Defenestrados

Lorenzo Q. Terán
27 octubre 2021

La política en nuestro país pasa por un momento histórico, con el arribo de un gobierno que busca la regeneración en todos los órdenes del país, máxime que vivimos 30 años de neoliberalismo, que con el pretexto de “adelgazar” al Estado, hizo que la gran empresa nacional y extranjera se sirviera con la cuchara grande, olvidándose por completo de la agenda social.

Enderezar el rumbo del país no es una tarea fácil, por el cúmulo de problemas acumulados. Sin embargo, hay rubros donde el nuevo gobierno federal ha mostrado una gran voluntad por cambiar el status quo. Entre las cosas de más impacto, destaca el combate a la corrupción sin concesiones, buscando erradicar ese mal de las entrañas de la Patria. Para los neoliberales la corrupción era algo “cultural”, una costumbre profundamente arraigada entre sus políticos. Por eso, es fundamental una cultura completamente distinta, que nos permita evitar ese dispendio y enriquecimiento inexplicable de los funcionarios públicos.

Esta nueva política de transparencia esperamos corroborarla cada día más con hechos verdaderos, que den certidumbre a la ciudadanía.

También es importante superar las desigualdades que en la actualidad laceran a la sociedad en general, producto de ese largo periodo neoliberal que golpeó con fuerza a la sociedad. La prioridad fueron los monopolios, y los olvidados las clases trabajadoras, que vieron descender sus salarios reales; las clases medias asimismo casi desaparecieron, viendo descender drásticamente sus ingresos. Todo eso está documentado, no se trata de un infundio; tampoco es retórica, quisiéramos que eso fuera, pero, amigo lector, es objetivamente cierto. Los estragos infringidos a la sociedad con ese sistema económico, solo llevó mejoras económicas en abundancia a un pequeño grupo de potentados, quienes amasaron enormes fortunas, en detrimento de sumir en la pobreza a millones de mexicanos.

La lucha que actualmente libra el gobierno de la Cuarta Transformación es de suma importancia, y ahora, con los 12 nuevos gobernadores de Morena en las entidades, esta política tendrá grandes alcances territoriales. Si sigue como hasta ahora impulsándose el programa de regeneración nacional, al término del sexenio tendremos un nuevo rostro del país, con condiciones sumamente distintas a las que prevalecían el 2018; eso va a redimensionar el entusiasmo de la ciudadanía en su promisorio futuro, preparándose para entrar en una nueva era de progreso y bienestar, porque se habrán sentado las bases firmes para continuar el desarrollo sin ningún contratiempo.

En la elección del 2024 no hay ningún resquemor de que el partido político Morena pierda la conducción del país. Se va a confirmar con absoluta contundencia el veredicto de la ciudadanía a favor de este partido político, pese a la gritería que van a formar los partidos políticos del pasado ominoso, los cuales no tienen futuro político, están completamente defenestrados por la historia que ha registrado una a una sus trapacerías, que tanto daño causaron a la sociedad y que la ciudadanía no olvida. Por más que esos políticos del viejo régimen traten de disfrazarse, los ciudadanos conocen demasiado bien sus nefastas prácticas de gobierno, de nada les servirá vestirse de mansas ovejas cuando se sabe que actúan como lobos hambrientos cuando llegan al poder.

La ciudadanía de toda la Nación le ha dado su beneplácito al gobierno de la Cuarta Transformación; en esa línea tiene la convicción plena que va bien la transformación del país y acaricia la esperanza de que al fin México se constituya -como lo previó, desde el Siglo 19, Alejandro de Humboldt, en su Ensayo político de México- en una potencia reconocida por los pueblos del mundo. México tiene todas las condiciones humanas, geográficas, culturales, de abundancia de recursos naturales y, por fin, un gobierno federal democrático, que hacen condiciones propicias para ese ingreso del país en el concierto de las naciones del orbe.

Esa expectativa va a contribuir en la elección del 2024, reiterando la ciudadanía su apoyo al partido Morena, para que siga gobernando con el absoluto soporte del pueblo.

La ciudadanía se ha decidido por democratizar la vida pública de México, eso nadie lo detiene, hasta el pleno goce de la democracia en todos los órdenes de la vida cotidiana de los ciudadanos. Los cambios llegaron para quedarse.