Detectives míticos

Guillermo Fárber
04 noviembre 2021

El Gerardo: “Entre los detectives míticos te faltó ‘Mike Hammer’, creado por Mickey Spillane. Se trata del detective duro, implacable y nada sofisticado.

Recuerdo una novela suya, ‘Yo, el jurado’. Para mí es importante. En su escena final, la asesina protagoniza un strip-tease muy sensual con el propósito de seducir al detective que la contempla desde un sillón. Mientras ella se desnuda lentamente él va describiendo las pistas que lo llevaron a descubrir que ella era la asesina, entre otros, de su amigo.

Al terminar ella, con su desnudez deslumbrante esperando la reacción de Mike Hammer, él simplemente le dispara un tiro, cumpliendo su sentencia de muerte que pronuncia impávido. Ese strip-tease literario provocó una de mis primeras pulsiones eróticas, olvidando ciertamente lo perverso que resulta el detective al preferir la venganza al deseo carnal; digamos que la justicia por encima del instinto.

Creo que le hicieron una serie de TV a Mike Hammer. Quién sabe si representaron ‘Yo, el jurado’.”

Sí se hizo una película en 1982

Extracto del texto de Luis Valera Muñoz

https://luisvaleramunoz.com/2017/03/01/mike-hammer-yo-el-jurado-y-un-caso-tortuoso/

“Nos iba haciendo falta ya un revulsivo, un escritor que no sea como esperamos y que ni siquiera nos inspire muchas esperanzas de que vaya a ser mejor que como lo esperamos. Un escritor del que tengamos referencias encontradas y con fama de escritor no ya de segunda división o de carácter menor, sino de escritor “malo” en todo el amplio sentido de la palabra, no sólo malo por no ser de calidad indiscutible y reconocida por la opinión instalada, sino además malo por ser algo (o mucho, o demasiado) “facha”. Maravillosa palabra que ya soy incapaz de usar sin entrecomillar porque siempre califica más a quien la profiere que a quien pretende denotar. Un escritor, además, que resulte imprescindible conocer para un grupo de connaisseurs como nosotros por su relativa relevancia.

En fin, se trata de tener un buen motivo para discutir a fondo y a gusto.

Y teníamos dos buenos candidatos, ambos surgidos en los cincuenta y extendida su obra con profusión durante los sesenta y los setenta. Dos escritores que casi nunca figuran en ninguna antología o colección de tapa dura dedicada a la “novela negra” y ni tan siquiera en esas colecciones más humildes que se autotitulaban como de misterio, de intriga o policíacas. Hablo de Michael Avallone y de Mickey Spillane.

El segundo, Mickey Spillane también promete: “Cualquiera que no reconozca la importancia de Mickey Spillane es un idiota”. Con esta sentencia se despachaba Max Allan Collins, escritor de novelas policíacas y guionista de tiras de prensa como Dick Tracy o Batman. “Y estoy de acuerdo con él”, nos advierte Manuel Rivas en Bibliópolis, cuando nos presenta a este controvertido escritor. Como para que nos vayamos preparando. Pero no ha sido el único que se ha despachado con Spillane: “Despreciado por otros autores, como Raymond Chandler que le llamó escritor “Gorila”, Spillane sólo reconoció la influencia en sus escritos de John Carroll Daly, creador del detective privado Race Williams. Pese a las acusaciones de retrógrado, machista y violento, sus libros estuvieron durante años en las listas de best-sellers, llegando a vender 200 millones de libros”, nos explica Alice Silver en Detectives de libro. El detective que elige como protagonista Spillane es Mike Hammer. Y de él podemos leer hasta cuatro novelas, pero creo que vamos a quedarnos con la primera (como es buena costumbre de nuestro club) en donde crea a Hammer, su detective, en una aventura de venganza y justicia: Yo el jurado.

“No queremos luchar con el viento, con el aire; lo que resiste apoya, requerimos una sana resistencia que nos apoye en el avance político de México”.

(Esto de “sana resistencia’’ me suena a la “leal oposición” en el parlamento inglés).