Ausencia de respuesta

La sociedad en general, y los periodistas en particular, no quedaron satisfechos con la visita a Sinaloa del Secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, quien no hizo ningún anuncio novedoso e interesante sobre los resultados en seguridad, durante la reunión de “alto nivel” que presidió en Culiacán. Incluso, muchas personas consideraron que es una burla que venga sin ofrecer un ápice de respuesta.

 

Osorio repitió el mismo discurso que la autoridad ha tenido hasta el momento: se comprometió a seguir analizando el caso del asesinato de Javier Valdez y aseguró que mantienen todas las líneas de investigación abiertas.

 

Esta situación nos hizo recordar el relato La carta robada, de Édgar Allan Poe, en el que Arsenio Lupin se mofa de que el prefecto de policía busque ese documento en todos los supuestos escondrijos, sin darse cuenta de que tiene la carta delante de sus ojos.

 

“Consideran únicamente sus propias ideas ingeniosas; y buscando cualquier cosa oculta, tienen en cuenta solamente los medios con que ellos la habrían escondido... Tienen mucha razón en todo: que su propio ingenio es una fiel representación del de las masas; pero cuando la astucia del reo es diferente en carácter de la de ellos, el reo se les escapa; es lógico... No tienen variación de principio en sus investigaciones; lo más que hacen, cuando se ven excitados por algún caso insólito, por alguna extraordinaria recompensa, es extender o exagerar sus viejas rutinas de práctica, sin modificar sus principios...  ¿Qué es todo eso, sino una exageración de la aplicación de un principio o conjunto de principios de pesquisa, que está basado sobre un conjunto de nociones respecto a la ingeniosidad humana, a que el prefecto, en la larga rutina de su deber, se ha acostumbrado?

 

¿Analizo indefinidamente y sin resultados?