Carney en México: una evaluación

Gustavo de Hoyos Walther
26 septiembre 2025

La semana pasada ocurrió un hecho significativo en las relaciones internacionales de México. A saber: la visita que realizó el Primer Ministro canadiense, Mark Carney, a nuestro País.

Durante ella, los mandatarios de México y Canadá acordaron ensanchar, de manera importante, sus relaciones bilaterales, sobre todo a la luz de lo que pueden ser las futuras negociaciones del T-MEC, una reedición del NAFTA que fue promovido por Donald Trump durante su primera administración.

Sobre este punto neurálgico los dos gobiernos anunciaron un plan de acción para llevar a buen puerto las negociaciones comerciales. Esperemos que la estrategia binacional fortalezca la posición negociadora tanto de Ottawa como de la Ciudad de México.

Sin duda alguna es una buena idea que Canadá y México junten fuerzas frente a Trump. Este acercamiento no era predecible apenas hace unos meses. Hay que recordar que, por algún tiempo, ambos países trataron de quedar bien con el gobierno de Estados Unidos a expensas del otro. Esa estrategia basada en el egoísmo y no en la cooperación no fue útil para ninguna de las dos naciones. En este sentido, hay que celebrar que se haya cambiado la visión estratégica de México y Canadá.

Un punto a destacar es que la reunión no se hubiera llevado a cabo sin el interés y la iniciativa de los empresarios canadienses que influyeron para que Carney accediera a reunirse con el gobierno de Sheinbaum. Aunque se discutieron varios aspectos, las materias fundamentales del diálogo fueron la seguridad, el comercio y la inversión.

Carney reconoció que había carteles mexicanos operando en Canadá y grupos canadienses operando en México. Sería interesante saber más de estas bandas canadienses en México, pues casi no se habla de ello. Todo apunta a pensar que el problema del narcotráfico en México es ininteligible sin considerar el elemento internacional.

Otro punto primordial es la voluntad de México y Canadá para promover un programa de trabajadores agrícolas para mexicanos en Canadá y uno de fomento del turismo canadiense en México.

Parece que la apuesta de Sheinbaum es la de fortalecer el mercado norteamericano a expensas de China. Recordemos que, muy probablemente, por presión del gobierno de Trump, México elevó los aranceles a varios productos chinos. Sobre esto hay que apuntar que la mejor vía para nuestro país es la de mantener buenas relaciones con Washington y con Beijing.

Un aspecto importante de las reuniones bilaterales fue el establecimiento de un mecanismo de diálogo entre empresarios canadienses y mexicanos para fomentar proyectos de inversión y ampliar las oportunidades de negocio. El potencial de esto puede ser enorme si se mantiene en el tiempo y no sólo se refiere a las próximas discusiones comerciales tripartitas de los países que conforman la región de América del Norte.

Debemos recordar que la reunión de ambos gobiernos es fruto del encuentro que tuvo Sheinbaum con Carney en Canadá durante la reunión del grupo de los Siete. Ya sería hora de que la Presidenta y su grupo comprendieran la importancia de las giras al exterior. Sin embargo, sabemos que Sheinbaum decidió no atender la actual reunión de la Asamblea General de la ONU en Nueva York y que tampoco visitará Corea del Sur para la Cumbre de APEC. Como siempre, se da un paso adelante y dos atrás.