Año uno
Si nos guiamos por lo que ven y dicen los críticos y opositores del gobierno de Claudia Sheinbaum, el País está al borde del colapso. Si hacemos caso a las opiniones de los cuatroteístas México está en jauja. Ni unos ni otros.
En términos económicos, los pronósticos pesimistas establecían que México caería en recesión durante el primer año de la Presidenta Sheinbaum. No fue así, pero el cálculo del FMI, de BBVA o Banamex, es que no superará, al terminar 2025, el uno por ciento, incluso un poco menos. Hacienda imagina uno por ciento o algo más. Es decir, la economía mexicana no se va a derrumbar este año ni el próximo, pero su crecimiento es muy limitado, de los más bajos de América Latina.
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) en abril de este año revisó la proyección de crecimiento para las economías de la región en 2025. La región crecerá en promedio un 2 por ciento este año, cuatro décimas menos que lo proyectado en diciembre de 2024.
Por subregiones, la revisión hacia la baja es mayor para el Caribe (8 décimas a la baja, excluyendo a Guyana) y para América Central y México (7 décimas a la baja), en América del Sur la revisión a la baja es de sólo una décima. Los crecimientos esperados bajo la nueva revisión son 2.5 por ciento en América del Sur, 1 por ciento en América Central y México y 1.8 por ciento en el Caribe (excluyendo Guyana).
La misma CEPAL hizo ajustes en sus proyecciones para América Latina, país por país:
Argentina (5 por ciento), Panamá (4.2 por ciento), Paraguay (4 por ciento), República Dominicana (3.7 por ciento), Guatemala (3.6 por ciento) y Costa Rica (3.5 por ciento). Un crecimiento más moderado se proyecta para Honduras (3.2 por ciento), Nicaragua (3.1 por ciento), Perú (3.1 por ciento), Uruguay (2.8 por ciento), Colombia (2.5 por ciento), Chile (2.4 por ciento), El Salvador (2.4 por ciento), Brasil (2.3 por ciento) y Venezuela (2 por ciento).
Más rezagados, aunque todavía con cifras de crecimiento, figuran Bolivia (1.5 por ciento), Ecuador (1.5 por ciento) y México (0.3 por ciento). La CEPAL proyectó en agosto la economía mexicana como la de más bajo crecimiento, exceptuando Cuba y Haití, con un indicador muy bajo, que contrasta con el FMI que lo sitúa en 0.8, es decir, aun siendo pobre es más del doble que la cifra de la CEPAL.
Desglosando algunos rubros de la economía mexicana, el columnista financiero de El Heraldo de México, Darío Célis, escribió el jueves pasado:
“Los primeros 365 días del gobierno de Claudia Sheinbaum están marcados por una narrativa de estabilidad: peso fuerte frente al dólar, la inflación ya en 3.6 por ciento, y el desempleo se ubicó en 2.7 por ciento. Además, el salario mínimo tuvo un incremento de 12 por ciento y una Inversión Extranjera Directa récord de 34 mil 265 millones de dólares, en el primer semestre. El gobierno de la Presidenta amplió programas sociales, incluyendo apoyos para mujeres de 60 a 64 años, becas universales para estudiantes de secundaria pública y una expansión de las transferencias directas, un trabajo eficientemente operado por Ariadna Montiel, la Secretaria del Bienestar. Sin embargo, estos logros se chocan con indicadores menos favorables.
“El PIB per cápita continúa estancado, acumulando ocho años sin crecimiento real, según el economista Gerardo Esquivel. Esta falta de dinamismo productivo pone en duda la sostenibilidad de los logros sociales y financieros. La Presidenta recibió un déficit fiscal de 5.9 por ciento del PIB, legado del último año de Andrés Manuel López Obrador. Esta situación obligó a aplicar una política de austeridad que redujo la inversión pública en 22 por ciento y la privada en 5 por ciento”.
En 2025 la economía no se derrumbó, pero el crecimiento ha sido muy precario. Uno o dos años más así y el gobierno de la Presidenta Sheinbaum se vería en serios predicamentos.
Políticamente el País presenta un panorama más complicado para la Presidenta Sheinbaum, pero las complicaciones políticas no provienen de los partidos opositores sino de militantes de Morena involucrados en oscuros actos de corrupción. Son los propios integrantes del partido en el poder y de la 4T en su conjunto los que están empañando la imagen de la inquilina de Palacio Nacional, aun y cuando la Presidenta mantiene una alta popularidad con una ligera tendencia a la baja en el mes de septiembre.
Pero la aceptación de la que goza Claudia Sheinbaum puede ir mermando si mantiene su respaldo a Adán Augusto López, quien siendo ya un impresentable ante la opinión pública, cuenta con el apoyo indudable de Palenque, factor real de poder en la administración de la Presidenta, en la 4T y entre las clases populares del País. Es decir, a pesar de la popularidad de la doctora Sheinbaum la opinión mediática crítica, aunque no la política partidaria opositora, está haciendo mella en la percepción que se tiene de la Primera Mandataria y su gobierno. A la larga, en un contexto de bajo crecimiento económico, crisis de inseguridad, las presiones del imperio del hombre naranja, los casos de corrupción morenista que brotan aquí y allá- como el purulento huachicol fiscal- así como la sombra de Palenque, no hay buena imagen que resista.
El genocidio de Netanyahu contra Palestina no es inferior al que Hitler cometió contra los judíos durante la Segunda Guerra Mundial. Es la primera gran infamia del Siglo 21. Y nosotros, inermes.