Cambiar el mundo

Rodolfo Díaz Fonseca
25 noviembre 2020

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rfonseca@noroeste.com

rodifo54@hotmail.com 

 

Mucho se ha hablado desde que comenzó la pandemia de que el mundo ya no será igual, que se deberá comenzar a vivir en una nueva normalidad. Sí, en efecto, el mundo ya no será igual, pero lo interesante es preguntarnos qué es lo que se debe cambiar y desde dónde se debe comenzar a operar.

Ahora bien, se habla de nueva normalidad, pero lo que no se subraya es que debemos dejar atrás la anormalidad en que vivíamos.

No es posible continuar depredando la naturaleza de manera brutal e inmisericorde produciendo irreversibles cambios climáticos; no es factible seguir sosteniendo modelos económicos extremadamente capitalistas e individualistas; es totalmente injusto e insostenible que muchas personas vivan en condiciones extremas de pobreza y miseria.

El mundo tiene que cambiar, pero, ¿por dónde empezar? Es claro que se debe comenzar por el cambio personal, ya que los demás y las estructuras injustas no cambiarán ni se modificarán de motu proprio.

Es conveniente tener muy presentes las palabras del Padre Alfonso Milagro: “Nos sentimos mejores de lo que somos y, por el contrario, juzgamos a los otros peores de lo que son; pensamos que los otros tienen que cambiar, mientras que nosotros no tenemos ni de qué, ni por qué cambiar. Pero será bueno que te detengas a pensar: ¿cómo sería el mundo si todos fueran como tú?”

Es muy aleccionadora la historia de Feliciano Martínez, ex Intendente Municipal de la pequeña ciudad de Atyrá, en Paraguay, pues no solamente inició una campaña de limpieza de su propia calle, sino que con su ejemplo transformó la mentalidad de todos los habitantes de su ciudad para que se decidieran a convertirla en la urbe más limpia de todo el país.

¿Encabezo el cambio del mundo? ¿Espero que los demás cambien?