Día Internacional de la Madre Tierra, si vamos a la playa, regresemos nuestra basura

María Isabel Ramírez Ochoa
24 abril 2019

""

María Isabel Ramírez Ochoa
Centro de Investigación e Innovación Educativa de Sistema Educativo Valladolid
 
 
 
 
Desde pequeña me he preocupado por el problema de la generación de la basura, no entiendo como es posible que quienes dejan su basura tirada por cualquier lugar no aprecien que le restan belleza a ese espacio natural o urbano. Sin duda, la presencia de la basura en la playa, la convierte en un sitio desagradable. Somos habitantes del mundo, no solo de nuestro hogar; así como tenemos nuestras casas, deberíamos tener nuestras playas.
Además de la cuestión estética están las referentes a la salud humana y ambiental. Y mientras tú lees ésto, se sigue y sigue tirando basura en las playas. Recordemos que la Madre Tierra es 70 por ciento agua marina, en donde las algas producen la mayor cantidad del oxígeno que cubre el planeta; oxígeno que, en las capas más altas de la atmósfera, la estratósfera, se cataliza en ozono, la capa que nos protege de los rayos ultravioleta.
La basura en el mar disminuye no sólo la producción de oxígeno, es confundida con alimento por las especies marinas. Los desechos en su trayecto por el mar, en conjunto con el calor del sol son microfragmentados en partículas muy parecidas al microplacton; y las bolsas de plástico completas son muy parecidas a una medusa. Así, peces, reptiles, aves y mamíferos marinos se están alimentando de la basura no orgánica, plásticos, que se encuentran por su camino.
Estamos viviendo una catástrofe ambiental que pocos científicos o futuristas se habían imaginado. Los seres vivos que ingieren estos plásticos, no pueden digerirlos o descomponerlos en sus estómagos y mueren inevitablemente. Con esto aumenta no sólo la cantidad de materia no degradable en el mar, también la biodegradable se sobre acumula. Si no te das cuenta, estamos perdiendo oxígeno y aumentando el dióxido de carbono. Y digiriendo en nuestros alimentos micropartículas de plástico que, aunque no las ves se encuentran en el agua que bebemos o en nuestros alimentos. Partículas con serias consecuencias para nuestro cuerpo, como son los desórdenes hormonales. Y este terrible panorama se acrecienta en las playas durante los periodos vacacionales.
Aunque la Educación Ambiental se ha insertado en los programas educativos, lo que hace a todos saber que existen diferentes tipos de basura (orgánica, no orgánica, tóxica y sanitaria), no ha logrado hacer que la basura no se tire en las playas.
Sin embargo, en estos últimos años, he visto aparecer algunos destellos de esperanza, personas que no se comportan como el común denominador. Un grupo de jóvenes surfistas devastados por la cantidad de plástico en el océano y asombrados por la despreocupación ante este problema. Decidieron hacer una compañía dedicada a retirar el plástico de los mares y convertirlo en pulseras para recabar fondos para mantener sus actividades. En menos de 2 años, 4ocean ha retirado más de 1,954 toneladas de basura del océano y las costas. Actualmente, 4ocean opera en varios países y emplea a más de 150 personas en todo el mundo.
En Mazatlán, nuevamente un grupo de surfistas, se han organizado para realizar campañas de limpieza de playas, ellas son Viva la Ola. Se reúnen una vez al mes para limpiar alguna área. Y desde su aparición en el escenario mazatleco, he visto cada vez más personas realizar acciones de limpieza de playa.
Pero este año ocurrió en Mazatlán algo que sólo tenía el precedente en la Feria del Mar de las Cabras. Hace tres años un grupo de activistas, yo entre ellas, en plena fiesta, cuando se genera mayor cantidad de basura en la playa, caminó entre la gente invitando a todos a recolectar su basura. Al año siguiente, el grupo de activistas aumentó y su organización fue mejorando.
En esta Semana Santa, el municipio de Mazatlán, organizaciones, empresas y activistas independientes se lanzaron a las playas a invitar directamente a los bañistas a recoger su basura. Estímulos como “te intercambio un vaso de colillas por y vaso de clamato”, repartición de bolsas de tela para la recolección de la basura, contenedores de plástico en forma de animales marinos atractivos para ser rellenados con botellas de plástico o similares, o bien simplemente, la actividad de saneamiento de la playa se observó por todas partes.

 

Los resultados de estas acciones las desconozco, claro que no son suficientes ante la magnitud de turistas y sobre todo el comportamiento contaminador incrustado en el actuar de la gente. Lo que si sé es que son una esperanza, de que tal vez no sea la única persona alarmada activamente en este problema. Este día Internacional de la Madre Tierra, 22 de abril, unámonos a estas iniciativas, si vamos a las playas, recojamos nuestra basura.