Aprendizajes vitales, mejores personas

Gustavo Rojas
08 abril 2020

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@Mexicanos1oSin

www.mexicanosprimerosinaloa.org

 

A partir del viernes 3 de abril inició en México el periodo de vacaciones de Semana Santa, pero esta vez en cuarentena. De acuerdo con la Secretaría de Salud, el periodo de distanciamiento social preventivo durará hasta por lo menos el 30 de abril. Esto significa que serán mínimo seis semanas de escuelas cerradas y por lo menos cuatro de “aprendizaje a distancia”.

Esto nos puso frente a un reto único. En algunos con recursos tecnológicos, otros con libros y copias; y siempre con compromiso y dedicación, miles de maestras y maestros han dado lo mejor de sí para cuidar que haya al menos un mínimo avance en los aprendizajes de sus estudiantes.

Desde Mexicanos Primero Sinaloa, por otra parte, hemos acompañado a las familias difundiendo materiales para complementar el aprendizaje y fomentar el bienestar personal y familiar a través de la campaña #AprendoEnCasa.

Seguramente en muchos hogares se ha vivido la dificultad de tener que trabajar desde casa y. al mismo tiempo, acompañar el aprendizaje de nuestros hijos. Si algo positivo puede salir de esto, será que como sociedad valoremos mucho más la labor de nuestras escuelas y docentes.

Lo cierto es que México es un país en donde las profundas desigualdades sociales y económicas se reproducen en la escuela. Y esta crisis probablemente seguirá la siguiente tendencia: mientras más recursos y educación recibida por padres y madres, mejor el acompañamiento que se puede dar a niñas y niños para asegurar que “no se queden atrás”. Mientras menos, peor.

Sin embargo, estamos frente una gran oportunidad para igualar la cancha. De manera muy concreta, podemos hacerlo al enfocar la atención en conocer y trabajar el impacto emocional de esta crisis en nuestros hijos; saber qué preguntas y miedos les han surgido.

A diferencia de los avances en materias como matemáticas o ciencias, donde lo logrado en años previos habilita o impide seguir aprendiendo, enfocarse en aprendizajes vitales da a todas las niñas y niños la misma oportunidad. Aunque no sepan leer ni escribir; identificar los elementos en la tabla periódica; ni resolver ecuaciones, todos pueden sentir.

No se trata de que ahora la tarea no importe, ni menos de lograr que nuestros estudiantes sean expertos del Covid-19. El punto es reaccionar. Al frente tenemos una crisis humanitaria histórica que no podemos ignorar. Tanto adultos como niñas, niños y jóvenes, necesitamos saber cómo encajamos en el rompecabezas.

Así mismo a través del hashtag #EnseñoEnCasa estaremos escuchando a nuestros docentes. Queremos saber cómo han vivido ellos estos días, con qué sentimientos han convivido, cuáles desafíos han enfrentado y con qué apoyos cuentan. Esta información será clave para enfrentar las próximas etapas de esta contingencia.

Las brechas de aprendizaje son reales, nos constan y nos duelen. Pero los cambios que nuestra sociedad necesita nunca ocurrirán si no mejoramos como personas. De nosotros depende que desafíos como el encierro, el cierre de las escuelas, el miedo y la incertidumbre, nos permitan a sacar lo mejor de nosotros mismos, como padres, maestros, estudiantes, líderes, ciudadanos.