¿Cuál Rocha Moya se reunió con la Coparmex?
¿El que ofrece progreso o el que arma pleitos?

Alejandro Sicairos
21 abril 2021

Había dicho Rubén Rocha que no asistiría a la mesa del diálogo con el capítulo Sinaloa de la Confederación Patronal de la República Mexicana y ayer se sentó con el sector privado local para remarcar la visión de los empresarios buenos y malos, los ricos y los marginados, como si el capital que genera empleos, sean muchos o pocos, necesitara de la toxina de la confrontación agregada a la compleja situación que enfrentan los negocios de todos los tamaños derivada de la prolongada pandemia de coronavirus.

La polarización parece ser el fuerte de los candidatos del Movimiento Regeneración Nacional a cargos de elección popular. A quien piensa distinto, se le descalifica; al que endulza el oído se le palmea la espalda, siendo que los dos extremos llevan celadas implícitas. Al anular la crítica se les cierran las puertas a criterios diferentes que pueden enriquecer la diversidad cognoscitiva por encima de la versión personalísima; al apostarle todo al elogio el enaltecido podría ser llevado con engaños a las emboscadas propias de la zalamería.

Antes de que decidiera reunirse con integrantes de la Coparmex se veía inexplicable que alguien que dice ir arriba en las encuestas de proyección del voto se negara a escuchar a un sector sinaloense que, sea lo que sea, merece ser respetado en el libre albedrío que es ambrosía para la democracia. Al señalar que la cámara empresarial es parte de la coalición electoral que integran los partidos Revolucionario Institucional, Acción Nacional y de la Revolución Democrática, el candidato a Gobernador del Movimiento Regeneración Nacional y Partido Sinaloense les faltó el respeto a muchos esfuerzos patronales exentos de cargas ideológicas.

Sataniza a los que no van con él a ciegas y pone en los altares del utilitarismo a quienes a hurtadillas o abiertamente se le declaran como adeptos encandilados. Y dicho sea de paso induce en todos los encuentros con la IP la teoría de que Jesús Vizcarra Calderón lo apoya en este proyecto político sin dar oportunidad a que el zar de la carne lo exprese en voz propia. ¿Si el dueño de SuKarne va con el rochismo entonces por qué el silencio de quien debe decirlo?

Rocha Moya incurrió en el caso de la Coparmex en otro de esos dislates propios del calor de las campañas, que luego se ve obligado a corregir. Las empresas son malas, corruptas y explotadoras con todo y los empleos que generan, el poder adquisitivo que detonan y la tranquilidad que les aporta a las familias el hecho de contar con salarios y seguridad pública garantizados. ¿Y qué dice de los impuestos que sostienen aparatos burocráticos a los que toda la vida ha pertenecido Rocha desde que fue Rector de la Universidad Autónoma de Sinaloa, jefe de asesores del Gobernador Quirino Ordaz Coppel y Senador de la República en tiempos más recientes?

Pero ahora fúchila y guácala porque la Coparmex es del PRIAN y actúa imparcial frente a candidatos de otros partidos que pretenden la Gubernatura. Siempre habrá, por más grandes que sean los enredos de la lengua, oportunidad de enmendar como lo hizo ayer al presentar ante el empresariado sinaloense al otro Rocha, el que sí escucha y guarda en el maletín de la tolerancia las descalificaciones y aquella alegoría de las cavernas donde todo afuera es sospechoso e inclusive la sombra que proyecta uno mismo.

Lo peor de todo es que el candidato de Morena y PAS a Gobernador acumula demasiadas incongruencias que a los electores les podrían crear la duda de si confiar o no en él. Cuando tuvo que justificar la actual alianza con su antiguo enemigo Héctor Melesio Cuén, a quien acusaba de corrupto y de tener a la UAS como rehén de ambiciones política, lo hizo con la sencilla ecuación de disparates donde “en el discurso puedes decir cosas que en la práctica se te dificulta demostrar”.

Lo mismo ocurrió cuando Rocha Moya se le atravesó con todo a Gerardo Vargas en Morena para que no lograra la postulación a Gobernador de Sinaloa. Hizo todo lo posible por excluirlo del rebaño sagrado del amloísmo, pero cuando el ex Secretario de Gobierno entró al partido y se quedó con la candidatura a la Alcaldía de Ahome, el de Batequitas le agregó otra inconsistencia a su currículum: “está dentro de la 4T, así lo ha manifestado y está en la idea de no generarnos mayor problema. Eso me lo dijo. Anda afinando cosas”, rectificó refiriéndose al malovista.

Ayer volvió a doblar las manos a consecuencia de saber bien que quien busca votos no debe enseñar las botas. A pesar de que se aferró en apartar a los poderosos hombres de negocios de los de mediana fortuna, señalando que “hay muchos empresarios marginados, que no comparten o que tuvieron problemas con el gobierno y lo nuestro va a ser tratar a toda la sociedad en igualdad de circunstancias”, salió bien librado aunque con el orgullo herido.

Moraleja de la reunión de Rocha con la Coparmex: nunca intentes morder más de lo que puedas masticar. O traducido al sentido común las palabras son fáciles de decir pero difíciles de cumplir, dándole pie así a mentiras que a la hora de la hora pesan mucho en electores que buscan en quién confiar no a quien imite a la Chimoltrufia, el personaje que creó Chespirito, que hoy dice una cosa y mañana otra distinta.

Cómo exigirle congruencia,

Entre los dichos y los hechos,

Si ya paga la consecuencia,

De ser gotera de dos techos.

El proceso electoral se ha trasladado al Congreso del Estado como si pudiera prescindir Sinaloa de este espacio idóneo para el reencuentro de las ideas y el diálogo. El coordinador de la bancada del PRI, Sergio Jacobo Gutiérrez, reiteró el llamado a sostener el Poder Legislativo en su función conciliadora al margen de la lucha entre partidos y candidatos. Apeló a no convertir a la Cámara en instrumento electoral y de golpeteo político y salió en defensa del Gobernador Quirino Ordaz porque en la sesión de ayer “quedó perfectamente demostrado que el grupo parlamentario mayoritario de Morena quiere convertir al Legislativo en un foro para golpear políticamente”.