mujer, joven". Fue amable, cambió.
Yo llegué al periódico, transcribí lo que me había dicho, le dije a mi jefe de redacción lo que me había dicho ella; se enojó, diciendo por qué me había mandado el de Publicidad con Frida, si ya sabían lo que me iban a decir. Nunca salió lo de Frida, pero ya la conocí.

--¿No le publicaron la entrevista?
--No la publicaron, pues si le echaba al periódico, que estaba "al servicio del imperialismo yanqui".

--¿Fue la primera censura de su carrera?
--Pues sí, pero no era a mí la censura. Yo sabía que con lo que ella me había dicho…

Escuela y semilla

"Me vine de México, por mis papás, que estaban acá en Culiacán solos. Aquí me dediqué a trabajar, porque yo tenía ilusión de que se formaran periodistas en Sinaloa. Entonces aquí privaba mucho el ambiente bohemio. Y ahora las nuevas generaciones son profesionales egresados de las diferentes escuelas, y eso es muy bonito.

--¿Era muy empírico el periodismo entonces?
--En general llegaban al periodismo gentes que les decían "destripados", que venían de otros profesiones, abogados que no habían terminado la carrera y se metían a periodistas. Pero el ambiente en general era muy bohemio. En la prensa local había gente muy valiosa, preparada, pero no eran profesionales.
En febrero 1964 fundé la Escuela Libre de Técnicas de Difusión. La primera generación de técnicos egresó en 1966, y la primera de licenciados en Comunicación Social en 1981.

--¿Lleva la cuenta de cuántos periodistas y comunicadores ha formado?
--La Escuela no es masiva. No salen por cientos. Y de licenciatura para acá, desde 1977, serán unos 300. Sin contar los técnicos, del 64, de la generación de Marta Elisa Leal, Mario Montijo, Martha Alicia Araujo. La escuela ha sido un esfuerzo constante para sacarla adelante. Pero somos como 25 maestros y a veces el alumnado nos dobla. Pero todos tenemos el mismo deseo de que la gente que salga de ahí, muy preparada. Y como son grupos chicos, nos dedicamos a ellos.

--¿Es una tarea de vocación?
--Sí, sí, yo pienso como el cuento antiguo, de que si le das un pescado a alguien que tiene hambre, no lo ayudas. Pero si lo enseñas a pescar, mejor.

Homenaje

Hoy a las 19:00 horas, "Techa", la periodista será homenajeada por todos sus alumnos. La cita es en el Archivo Histórico de Sinaloa.