Tema de hoy: El optimista se endereza camino de la luz

José Ramón Díaz Fonseca
19 agosto 2017

"Se queja el pesimista del Sol, del aire, del agua y del viento. Bendice el optimista al viento, al Sol, al agua y a todo lo que se encuentra en su camino."

Camina el pesimista callado, taciturno y maldiciente; camina el optimista confiado, alegre, lleno de vida y de esperanza. Se queja el pesimista del Sol, del aire, del agua y del viento. Bendice el optimista al viento, al Sol, al agua y a todo lo que se encuentra en su camino.

Los días son pesados y duros para el pesimista; los días son bendiciones del cielo que recibe el optimista. La vida es negra, trágica, pesada y llena de penalidades para el pesimista; la vida es dulce, alegre de luz, de trabajo y esperanza para el optimista.

Dos aspectos opuestos para ver las cosas; la maldición o la sonrisa en los labios. Los cristales a través de los cuales se contempla el mundo: el cristal negro del pesimismo o el caleidoscopio del optimismo. Dos caminos, dos vías, dos senderos marcados en la vida. ¡Y la vida es la misma!

¡Cuánta diferencia hay en un corazón bueno lleno de luz y esperanza y un corazón decepcionado lleno de miserias acumuladas por raquíticos y miserables pensamientos!

El optimista se endereza camino de la luz. La tierra brinda sus sonrisas en las flores y el cielo le brinda sus sonrisas en las estrellas. La luz del Sol penetra hasta su corazón y le da vida, fecunda sus fuerzas y fortalece su voluntad, reanima su espíritu; y sigue el Sol su camino por la esfera encendida y mientras más derrama su lumbre para tostar nuestras frentes, más energías y más poder se produce en nuestro cuerpo, y más grandes nos contemplamos luchando tenaces y aguerridos.