Agonía y reanimación del PRI Sinaloa. Los cabos sueltos de la impugnación

Alejandro Sicairos
22 junio 2021

A la herida de muerte que recibió el Partido Revolucionario Institucional en las votaciones del 6 de junio le sobrevino el viernes de la semana pasada la trombosis política interna derivada del choque de posturas entre las dirigencias priistas nacional y estatal respecto a la decisión de impugnar la elección local por hechos de narcoviolencia. De la fragmentación que le causó el sufragio pasó a la pulverización de la esperanza en que el PRI se levante pronto de su lecho de enfermo en fase terminal.

Qué raro dilema el de irse a la cargada con el Gobernador electo, Rubén Rocha Moya, o remarcarle a la victoria irrefutable de éste esa parte que le pone signos de admiración, y sobre todo tendría que haber señales de preocupación, por los sicarios operando (a pedido o por comedimiento) para apropiarse de una parte del triunfo, irrebatible por el lado de los votos, del Movimiento Regeneración Nacional en Sinaloa.

Podría dibujarse así la crisis que el 18 de junio por poco acaba matando en definitiva al mismo PRI que doce días antes fue atropellado por los tráileres del voto popular y la injerencia de grupos armados en la jornada comicial tendiente a amedrentar: el dirigente del Comité Ejecutivo Nacional, Alejandro Moreno Cárdenas, queriendo reanimarlo con respiración de boca a boca, y Cinthia Valenzuela Langarica, líder estatal, desesperada por practicarle al partido la muerte asistida.

Pero lo que podría verse como última voluntad concedida al PRI en Sinaloa salió a relucir esa tarde del viernes cuando uno le quiso poner oxígeno y otra colocarle el crespón de luto. En su cuenta de Twitter, Moreno publicó “Mi respaldo total a @MarioZamoraG y a la militancia priista de Sinaloa en la impugnación del sucio e irregular proceso electoral 2021. La caótica elección del pasado 6 de junio destruye el esfuerzo democrático de los sinaloenses. Ni un paso atrás, vamos de frente por México”.

Mientras tanto, en Culiacán, Cinthia Valenzuela se deslindó del proceso de impugnación el cual atribuyó “al equipo jurídico personal del ex candidato, hoy Senador, Mario Zamora, y firmada por un abogado designado por el Comité Ejecutivo Nacional”. La respaldaron en tal “lavado” de manos ¿y de conciencia? la actual Diputada local del PRI, Gloria Himelda Félix Niebla, y quien coordinará la bancada del Revolucionario Institucional en la 64 Legislatura del Congreso del Estado, Ricardo Madrid Pérez.

Sin ir tan lejos, en el mismo tweet de “Alito” las reacciones hablan de ese maltrecho partido que de por sí agónico ahora se entera que lo quieren sepultar vivo. Tres ejemplos: uno, el periodista sinaloense Guillermo Bañuelos, autor de la columna Puente Negro, cuestiona a Alejandro Moreno “¿En cuál mundo vives? El PRI estatal se deslindó hoy de la demanda de @MarioZamoraG. Los líderes priistas sinaloenes son medrosos más lo que sigue. Así no se levantarán. ¿Le están echando las últimas paladas al difunto? DEP”.

Dos, el twittero Humberto Ibarra expone “en nuestro partido se ocupan líderes que vayan exigen, y griten por defender a nuestro partido, no a personas improvisadas, ya no debemos tener priistas de ocasión como los que hoy tenemos en la dirigencia estatal, hay que dar oportunidad a los de abajo”, y tres, otro cibernauta de nombre Samuel Magaña reconviene “Alito en serio lo digo como priista raso de esos que no han conseguido nada pero siguen luchando por este partido y este país, lo que deben de hacer es asimilar la derrota, corregir errores y replantear las estrategias, y hacer de los gobiernos actúen de forma honesta”.

Es decir, el sentir de la militancia fluctúa entre documentar y denunciar la intervención ilegítima sobre la elección legal o quedarse cruzados de brazos. Y en tal enredo tuvo que salir a aclararlo el ex candidato del PRI a Gobernador, Mario Zamora, al afirmar que con la impugnación que presentarán los dirigentes nacionales del PRI, PAN y PRD nadie busca revertir los resultados que dan como ganador al morenista Rubén Rocha Moya sino “que quede constancia, que quede consignada la situación de violencia que se vivió el día de la jornada electoral. Porque se han escrito notas diciendo que soy un mal perdedor y no es así, el mismo día de la elección yo salí a reconocer que no gané y a pedir que se liberara a los compañeros que habían sido secuestrados, también le mandé un mensaje a Rubén Rocha Moya para desearle lo mejor por su triunfo”.

Tanto la aclaración de Zamora como la llamada de atención que Alejandro Moreno le haría al día siguiente a la lideresa del PRI en Sinaloa durante la reunión del 19 de junio con las 32 dirigencias estatales para dar seguimiento a la etapa postelectoral, llegaron un poco tarde porque el Revolucionario Institucional ya pedía a gritos que le concedieran la extremaunción al sentir que sus cuadros de dirección nacional y estatal lo querían muerto, uno por la pesada responsabilidad de cargar con la derrota en la cuesta arriba hacia 2024, y otra por creer que es mejor aplicarle la eutanasia a las siglas que dan pocas señales de vida.

Pobre partido moribundo,

Ha de entender que así,

Ya debe dejar este mundo,

Donde nadie quiere al PRI.

Donde las cosas marchan por rieles de coordinación es en el proceso de entrega-recepción que ayer envió señales de cordialidad al reunirse el Gobernador Quirino Ordaz Coppel con el Mandatario electo Rubén Rocha Moya. A como se les vio de empáticos en las imágenes que circularon de la reunión, Quirino acabará el sexenio mocho (por los cuatro años y 10 meses que gobernará) siendo amigo de quien lo sucederá en el cargo y también del Presidente Andrés Manuel López Obrador. ¿Y este será el único final feliz emanado del 6 de junio, para el actual jefe del Ejecutivo estatal y su partido?