Tropos

14 noviembre 2015

"Coincidencias"

Adrián García Cortés

29 de septiembre, un
registro coincidente



No está por demás alardear, aunque parezca tardíamente, que Culiacán salió a la luz pública el mismo día que lo hacía la ciudad de Puebla. Coincidencia, sí, que el tiempo valora y sugiere comparaciones entre lo que fueron ambas urbes en su origen, y lo que hoy muestran ser como pujantes capitales de estados.

No es cuestión de buscar saldos innecesarios de lo que una y otra han hecho, pero sí tomar, si se quiere, como una humorada histórica para en su momento hablar de que las dos ciudades son tan viejas como los siglos que las han acompañado. Aunque en nuestra realidad actual no haya parecido alguno.



Curiosidad haber nacido
el mismo día: ¿será?



Pero si como de entretenimiento hemos de hablar de ellas, hagámoslo de esta manera:

--Puebla y Culiacán "nacieron" el mismo día, un 29 de septiembre de 1531.
--Ambas tuvieron que sortear, para su asentamiento definitivo, que otros poblados, en sitios diferentes, las precedieran, por culpa de las aguas fluviales crecidas por lluvias torrenciales.
--Una y otra se asentaron en un ámbito indígena no muy tranquilo, y tuvieron que valerse de artimañas diversas para asegurar los asentamientos.
--Y las dos emergieron bajo la protección de los ángeles, allá en Puebla, todos lo que el creyente cristiano le adjudique; acá en Culiacán, sólo uno: San Miguel, el arcángel belicoso guardián de los cielos y expulsor de Lucifer. Denominación adjudicada por Nuño de Guzmán, aunque gran devoto del Espíritu Santo.
--Aunque lo cierto es que el 29 de septiembre, el calendario occidental se lo tiene reservado a los arcángeles Miguel y Rafael. Nuestros pobladores se quedaron con Miguel y le agregaron el "santo" para no ser menos en el santoral de la Santa Madre Iglesia. Nuestros hermanos poblanos quisieron ser más grandes, y se acogieron a todas los ángeles que comandaba Miguel.

--Lo que nos queda claro es que Puebla fue planeada, en tanto que la Villa de San Miguel fue improvisada.



Las dos caras de una
fundación se enfrentan


--"Irónicamente, (Puebla) ese centro de riqueza y privilegio fue fundado en 1531 como un experimento social utópico, destinado a combatir las mismas tendencias aristocráticas que llegaría a encarnar". (Julia Hirschberg, La Fundación de Puebla de los Ángeles, Mito y Realidad, BUAP, México, 2000).

--"Sobre el desperdigado y triste caserío de Huey-Colhuacan, en la confluencia de los ríos Tamazula y Humaya, el cruel, torvo y avaricioso aventurero español Nuño de Guzmán fundó la Villa de San Miguel de Culiacán, el 29 de septiembre de 1531, culminando así la breve pero sangrienta conquista del territorio sinaloense". (Herberto Sinagawa Montoya. Historia de Culiacán)



Curiosamente, entre las dos fundaciones hay una discrepancia abismal, dado que mientras a la Puebla de los Ángeles la fundó un defensor de los indios, como fue Fray Toribio de Benavente, a la Villa de San Miguel un depredador indígena quien, además, creía a pie juntillas en la necesidad primaria de que la conquista, se hiciera mediante el comercio de esclavos, eso sí, con autorización de la corona española.





Paleografía de Nuño de
Guzmán, una oportunidad




Reciente transcripción paleográfica del Fondo Histórico de Nuño de Guzmán, radicado en Sevilla, España, patrocinada por el Instituto Sinaloense de Cultura y coordinada por La Crónica de Culiacán, al menos en los escritos del propio Nuño se atisban visos de otra realidad, misma a la que Nuño hubo de enfrentar.

En primer lugar, Nuño era un tipo enfermizo que padecía tercianas y cuartanas, lo cual le mostraba como se diría hoy como un paciente bipolar que cambiaba de ánimo y de carácter según las circunstancias. Pero en ella se advierte, que una vez llegadas noticias del juicio de residencia que le habían incoado en la capital del virreinato, se apresuró a retornar para hacer frente a las acusaciones que como Presidente de la Primera Audiencia le habían endilgado Cortés y el obispo Zumárraga.

De esa manera, cuando exploraba en la montaña arriba del río Humaya, con ánimo de hallar una ruta corta a la gobernación del Pánuco en el Golfo de México, se sintió enfermo una vez más y aposentó en un poblado indígena que los cronistas registran como Los Guamúchiles. Allí decidió esperar al capitán Gonzalo López y, además, llamó a sus demás capitanes para informarles de su interés de hacer un poblamiento español según lo prescribía la Corona para el reconocimiento y los méritos de la conquista que le significaban apoyos económicos considerables.

No logró el poblamiento en el lugar escogido, en la confluencia de los ríos Humaya y Tamazula; pero sí instruyó a sus capitanes para que formaran un primer ayuntamiento, y que éste fuera el que decidiera el sitio del poblamiento. Fue así como al paso de los días como la Villa de San Miguel se declaró fundada, no obstante la inexistencia de un documento oficial, aunque sí los testimonios de los acompañantes de Nuño.





Controversia: ¿cual de
las fechas es válida?





Por decisión de los primeros pobladores, que la Villa se fundó dos veces a la vera izquierda del río Ciguatán (Río de las Mujeres), mismas que las crecientes fluviales los obligaron a mudarse al sitio final, al amparo de un presidio de avanzada que habían establecido los primeros colonos.

En el caso de Puebla, se atribuye la fundación a "Motolinía", por primera vez, en la margen del río San Francisco, el 16 de abril de 1531, y este poblamiento perduró hasta el desbordamiento fluvial que afectó casas y enseres domésticos. Posteriormente el poblamiento, ya con un concepto definido de ciudad, según la autora citada arriba:

--"La discusión sobre la fecha precisa de la fundación de Puebla ha sido en esencia la de una definición. Existe acuerdo sobre los hechos básicos, pero lo que ha provocado cierta discusión es la fecha exacta de la fundación. Después de agrios debates, el comité que debía organizar la conmemoración en la década de 1930 fijó como fecha el 16 de abril de 1531. Sin embargo, sabemos por la correspondencia oficial que la población se había iniciado desde antes de esa fecha, y como veremos, en 1532 hubo que hacer una segunda fundación para asegurar la sobrevivencia de Puebla. Por consiguiente, parecería que debiéramos ampliar nuestro concepto de "fundación" para incluir un largo período de planificación, comienzos fallidos y esfuerzos renovados".

La controversia sigue: ¡hay que seguir estudiando nuestros orígenes, aunque sea como una diversión que al parecer no tiene conclusiones! Todo es según el cristal con que mire. <>