AMLO: su desplome electoral

Martín Moreno-Durán
15 abril 2022

¿Dónde quedaron los 30 millones de votos que López Obrador ganó en 2018 para llegar a la Presidencia? Se desplomaron. Se redujeron a la mitad: 15 millones 159 mil 323 votos en esa engañifa llamada Revocación de Mandato, una trampa político-electoral. ¡Adiós al embrujo de 2018! La terca realidad vuelve a ubicar a AMLO en su techo electoral: 15 millones de votos promedio que obtuvo en las presidenciales del 2006 y 2012.

¿Qué el domingo hubo menos casillas? ¡Pretextos! La prueba: en 25 estados hubo menos del 20 por ciento de la votación posible. Miles de casillas vacías se observaron durante la jornada electoral. No votaron porque no quisieron. Y la cifra contundente: 83 por ciento de los mexicanos en padrón electoral no se tragaron la manzana envenenada de AMLO y la 4T.

¿Por qué AMLO está en caída libre en cuanto a respaldo ciudadano y, por lo tanto, en votaciones?

Por su pésimo Gobierno en prácticamente todos los rubros. Por las casi 70 mil mentiras que ha dicho durante sus mañaneras. (Fuente: Signos Vitales). Por los odios emanados desde Palacio Nacional que han hartado al país. Por sus declaraciones que rayan en lo miserable. Un hartazgo en la mayoría ciudadana que, a querer o no, empuja desde ahora una derrota para la 4T en la presidencial de 2024. Por eso se quieren robar la próxima elección. (A mayor detalle, ver columna AMLO-Sheinbaum: vendaval autoritario. Martín Moreno-Durán. SinEmbargoMX. 23-Marzo-2022).

Y no es opinión. ¡Por supuesto que no! Son los escenarios que desde ahora se configuran para 2024 tras la Revocación de Mandato del domingo pasado, con las cifras irrefutables y sólidas cuyos saldos indican que aquel apoyo apabullante en las urnas en 2018, hoy sólo es parte de la historia. Cada elección es diferente. Los votos de ayer ya no vuelven. Son como la pasta de dientes: cuando sale, imposible regresarla al tubo.

Echemos un vistazo a la realidad desprendida del domingo pasado. Son cifras y hechos:

Adiós a los 30 millones 113 mil 483 votos que López Obrador obtuvo en 2018. Casillas sobraron en la Revocación de Mandato para repetir la faena. No fue así. El desplome inició en la elección intermedia de 2021 en la ciudad de México, donde Sheinbaum y Morena perdieron la mitad de la votación y la oposición triunfó en nueve alcaldías. Eso fue un mazazo en la nuca para AMLO. Y el domingo se confirmó la caída: AMLO regresó a su nivel promedio electoral de 15 millones de votos. Ese es el dato duro. Lo demás son interpretaciones de interés.

Un 83 por ciento desairó la consulta. Alrededor de 78 millones inscritos en el padrón electoral decidieron darle la espalda a la Revocación de Mandato. El mensaje es claro y rotundo: no nos interesa participar en procesos viciados de origen. Manipulados por el régimen.

Prevaleció el voto de interés. Se calcula que el 53 por ciento de los 15 millones de votos que ratificaron a AMLO en la Presidencia, provino de los beneficiarios de programas sociales. El voto duro obradorista, por lo tanto, anduvo realmente en 7.3 millones de votos. Simple aritmética electoral. Y ya sabemos que el voto comprado es caprichoso y volátil: alrededor de 20 millones de mexicanos que reciben apoyos del Gobierno, no votaron el domingo.

El 10 de abril fuimos testigos de una Elección de Estado. Desbocados, violando la Constitución, vimos al Presidente, al Secretario de Gobernación, a integrantes del Gabinete, a 18 gobernadores y dirigentes partidistas de Morena, asumirse, literal, en delincuentes electorales. El acarreo fue descarado. La propaganda desatada e ilegal. Y ni así pudieron alcanzar esos 30 millones de votos que, de manera falaz, se sigue creyendo en Palacio Nacional que todavía tienen en la bolsa. O en las urnas.

Todo gira en torno a 2024. ¿Por qué? Porque la Revocación de Mandato fue un ensayo para intentar robarse la próxima presidencial en favor de Morena. ¿Por qué? Porque el desplome electoral está certificado: de 30 millones de 2018, AMLO y la 4T pasaron a 20.6 millones en 2021 junto con sus aliados PT y Partido Verde, y ahora, caen hasta 15 millones de votos. La oposición unida en 2024 estaría en condiciones de pelear la Presidencia. Y eso lo saben bien en Palacio Nacional. Son delincuentes electorales, pero no tontos.

Entre los pasillos de su palacio, AMLO delira con sus 30 millones de votos ganados en 2018. Esos no se repetirán.

Alguien que le diga que en política no hay victoria definitiva, como tampoco lo es la derrota.

Nos vemos en 2024.