Avanza labor de Inteligencia en Sinaloa
Hay estrategias anticrimen de precisión

Alejandro Sicairos
09 octubre 2025

De resultar cierto que fue a través de labores de Inteligencia cómo las instituciones de seguridad pública lograron ubicar y abatir a cinco presuntos delincuentes que minutos antes habían atacado a elementos de la Policía Estatal Preventiva, entonces en las siguientes semanas la narrativa sobre la estrategia de pacificación de Sinaloa podría transmutar a mejores resultados alcanzados por el Gobierno con golpes efectivos y de precisión contra el crimen organizado.

Lo sucedido en Culiacán el martes en un lapso menor a dos horas, el ataque a policías en Stanza Cantabria y la anulación de los probables agresores en Urbivillas del Cedro, aporta indicios de la revisión y cambio de táctica que desde el inicio de la narcoguerra consistió en la contención de los enfrentamientos y ahora a tal maniobra de persuasión se le agrega la acción de situar a los sicarios e ir por ellos.

Desde inicios de 2025 llegaron a Culiacán fuerzas élite del Ejército, Marina y Guardia Nacional trayendo equipo humano y técnico de vanguardia en cuestiones de recopilar, analizar e interpretar información, siendo el primer respaldo en materia de Inteligencia los aviones artillados tipo Texas, especializados en reconocimiento y vigilancia desde baja altura.

A partir de que el conflicto intracártel se prolongó más de un semestre, organizaciones sociales y económicas de Sinaloa plantearon el apremio de que además de fuerte presencia militar y policiaca se requería de labores de Gabinete que se anticiparan a las amenazas contra la gente pacífica y sectores productivos. En las recientes reuniones realizadas durante las visitas a Culiacán del Secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Omar García Harfuch, el tema dominante es el de Inteligencia Militar y Policial en la lucha anticrimen.

En la necesidad de lograr el binomio de más presencia de fuerza pública y mejor trabajo de Inteligencia insistieron el Gobernador Rubén Rocha Moya y el Alcalde de Culiacán, Juan de Dios Gámez Mendívil, ante los altos mandos de las secretarías de la Defensa Nacional, Marina y la comandancia de la Guardia Nacional. Al parecer son escuchados y atendidos, pero faltan mayores elementos de seguridad asertiva para determinar el impacto en lo que se refiera a regresarle la paz a Sinaloa.

Lo que sí resulta evidente es que algo empezó a estructurarse en ese sentido según lo muestran operativos como aquel que el 3 de octubre logró el rescate de otro elemento de la PEP que había sido secuestrado por civiles armados en la colonia Villa Bonita, en Culiacán, aunque desafortunadamente el policía resultó herido y murió mientras recibía atención médica. En esta intervención se notó la sincronía táctica de efectivos y mandos integrados a la Mesa para la Seguridad Pública de Sinaloa.

Inclusive, si andamos buscando indicios que levanten el ánimo social ahí está el informe que aportó ayer la Vocería de Seguridad Pública con el concentrado de acciones durante la semana que abarca del 29 de septiembre al 5 de octubre: 47 personas detenidas, 85 vehículos recuperados y 31 asegurados, y la confiscación de 55 armas,18 mil 430 municiones, 48 artefactos explosivos, 3 granadas, 21 áreas de almacenamiento de precursores químicos, 2 inmuebles y 6 maquinitas tragamonedas, así como el retiro de la vía pública de 15 cámaras de videovigilancia irregulares.

¿Estamos presenciando en Sinaloa las derivaciones de informes, mapeos, seguimientos y análisis de datos recopilados por la labor de Inteligencia durante meses para llevar a otro nivel el combate a la delincuencia vertebrada? No es conveniente creerlo todavía sin verificar la continuidad de los operativos con resultados positivos.

Aun tratándose de intervenciones notables de la fuerza pública que abonan a revertir la idea de que esta guerra la van ganando los malos, sensación que poco conforta a una sociedad desconfiada ante la prolongada secuela de horror y desesperanza, no es el momento de echar a vuelo las campanas en previsión de que se trate de una de tantas expectativas derrumbadas por golpes de atrocidades. Si alguna moraleja dejó el fuego cruzado entre narcos es la de aprender a moderar las ilusiones, a poner en duda hasta lo que huela a paz.

Ya no estamos en posición de dar por buenas las primeras fintas; necesitamos de corroborar varias veces aquello que se nos presenta como salida de la barbarie en la que coexistimos durante 13 meses que se cumplen hoy.

Resolverán con diligencia,

Quienes todo lo toman a mal,

Que en vez de Inteligencia,

Es chiripada artificial.

Increíblemente, los niños de Sinaloa entienden y sostienen el concepto de paz más que los adultos. En la campaña “Voces de paz” que realiza la organización ciudadana Construyendo Paz la sabia palabra infantil nos amplía el esquema de reflexión sin requerir del discurso político o de sesudos planteamientos teóricos. “La paz comienza en mí”, expone Nadia Kaely; “La paz es como jugar sin pelearse”, resume Diego González; “Construyo paz con el respeto, la amistad y la unión”, diserta Gisell Retana; “Sin paz no hay futuro”, nos enseña Dilan González. Niños todos ellos que convocan a mantener siempre viva la esperanza.