2018: escenarios sinaloenses

Por lo que hace a los partidos y a las candidaturas a la Presidencia (ya veremos lo que pasa con los candidatos independientes), los escenarios electorales están ya configurados en el País: AMLO por Morena y PT, Meade por el PRI, PVEM y PANAL, y Anaya por la Coalición PAN, PRD y MC. Lo que tiene ocupadas a las dirigencias, ahora mismo, son los acomodos regionales. En eso estamos en Sinaloa.

 

La nota de la semana es la postulación de Héctor Melesio Cuén por la Coalición por México al Frente, y con ella la más que posible alianza PAN, PRD, MC y PAS en las elecciones concurrentes a nivel local. El sábado pasado, César Velázquez Robles hacía un pormenorizado análisis de las virtuales alianzas en las que el PAS encajaría, y en todos los casos (con  el PRI, con Morena o con el Frente) señalaba que esta organización, con sus 200 mil votos potenciales, podía ser el fiel de la balanza en la contienda por las senadurías.

 

“Si fragua puede desatar importantes expectativas (...) tendría opciones de triunfo”, escribía Velázquez. Pues bien, la alianza fraguó. Y lo que tenemos es un potencial electoral tal vez superior a los 500 mil votos, es decir, un posible triunfo por mayoría de sus candidatos a la Cámara Alta. Esta expectativa, que es real, tiene sin duda preocupadas a las otras dos formaciones partidistas y seguramente está ya condicionando sus decisiones.

 

Toda vez que Morena tiene ya definidos a Rubén Rocha e Imelda Castro como la fórmula que contenderá por la senaduría, falta ver qué decisión tomará el PRI. De ahí que el nombre de Jesús Vizcarra esté sonando cada vez más fuerte en los corrillos políticos. Entiendo que su postulación no es segura (supongo que, a estas alturas, estará meditando el ofrecimiento), pero si así ocurriera, los escenarios cambiarían de nuevo drásticamente.

 

Con una fórmula encabezada por Vizcarra, el PRI prácticamente estaría amarrando la mayoría. Quedaría por conocer el desenlace de la primera minoría entre Cuén Ojeda, Rubén Rocha y Manuel Clouthier, de quien aún no se puede decir mucho porque está ocupado en la brega por su registro definitivo, que al parecer logrará, como independiente. 

 

Sin duda, en este escenario -que puede presentarse, pues está claro que al PRI le urge sumar votos no sólo para el Congreso de la Unión o los poderes locales, sino para la Presidencia, carrera en la cual sigue ubicado en el tercer lugar en las encuestas-, Cuén seguiría teniendo amplias probabilidades de acceder al Senado por la vía de primera minoría.

 

Las posibilidades de Rubén Rocha Moya, por la otra parte, se relacionan con algo que César Velázquez también comentó hace días: la conversión de su capital moral en capital político. Y eso dependerá, diría George Lakoff, de que pueda deslindar un campo propio de referencia, una estrategia discursiva que lo ponga en total sincronía con su candidato presidencial, caudillo y jefe indiscutido. Sólo así podrá sumar Rocha los 300 mil votos que casi seguramente obtendrá López Obrador en Sinaloa. Sólo así podrá ser, en verdad, un candidato competitivo. Por lo pronto, empezó bien al declarar este lunes que “Morena en Sinaloa basará su estrategia en la fuerza que Andrés Manuel López Obrador, líder y fundador del partido, tiene a nivel nacional”.

 

Entre tanto, sigamos especulando, dijo Jorge Castañeda, que para eso nos tienen en estas páginas.