Un papá que sabe decir 'Te quiero'
08 noviembre 2015
"Jesús Ansaldo Barraza Sandoval, sus hijos y su esposa platican de esa relación cotidiana, en familia, hogareña, que comparten en el momento más feliz: cuando están juntos"
CULIACÁN.- Jesús Ansaldo Barraza Sandoval aprendió a decir "Te quiero" cuando se casó y luego cuando fue papá. La frase no la aprendió en la casa materna, donde el cariño se expresaba a través de acciones.Su mamá le repetía las dos palabras, sin decirlas, cuando le servía un plato de comida, se preocupaba por él y hasta cuando lo mandaba a alimentar a las gallinas en El Espinal y posteriormente en La Cruz, de Elota.
No comprendió esos gestos de niño. Después cuando fue adulto y se convirtió en padre entendió que el amor va implícito en múltiples detalles, y con cierta extrañeza al principio, aprendió a pronunciar en voz alta la frase.
"Las primeras veces que le tenía que decir a un hijo 'te amo'; 'te quiero', a la esposa, me resultaba muy extraño, pero a medida que lo fui practicando, que lo fui completando con las acciones, ya era como automático, como parte de un extra, y decirles 'te quiero' salía prácticamente solo".
La dicha de cocinar
Después de 16 años de matrimonio y 15 de ser papá, la frase se ha convertido en algo natural. En una necesidad para expresar con palabras lo que también repite cada vez que ayuda en las tareas del hogar o cocina para sus hijos, y se siente completo al verlos comer lo que preparó para ellos. Sabiendo que como otros detalles, ese cumplió así su fin.
"Yo recuerdo a mi madre (Natalia Sandoval), me dijo de una forma muy seria, 'hijo aprende a cocinar, a lavar trastes, todos los quehaceres porque nunca sabes cuándo los vas a necesitar'. Después entendí que todas esas experiencias que viven las madres, como hacerle la comida a un hijo, servirle un plato, hay un sentimiento de felicidad muy importante", dice.
"A mí no me gusta hacer algo sin saber la esencia de lo más elemental, si voy a hacer una comida tiene que terminar cumpliendo el objetivo, que es que coman a gusto, disfruten, y yo junto con ese momento del comer, disfrutar, ver a la familia gozando lo que cociné, me resulta más fácil cocinar, y ser feliz haciéndolo".
Esos momentos que Jesús comparte en familia a la hora del desayuno, comida o cena. Le han permitido conocer mejor a sus hijos.
"Como normalmente estoy relacionado un poco a veces con la comida, sé que a Kaleb le encanta el mole, el pozole; la Rebequita es muy afecta al espagueti, las pastas; Susanita es bien general, siendo comida va bien para ella; Naelsi, es de repente más de frutitas, pero también se acomoda al mole", menciona.
"Todas esas diferencias o gustos, los vas conociendo en la relación diaria, en las tareas del hogar, escuchándolos".
Convirtiéndose en padre
Jesús, quien es Ingeniero Agrónomo Zootecnista y tiene su casa y una granja de codornices en el ejido El Batallón, sindicatura de San Pedro, Navolato, asegura que los éxitos se logran con base en la planeación, no sólo profesional sino personal. Y más cuando se decide ser padre.
"Mi esposa y yo nos casamos en septiembre del 94, para noviembre o diciembre comienza el embarazo, entonces comienza la emoción por un lado de que íbamos a ser papás y por el otro el reto de cómo les vamos a ofrecer a los hijos los mejores principios, las bases", resalta.
"Yo traía muy buena enseñanza de mi familia, de mi madre sobre todo, porque prácticamente mi padre fue desatendido hacia la familia, pero para estar mejor preparado tomé dentro de la iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, a la que pertenezco, cursos de noviazgo y de matrimonio, allí me enseñaron cómo reaccionar a las responsabilidades de esposo pero también de padre, y cuando nace la hija (Naelsi), digo ahora 'sí el curso tengo que ponerlo en práctica'".
A partir de allí decidió que sería un papá que dedicaría tiempo a su hija, estaría al pendiente de ella, conocería a sus amigos, sus necesidades y hasta su color favorito.
"Comenzamos a poner reglas que se debían cumplir, como platicar en familia para ver como le fue a fulana, zutana, ver qué se les ofrece. Tenemos un programa de estudios, de enseñanzas de la biblia. Y todo esto termina siendo un recurso muy bueno para sensibilizarlos en todo lo que es el respeto a las personas, llevarse bien con los compañeros", menciona.
"El hecho de que maduren, aprendan desde chiquitos a saber cuáles son los deberes, prácticamente nos deja mucho tiempos tranquilos, porque por ejemplo yo no me tengo que preocupar por sus tareas, cómo se van a comportar, porque básicamente ya tienen los principios, ya tienen su vida enfocada. Y nos da más tiempo de vivir tranquilos, atendiendo retos y desafíos alrededor de ellos".
'Me decía, mano, mano'
Cuando Jesús se convirtió en papá comenzó una etapa de nuevos retos, y sobre todo de descubrimientos. Como el hecho de que su hija Naelsi, la mayor, necesitara sujetarle la mano para dormir.
"Naelsi no se dormía si no me agarraba un dedo de la mano, me acuerdo que yo llegaba a dormir, y me decía 'mano, mano', quería que le diera la mano para agarrar el dedo y dormir, y los cuentos no me los perdonaba, las lecturas de cualquier historia, yo les inventaba de las mías, y eso también les encantaba a todos", expresa.
"Después de Naelsi, nació en noviembre de 1996 Susana; en diciembre del 97 Rebeca, en 2000 Nimrod y 2001 Kaleb, y como ya traíamos una trayectoria digamos definida, el nacimiento de nuestros hijos, el ser padres más que cambio fue como un incremento de calidad de vida".
La paternidad entonces, agrega, le dio un plus adicional a su vida.
"Ser padre es algo que está dentro de la naturaleza podemos decirlo, pero tiene esa emoción de lo desconocido. Ya con hijos tienes oportunidad de progresar más, retos que enfrentar, y al atender bien el papel de padre, siendo buen amigo, escuchándolos, entras a esa dinámica que es emocionante", manifiesta.
"Entonces el triunfo de los hijos es el triunfo de uno, la desilusión, decepción de ellos, son las tristezas de uno".
Ser papá ha sido una responsabilidad de 24 horas.
"Lo más difícil es mantener el enfoque de uno mismo, mantener los principios, porque saliéndose de las reglas hay muchos riesgos, porque de repente hay influencias que tratan de jalarlo fuera a uno del orden correcto de vida, y como papá tienes que estar viendo adelante de ellos, para poderlos guiar, no descuidarse ningún momento".
Para Jesús la paternidad ha tenido además momentos difíciles y dolorosos, como la muerte del cuarto de sus hijos, Nimrod, quien falleció al ahogarse dentro de un tambo de agua, cuando tenía un año 7 meses.
Esa ocasión, menciona su esposa Susana Astorga García, fue la primera vez que vio llorar a Jesús.
"Teníamos ya tres niñas (Naelsi, Susana y Rebeca), y cuando nació el primer varón, él (Jesús) dijo 'ahora si llegó mi compañero', porque le gusta mucho la cacería, la pesca, los deportes, y cuando murió nuestro hijo creo que es la única vez que lo vi llorar".
El mejor papá
Susana Astorga añade que aun cuando él no lo diga, es un papá a todo dar, que siempre tiene disposición para ayudar, escuchar o enseñar, aún cuando se niegue a cambiar pañales. "Mi esposo es muy lindo, nos tiene a todos mucha paciencia, le gusta aprender y siempre nos está enseñando. Es un papá muy a todo a dar, le dedica mucho tiempo a los niños, aunque tenga mucho trabajo en las codornices, si una hija le dice 'sabes qué papá, me gustaría que me acompañaras a la escuela', cierra el negocio y va a la escuela, a la junta o a recoger calificaciones", expresa.
"Él habla abiertamente con nuestros hijos de todos los temas, incluso ha habido ocasiones en que yo digo cómo les voy a explicar por ejemplo algo de sexo, y él lo hace normalmente, no es nada machista, pero eso sí, no cambia pañales".
Naelsi de 14 años, Susana de 13 y Kaleb de 8, tienen experiencias similares con su papá. Los tres lo recuerdan contándoles historias para dormir siendo pequeños. Una de las preferidas era "El conejo y el coyote".
"Me acuerdo que mi papá estaba viendo la tele y todos llegábamos con él y le decíamos 'papi cuéntanos una historia,' y él dejaba de ver la tele y empezaba a contar. Para mí es un gran ejemplo porque siempre ha sido una persona muy perfeccionista, siempre ha buscado estar mejorando y siempre nos ha ayudado mucho a todos", resalta Naelsi.
Susana dice que una de las labores que más disfruta compartir con su papá es la crianza de las codornices. La granja es un negocio familiar en el que todos participan, y que Jesús está buscando desarrollar para producir alimentos orgánicos.
Kaleb, en cambio gusta de los paseos con su "papi". Ir a pescar y cazar. Y lo más valioso que guarda para sí, son unos camioncitos de madera, construidos por Jesús, que ni siquiera le presta a su mejor amigo
"Mi papá me cuida mucho, y yo lo quiero mucho a él".
El momento más feliz
Para Jesús, su familia es donde tiene las mayores experiencias, enseñanzas y aprendizajes, y el momento más grato es cuando está con su esposa e hijos.
"Mi momento más feliz de las 24 horas es prácticamente cuando estoy con mi familia, en armonía, relajado. En la familia está todo. Yo me pude haber sacado el primer lugar en aprovechamiento en la escuela, pero el llevarme un día bien con mi familia, eso es más grande que cualquier cosa. Y vale la pena invertirle un tiempo", manifiesta.
"Naelsi no se dormía si no me agarraba un dedo de la mano, me acuerdo que yo llegaba a dormir, y me decía 'mano, mano', quería que le diera la mano para agarrar el dedo y dormir, y los cuentos no me los perdonaba, las lecturas de cualquier historia, yo les inventaba de las mías, y eso también les encantaba a todos"
Jesús Ansaldo Barraza Sandoval
Papá
"Mi esposo es muy lindo, nos tiene a todos mucha paciencia, le gusta aprender y siempre nos está enseñando. Es un papá muy a todo a dar, le dedica mucho tiempo a los niños, aunque tenga mucho trabajo en las codornices, si una hija le dice 'sabes qué papá, me gustaría que me acompañaras a la escuela', cierra el negocio y va a la escuela, a la junta o a recoger calificaciones"
Susana Astorga García
Esposa
"Me acuerdo que mi papá estaba viendo la tele y todos llegábamos con él y le decíamos 'papi cuéntanos una historia,' y él dejaba de ver la tele y empezaba a contar. Para mí es un gran ejemplo porque siempre ha sido una persona muy perfeccionista, siempre ha buscado estar mejorando y siempre nos ha ayudado mucho a todos"
Naelsi Barraza Astorga
Hija