A partir de mañana

Rodolfo Díaz Fonseca
04 septiembre 2025

Javier Cercas se preguntó cuál era la finalidad que perseguía el Papa Francisco al visitar Mongolia, inmenso país con pocos fieles católicos. De entre las respuestas que recibió, algunas apelaron al sentido religioso, mientras que la mayoría aludieron a una significación geopolítica.

Es decir, el Papa viajó a Mongolia por su ubicación física estratégica, ya que no podía visitar a los dos países que la circundan: China y Rusia.

De hecho, antes de finalizar la misa multitudinaria que presidió en el HUN Theatre, Bergoglio se puso en pie y llamó a su lado al cardenal emérito de Hong Kong, John Tong Hon, y al recién nombrado cardenal Stephen Chow Sau-Yan, y los presentó a la multitud:

“Quisiera aprovechar la presencia de estos dos hermanos para mandar un saludo al noble pueblo chino. A todos les deseo lo mejor. Progresad. Y a los católicos chinos les pido que sean buenos cristianos y buenos ciudadanos”.

Por eso, el Padre Ernesto Gerolamo Viscardi, de quien ya hablamos, expresó sus existenciales inquietudes: “¿Y después de la visita qué? ¿Todo esto va a servir para algo? ¿Van a mejorar las cosas aquí? Ésa es la cuestión. Porque, claro, que el Papa haya venido a Mongolia es maravilloso, todos estamos felices, todo el mundo habla de Mongolia y de los mongoles, y eso es bueno para todos... En cualquier caso, ya digo que la cuestión esencial es: a partir de mañana, cuando vosotros os marchéis, ¿qué?”

A partir de mañana, tituló Alberto Cortez una de sus canciones: “Hasta el día de hoy, solo fui lo que soy, aprendiz de Quijote... Ahora debo pensar que no pueden dejar de sonar las campanas. Aunque tenga que hacer, más que hoy y que ayer. A partir de mañana”.

¿Forjo y preparo el mañana?