Ahora sí, luminarias nítidas en Mazatlán
Compra transparente de Édgar González
Bajo la supervisión de cámaras empresariales y de la organización pro transparencia Observatorio Ciudadano, el Gobierno de Mazatlán cerró el viernes el procedimiento de licitación para la compra de 10 mil luminarias a un precio unitario de 3 mil 580 pesos, diferencia abismal contra los 187 mil pesos en que compró cada lámpara el ex Alcalde Luis Guillermo Benítez Torres, en 2021. De ese tamaño es el daño causado a las finanzas municipales y la capacidad de defraudación por servidores públicos cuando sienten que la opacidad los encubre.
He aquí la respuesta para funcionarios estatales y municipales que indagan cómo hacer que las finanzas públicas logren el visto bueno de sinaloenses que al contribuir vía impuestos dan por hecho que el dinero irá a parar al bolsillo o a las cuentas bancarias de algún político. No le busquen tanto; el Alcalde Édgar González Zataráin se animó a ventilar las cloacas edilicias como primer paso para sanearlas, a pesar de saber que la lupa que alienta lo tendrá a él enfocado y visibilizado sin permitirle puntos ciegos.
Por el hecho de hacer las cosas con la obligada observación ciudadana acaba de dar una muestra a los gobiernos municipales de que la rendición de cuentas deja a todos contentos. Si en la gente ancló la sospecha de que la indecencia le es intrínseca a todo el quehacer de la función pública, entonces hay que involucrarla en el acceso a la información y la fiscalización del dinero que cae en las arcas gubernamentales.
El resultado enoja, por supuesto, aunque “El Químico” ya está a disposición de los tribunales y lo más seguro es que acepte un acuerdo para resarcir el recurso público afectado e ir por la vida estigmatizado por delitos que entre más son clarificados mayor indignación causan en los mazatlecos. Sólo a escondidas pudo sacar adelante el acuerdo mediante el cual Azteca Lighting le vendía 2 mil 139 lámparas con un costo total de 400 millones 864 mil 204 pesos con 50 centavos. A 187 mil 407 pesos cada una.
En contraparte, anótese como algo útil si es que se asume como paradigma generalizado, el juego limpio y nítido con el que la empresa Teletec México ganó la nueva licitación al ser mejor su propuesta que las presentadas por otras cuatro firmas, además de cubrirse requisitos como pruebas físicas, de laboratorio y de campo. De las lámparas opacas de “El Químico” se pasó a la irradiación de transparencia y Édgar González compró cada luminaria a 3 mil 580 pesos.
Otra burla a recalcar tiene que ver con que Benítez Torres juró apegarse a la triada moral de no mentir, no robar y no traicionar en la que se fundó la llamada Cuarta Transformación que lidera el Presidente Andrés Manuel López Obrador. Traicionó a los mazatlecos, escamoteó el patrimonio público superando la corrupción de sus antecesores petista, priistas y panistas en el cargo, y le mintió a su guía político de quien se decía estar hecho a imagen y semejanza de éste. Quizás esto no atormente a “El Químico”, pero sí aflige a la conciencia colectiva
Podría la opinión pública resolver que esta vez las cosas se hicieron bien con la adquisición de 10 mil luminarias bajo acciones escrupulosamente fiscalizadas y que venga el borrón y cuenta nueva de los delitos cometidos de 2020 a 2022, no obstante que ese corte de caja acentúa el tufo de la descomposición que anteriormente reinó por la compra chueca. Es verdad que los tribunales tienen la última palabra, e igual es cierto que los mazatlecos se quedan con la más reciente evidencia, imborrable por lo demoledora, de quien les quiso ver la cara y a la vez apropiarse de buenas sumas económicas.
No es tan complicado si a la asignación de obra pública o suministro de servicios se le pone encima la mirada escrutadora de testigos sociales. La corrupción prospera en la oscuridad de las componendas del poder, no cuando organizaciones de la sociedad civil como Observatorio Ciudadano y las cámaras patronales, de la industria de la transformación o de la actividad restaurantera, con vista de águila inmovilizan a los saqueadores de las finanzas municipales.
Nadie vuelva a creer que a Mazatlán lo habitan personas sordas y ciegas que pueden ser desvalijadas sin emitir siquiera una queja. Gracias al seguimiento que Observatorio Ciudadano le dio al proceso de compra de luminarias se elevó la denuncia ante las instancias de procuración e impartición de justicia y al gobierno de Édgar González se le debe la probanza de que cuando el recurso público se gasta a la vista de los ciudadanos rinde más y reditúa también en la confianza de los gobernados. Esa ecuación simple soluciona el galimatías de por qué pulula la corrupción y cómo atacarla.
Sí se puede, pues. Puede la gente colocar a sus funcionarios y representantes populares bajo la lente del potente microscopio social. Pueden los servidores públicos abandonar las urnas de opacidad en que operan a placer. Puede el Gobierno permitir que le vigilen las manos las instituciones independientes que promueven la transparencia. Se puede que las autoridades asuman el modelo de cuentas claras, ciudadanos contentos.
Rehén de la oscuridad,
Por anular la transparencia,
Que ninguna luz alumbrad,
Al “Químico” y su conciencia.
Cambio de colores
Al dar a conocer ayer el Gobernador Rubén Rocha Moya que Claudia Sheinbaum Pardo, candidata del Movimiento Regeneración Nacional a la Presidencia de México, estará en Culiacán el sábado para formalizar la adhesión de militantes de otros partidos, la lista de posibles priistas y panistas conversos empezó a crecer. Jesús Valdés, Ricardo Madrid, Alejandro Higuera, Fernando Pucheta Sánchez, Tony Castañeda, Gloria Himelda Félix, Loar Susek, Adolfo Beltrán y muchos más empezaron a desfilar en la comentocracia como practicantes del camaleonismo político. ¿Será?