Demetrio Sodi Pallares

Guillermo Fárber
30 junio 2022

Ahora estoy siguiendo esta terapia (que involucra un mínimo de agujas quirúrgicas, las que abomino).

“El doctor Demetrio Sodi Pallares (1913-2003) fue un eminente cardiólogo promotor del llamado ‘tratamiento metabólico’. Este tratamiento se basa en tres principios:

1. Seguir una dieta baja en sodio y rica en potasio.

2. Dar por vía intravenosa soluciones polarizantes de insulina, glucosa y potasio

3. Someter al paciente a campos magnéticos pulsantes.

Estas tres acciones conjuntas favorecen la producción de ATP en las células del organismo. El ATP (Adenosina Trifosfato) es la molécula universal de acumulación de energía en las células. Cuando una molécula de ATP se divide se libera una gran cantidad de energía, la cual la usa la célula para su metabolismo, incluyendo los procesos curativos.

Con este tratamiento (similar a uno de mis queridos amigos, el fallecido profesor Heberto Alcázar Montenegro y su hija la doctora Susana Alcázar Leyva, directora del Instituto Hans Selye) se han conseguido resultados destacables en afecciones cardíacas, con la ventaja de que se evitan los temibles efectos secundarios de los fármacos tradicionales, como los diuréticos. Este tratamiento es aplicable también a numerosas dolencias: la artritis, la esclerosis múltiple, etc.”.

Instituto de Investigaciones Científicas Hans Selye, A. C.

https://www.gerontologia.com.mx/#!/-inicio/

“El Instituto de Investigaciones Científicas Hans Selye, A. C. fue fundado por el profesor Heberto Alcázar Montenegro con el objeto de desarrollar investigaciones básicas aplicables a la clínica bajo el principio de la conservación de la homeostasis, como base de la salud. Así, se creó una terapia que se fundamenta en la aplicación de coenzimas, enzimas y ácidos nucleicos para cuya síntesis y estabilización hubieron de transcurrir casi 15 años. A partir de este primer avance bioquímico se han venido logrando resultados satisfactorios con este tratamiento en un amplio número de pacientes afectados de diversos padecimientos y quienes se han curado y/o mejorado su calidad de vida, gracias a estas investigaciones. El Instituto se fundó en 1976, con la anuencia del propio doctor Hans Selye, quien en 1979 en Montecarlo, Mónaco, en el Segundo Simposium Internacional sobre el ‘Manejo del Estrés’, premió con una medalla los trabajos de investigación básica del profesor Alcázar que se venían realizando en el Instituto desde hacía más de 10 años, los cuales demostraban sus teorías, que no tienen efectos secundarios.

El Instituto tiene los reconocimientos del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología: 88/256, 90/256, 93/256, 95/256, 97/256, 99/256, 2001/256, 2004/256, 2005/256, 2006/256, bajo el rubro de Registro Nacional de Instituciones Científicas y Tecnológicas. Para poder interactuar de manera más amplia y establecer mecanismos que propicien la retroalimentación y más vías de reciprocidad, en la investigación básica y clínica, se fundaron y se realizaron convenios con las siguientes instituciones:

1) Centro Gerontológico Albert Szent Györgyi, A. C.

Tiene como objetivos principales la investigación clínica, la docencia y la prestación de servicio médico. Los resultados de sus investigaciones estarán encaminados a abrir nuevas posibilidades terapéuticas.

2) Escuela de Gerontología Heberto Alcázar Montenegro, S. C.

Orientada a la capacitación a nivel de posgrado de profesionales de las áreas de la biología, química, medicina, nutrición, enfermería y similares, como una vía de extensión académica hacia nuestro medio social y científico, por medio de cursos, simposios, talleres y diplomados. Esta escuela se propone ser un medio más de divulgación de los resultados de las investigaciones realizadas en las instituciones mencionadas antes, y sumarse en la continuación de los trabajos de incontables investigadores en la búsqueda del esclarecimiento de la esencia y conservación de la vida. De esta forma, el estudio de la gerontología abrirá caminos que nos llevarán al conocimiento de la vida, al respeto por ella, de nuestra naturaleza y a evitar aquellas patologías de las que aún no se conoce ni su etiología ni su tratamiento. El estudio de la gerontología no se realiza solo con el fin de prolongar la vida sino de mantener una mejor calidad de ésta, dentro de un balance armónico físico y mental. Nuestra meta es clara: prevenir, curar o aliviar las enfermedades”.